El silencio de las víctimas de secuestro y sus significados
El pasado silenciado es enorme y seguimos sabiendo muy poco del daño y el sufrimiento de las personas secuestradas y sus familiares en medio de una guerra degradada, en la que la toma de rehenes fue una práctica masiva, dirigida a la obtención de recursos para mantener ejércitos y un mecanismo de presión política y militar contra el adversario que convirtió a seres humanos en instrumento o medio de cambio, de sometimiento y de humillación.
El silencio habla en algunos casos de elaboración del daño, de resiliencia y superación, pero en otros de la asfixia de los sentimientos, de unos sufrimientos que se amplifican ya que no se hacen los trabajos de la memoria, y se producen perturbaciones en la vida personal, en las relaciones familiares y sociales.
Es preciso dar cuenta del enmudecimiento de muchas víctimas ante la experiencia del secuestro, de su imposibilidad de narrar o de su voluntad de no narrar. Urge hacer resonar esos silencios para que digan ciertas verdades sobre la guerra interna que no ha sido sólo combates, sino violencia contra indefensos, la inhumanidad del secuestro, y los sufrimientos que deja, pasados años o décadas. Es indispensable interpretar ese silencio para que esta porción de la realidad no quede privada de significado, ni sea un sufrimiento por siempre inaudible e ignoto.
Presenta:
Gloria María Gallego, Profesora de Filosofía del derecho y directora del Grupo de investigación Justicia & Conflicto – Universidad EAFIT (Medellín, Colombia)
Comenta:
Angelika Rettberg, profesora titular, Departamento de Ciencia Política, Universidad de los Andes