Con el fin de la guerra fría, los debates académicos en torno al alcance y el propósito de las instituciones internacionales han adquirido un nuevo significado, ya que la importancia de éstas como canalizadoras de la cooperación y, en un sentido más amplio, de la paz, es difícil de refutar. Dentro de este contexto, el sistema interamericano, sus fortalezas, debilidades y retos futuros, se constituye en un tema de gran interés para América Latina. Este libro, en el cual participan académicos de once países del hemisferio, busca examinar la evolución del sistema interamericano particularmente desde la creación de la OEA en 1948, y la relación de éste con el fortalecimiento de la democracia. Para esto además de analizar la trayectoria del sistema interamericano en términos generales, los diversos capítulos exploran el desarrollo de los principios de no-intervención y soberanía, la importancia del tema de los derechos humanos y las implicaciones de iniciativas como la Alianza para el Progreso y más recientemente, el Compromiso de Santiago y la Resolución 1080.