En este curso entenderemos el lenguaje en su sentido más amplio, para explorar otros lugares de construcción de sentido como son lo estético, lo corporal y lo visual, que nos permitan concebir el poder como un escenario de disputas. El eje central para la indagación será la idea de “la representación” y sus rupturas. En un primer momento, exploraremos las bases estéticas de la teoría de la representación así como algunas de las prácticas que, desde comienzos del siglo XX, han proclamado su ruptura. En un segundo momento, veremos las implicaciones que en los sistemas políticos contemporáneos tiene “la representación” como medio de democratización. En un tercer momento, examinaremos las implicaciones del llamado “giro lingüístico” a la hora de entender el lenguaje como medio de representación así como la irrupción de la “performatividad” como concepto que integra palabras, cuerpos y espacios. Por último, analizaremos críticamente la tensión que se genera entre las ideas de individuo y colectivo a la hora de pensar la representación como eje constructor de identidad. Transversal a estos tres caminos se encuentra la pregunta por el poder: quién enuncia, muestra, hace visible o invisible, exhibe, fortalece, debilita, etc. En cada momento se pondrán en tensión las aproximaciones teóricas con ejemplos de prácticas que han cambiado el rumbo de los discursos dominantes a lo largo del último siglo y a lo ancho del globo.