El pasado 30 de julio concluyó el Curso de Verano Practicum in Peacebuilding, desarrollado por la School of Professional Studies de la Universidad de Columbia y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes, bajo la dirección de los profesores Beth Fisher-Yoshida, Ph.D., y Joan Camilo López, de la Maestría en Negociación y Resolución de Conflictos de la Universidad de Columbia. Durante ocho días de trabajo de campo en Cali y Medellín, 11 estudiantes de distintos programas de maestría fortalecieron sus habilidades en metodologías participativas, pensamiento crítico, visión sistémica de la paz e integración de teoría y práctica.
24 de julio – Interseccionalidades en la construcción de paz (Cali)
El primer día de trabajo de campo comenzó con un recorrido por los barrios del Suroriente y Oriente de Cali. La primera parada fue el barrio Mariano Ramos, en la Comuna 16, donde los estudiantes conocieron y dialogaron con la Fundación De Menos a Más (@DeMenosaMas.ONG), dirigida por Walter Paz, y con la barra popular Barón Rojo Sur del América de Cali. Durante este encuentro, los estudiantes exploraron la relación entre barrismo, conflicto urbano, masculinidades, fútbol y políticas públicas con enfoque diferencial.
Además, los estudiantes visitaron diversos proyectos comunitarios liderados por la barra popular, tales como un comedor comunitario que garantiza alimentación diaria a jóvenes y familias del barrio, una huerta urbana que promueve la soberanía alimentaria y el trabajo colectivo, y procesos de memoria histórica que recuerdan a los jóvenes asesinados en el contexto de conflictos entre barras. La interacción directa con los líderes y participantes de estos proyectos permitió a los estudiantes reflexionar sobre cómo el deporte puede convertirse en un espacio de socialización positiva, en la construcción de masculinidades alternativas, y cómo las políticas públicas pueden apoyar iniciativas locales que transforman conflictos en oportunidades de cohesión social.
Desde Mariano Ramos, el grupo se dirigió a la Comuna 13, Aguablanca, donde se reunió con las lideresas de la Asociación Casa Cultural El Chontaduro (@ElChontaduroCasaCultural). Este encuentro permitió profundizar en los enfoques de género, étnico-racial y etario en la construcción de paz, con especial énfasis en el desplazamiento forzado y el desarraigo territorial y cultural.
Las mayoras compartieron su conocimiento a través del diálogo, el canto de arrullos y alabaos, transmitiendo saberes ancestrales que conectan la memoria histórica con la resistencia comunitaria. La experiencia llevó a los estudiantes a reflexionar sobre las lógicas académicas excluyentes, la necesidad de reconocer procesos de investigación liderados por la comunidad y la importancia de que los proyectos académicos se articulen respetuosamente con las poblaciones involucradas.
La jornada continuó con una visita al Instituto de Estudios Interculturales de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, liderada por el profesor Mauricio García Durán, S.J. Allí, los estudiantes conocieron el Doctorado en Estudios de Paz, el primero y único programa de este tipo en Colombia, desarrollado en conjunto con la Universidad del Valle. Además, profundizaron en los resultados de investigación sobre Acciones Colectivas para la Paz. Este espacio brindó una oportunidad única para comprender cómo la construcción de paz se articula con la historia, la política y los procesos sociales del país, mostrando la relevancia de estudiar y acompañar las prácticas comunitarias en contextos de conflicto.
Posteriormente, el profesor García Durán presentó los más recientes resultados de su investigación sobre Acciones Colectivas para la Paz, ofreciendo una mirada profunda sobre cómo se construye la paz desde la observación y el seguimiento de prácticas comunitarias. Este espacio permitió a los estudiantes comprender cómo distintos procesos históricos, sociales y políticos influyen en la creación de entornos más o menos propicios para la construcción de paz en Colombia, y destacó la importancia de combinar la teoría académica con la experiencia práctica en contextos reales de conflicto.
25 de julio – Siloé como laboratorio de paz comunitaria (Cali)
El segundo día de trabajo de campo comenzó a las 10 a.m., frente a la estación Cañaveralejo del MIO Cable, con el objetivo de recorrer Siloé, en la Comuna 20 de Cali. La caminata fue organizada y guiada por Kevin Cruz (@SoyElTodero), fundador de Semillas Siloé (@Semillasiloe) y líder social de la comunidad.
Durante el recorrido, los estudiantes conocieron la historia de Siloé desde dos perspectivas: por un lado, como un territorio que ha acogido a personas desplazadas y ha fomentado la autoorganización colectiva; por otro, como uno de los epicentros nacionales del estallido social de 2020–2021. Esta historia ha estado marcada por estigmatización, persecución y acoso judicial a distintos colectivos y líderes locales, quienes actualmente trabajan activamente para consolidar Siloé como un espacio de resistencia, organización comunitaria y apertura al turismo responsable.
La primera parada fue en el Contramuseo Popular de Siloé (@MuseoPopulardeSiloe), donde David Gómez, su fundador y director, realizó un recorrido centrado en la cotidianidad de los conflictos y los procesos de construcción de paz en la Comuna 20. Los estudiantes pudieron explorar salas dedicadas a la memoria de guerrillas que firmaron la paz, como el M-19 y las FARC, así como espacios que muestran productos culturales locales y la memoria del reciente estallido social.
Esta visita permitió reflexionar sobre la importancia de construir memoria histórica de manera popular y democrática, apartada de los estándares de curaduría y estética hegemónicos. Asimismo, fue una invitación a reconocer y valorar los relatos elaborados por las propias comunidades, que complementan —e incluso corrigen— la “historia oficial” producida desde los centros de poder político, económico y cultural.
Posteriormente, el grupo visitó dos fundaciones más: la Fundación Créalo (@FundacionCrealo) y el Proyecto Tierra Blanca (@ProyectoTierraBlanca). Ambas organizaciones trabajan en la construcción de paz mediante el fortalecimiento comunitario y la reapropiación de los espacios públicos, desarrollando proyectos de arte, cultura, deporte y juego que fomentan la participación ciudadana y la transformación social de los barrios.
El recorrido por Siloé culminó en la casa de Kevin Cruz (@SoyElTodero), donde los estudiantes conocieron los proyectos de Semillas Siloé (@Semillasiloe). Estos incluyen acciones de soberanía alimentaria, mediante huertas y ollas comunitarias, así como iniciativas de arte, cultura y educación popular. Además, Semillas Siloé funciona como plataforma de articulación entre líderes y lideresas sociales y diversas organizaciones, consolidándose como un espacio de transformación social en la comunidad.
Después de compartir un champús con empanada y ají preparados por la familia de Kevin, el grupo se dirigió directamente al aeropuerto para tomar su vuelo hacia Medellín, el siguiente destino del curso.
26 de julio – Ritmo y resistencia musical (Medellín)
El sábado en Medellín, la mañana fue de descanso para el grupo, tras las intensas jornadas en Cali. Por la tarde, se trasladaron a Castilla, en el noroccidente de la ciudad, donde se encontraron con Rafael Augusto Restrepo, gestor cultural, muralista y director de la orquesta de salsa La Nororiental All Stars.
Esta agrupación combina la salsa con mensajes de resistencia, denuncias políticas y construcción de paz, integrando además apoyos visuales que refuerzan su mensaje. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de dialogar con Rafael Augusto y sus músicos y, posteriormente, disfrutar de un despliegue artístico que mostró cómo la música puede convertirse en una herramienta de transformación social y comunitaria.
27 de julio – Arquitecturas que cuentan historias de paz (Medellín)
El domingo comenzó con un recorrido en metro y metrocable hacia las comunas nororientales de Medellín. Guiados por Augusto, los estudiantes visitaron La Popular (Comuna 1) y Santa Cruz (Comuna 2), explorando cómo el muralismo, el grafiti y la arquitectura urbana reflejan la historia del conflicto y los esfuerzos comunitarios por la paz.
La jornada terminó a las 5 p.m. en la casa de Augusto, donde compartieron empanadas mientras él y algunos estudiantes con habilidades musicales tocaban música, y todos los participantes disfrutaban bailando. La experiencia permitió vivenciar cómo el arte y la cultura fortalecen los vínculos comunitarios y la construcción de paz.
28 de julio – Grafitis y murales que transforman barrios (Medellín)
La jornada comenzó con un café y conversación con Santiago Londoño Uribe (@SLondonoUribe), exsecretario de Gobierno de Antioquia, exconcejal de Medellín y actual director de la Tejeduría Territorial. Durante el encuentro se abordó la historia política y los conflictos urbanos de Medellín en las últimas décadas, haciendo énfasis en cómo fortalecer la confianza ciudadana y reconstruir tejidos sociales desde la colaboración entre ciudadanía y sectores privados.
Santiago explicó los múltiples esfuerzos de la Tejeduría Territorial, que reúne a líderes sociales, organizaciones de la sociedad civil, empresas privadas, entidades públicas, centros de pensamiento y universidades, con el objetivo de potenciar el capital social y promover acciones colectivas en el departamento.
Posteriormente, el grupo caminó y tomó el metro rumbo a la Comuna 13 para visitar la galería y plataforma cultural Somos (@Somos13Colombia). Durante el recorrido y la charla inicial se exploró cómo los procesos artísticos y artesanales se relacionan con diversos territorios y saberes indígenas, afrocolombianos y campesinos.
Luego, los estudiantes conversaron con el artista Mr. Shifo (@MrShifo1), diseñador gráfico, tatuador y grafitero, quien presentaba su exposición El graffiti como vehículo. Esta colección de óleos buscaba representar, a través de automóviles, el tránsito corpóreo y temporal que caracteriza la vida de un graffitero profesional, tomando como inspiración el lienzo urbano y el mantra “lo que no se mueve se muere”.
La última parada del día fue en el barrio El Salvador, Comuna 9 Buenos Aires, donde el grupo se reunió con las artistas del colectivo Pirañas Crew (@PiranasCrew). Esta organización feminista busca reapropiar espacios públicos históricamente dominados por hombres mediante el grafiti, el muralismo y el arte urbano, al tiempo que promueve la transformación del entorno y la visibilización de mensajes de resistencia y denuncia social.
Con las Pirañas, los estudiantes conversaron sobre la importancia de feminizar los espacios públicos y sobre cómo las pedagogías críticas pueden convertirse en herramientas para la construcción de paz.
29 de julio – Arte urbano y pedagogías sociales para la reconciliación (Medellín)
El último día de trabajo de campo comenzó en la Universidad Santo Tomás, con una conversación junto a la Fundación Aulas de Paz (@FundacionAulasdePaz). Esta organización, en alianza con la universidad y el Instituto de Paz de Castleberry, trabaja en torno al perdón y la reconciliación social.
El encuentro permitió reflexionar sobre pedagogías orientadas a la prevención de la violencia y a la construcción y reconstrucción de vínculos sociales, enfatizando la importancia de los procesos de reconocimiento y de responsabilidad en la consolidación de la paz.
Durante la tarde, el grupo regresó a la comuna 13 para visitar Casa Kolacho (@CasaKolacho), un centro cultural que impulsa la transformación integral del barrio mediante el arte urbano, incluyendo grafiti, hip hop, break dance y rap. Allí pudieron observar cómo las pedagogías artísticas fortalecen el tejido social, preservan la memoria histórica de los hechos violentos de la comunidad y crean espacios colectivos inclusivos para toda la diversidad de habitantes y visitantes.
Además, participaron en un taller teórico y práctico de lettering en grafiti, experimentaron con el cuerpo como instrumento musical y culminaron la jornada con un grafiti colectivo en el que plasmaron la palabra PAZ, firmada por la Universidad de Columbia, la Universidad de los Andes y Casa Kolacho.
30 de julio – Reflexiones finales y aprendizajes compartidos (Medellín)
La experiencia culminó con la presentación de proyectos por parte de las y los estudiantes. Más que conclusiones definitivas, se generaron reflexiones abiertas que relacionaron la práctica de la construcción de paz con la música, el arte, el fútbol, el cuerpo y los sentires.
Un elemento en común fue cómo estas experiencias compartidas fortalecieron los lazos entre las y los participantes, generando vínculos de amistad, parcería y compañerismo, fundamentales para estudiar, trabajar y vivir procesos de construcción de paz.