Este libro, que se encuentra entre la disciplina histórica y los estudios culturales, tiene como objeto de análisis las representaciones y autorepresentaciones de la mujer en el período de 1930-1932 desde la perspectiva crítica del análisis del discurso. En este se busca identificar y analizar los modos en que la mujer se representó y fue representada, a la vez que reflexionar sobre los discursos que se usaron y las estrategias argumentativas y lingüísticas que les fueron útiles en un contexto social que puede denominarse de cambio y transición. Así, el libro busca responder a un perspectiva que ha dominado los acercamientos académicos sobre las representaciones de la mujer. Numerosos trabajos han versado sobre las formas como ella ha sido significada por los distintos actores sociales a lo largo de la historia sin detenerse en las maneras en que ella se ha representado y las estrategias que le han servido para legitimarse. El texto busca evidenciar el papel activo de la mujer en la creación y reproducción de las representaciones y sentidos sobre sí misma. Lo anterior no necesariamente implica que se nieguen las relaciones de poder que limitaron y cercaron los sentidos durante este período; por el contrario, a lo largo del libro se analiza el contexto histórico y las relaciones asimétricas que pudieron determinar, y en efecto lo hicieron, los significados que se le atribuyeron a la mujer en los años en cuestión.