¿Qué implica estar ante el dolor de los demás? ¿Cómo se reciben sus palabras o sus silencios, su cuerpo violentado… una vida fracturada? ¿Cómo escuchar más allá del cuerpo sufriente? Esta investigación desarrolla un recorrido por la violencia política en Colombia, a partir de la indagación por las prácticas de escucha de quienes se han situado de alguna manera ante el dolor de los demás, como lo llamó Susan Sontag en un ensayo publicado en 2003.
Hoy, este proyecto se concentra en las experiencias de los y las profesionales que han desarrollado trabajo psicosocial con víctimas de violencia política, y pretende comprender sus estrategias, narrativas y formas de acción contenidas en sus prácticas cotidianas. Asimismo, aborda las narrativas de quienes, en medio de un escenario de violencia política y de guerra, asumen un rol de soporte, atención, acompañamiento o un estar ahí respecto de situaciones límite (situaciones que están más allá del control humano) que bordean, igualmente, los límites de lo narrable.
Se busca entonces proponer una reflexión sobre la experiencia cotidiana de jueces, fiscales, forenses, líderes, profesionales de la salud mental, acompañantes de comunidades, fotógrafos/as, periodistas, académicos/as y activistas que se han situado de algún modo ante el dolor de la violencia política y la guerra. Al abordar sus trayectorias profesionales, académicas y vitales, la investigación transita entre los repertorios, las metodologías y las herramientas institucionales, al ámbito de la experiencia cotidiana en donde se evidencia tanto el sujeto implicado en el acto de testimoniar su dolor como aquél situado a la escucha de estas experiencias. Se trata de conocer el contexto relacional en el que se gesta la escucha.
Concentrarse en la cotidianidad es ahondar en las maneras en que estos profesionales, investigadores o activistas se sitúan en relación con el contexto sociopolítico, reconociendo cómo se han tejido las relaciones intersubjetivas con víctimas y sobrevivientes. Desde allí es necesario preguntarse por las implicaciones éticas y políticas que supone estar ante el dolor de los demás y por las maneras en que este dolor se gesta en la escucha del otro. Así, resulta relevante comprender las prácticas de autocuidado, los dilemas metodológicos, éticos y políticos que supone escuchar estas voces de dolor y sufrimiento también en un contexto de amenaza y zozobra, de incertidumbre, miedo y violencia. Finalmente, resulta necesario entrever cómo se reconoce en esta voz –o en sus silencios– algo más que el daño y se descubre un sujeto implicado que es mucho más que un cuerpo sufriente. Se descubre, de otro modo, que la palabra no es el acto liberador por excelencia, sino, más bien, la relación que se establece entre quien opta por hablar y quien lo escucha.
Actualmente, se han realizado cinco espacios de diálogo colaborativo con diferentes organizaciones que han compartido su experiencia de acompañamiento, intervención o investigación en escenarios de violencia política. Asimismo, se han realizado entrevistas a diferentes profesionales que desarrollan intervención o acompañamiento psicosocial con víctimas del conflicto armado interno. Se espera realizar alrededor de noventa entrevistas más y nuevos puntos de diálogo, no solamente con quienes se enfocan en el trabajo psicosocial, sino también con quienes, de otro modo, se sitúan ante la experiencia de dolor y sufrimiento. A partir de estos diálogos se busca crear un laboratorio para conocer las experiencias de la escucha, para aprender de la experiencia de quienes han estado ante el dolor de los demás.
Profesor Asociado