La implementación del proyecto se llevó a cabo en Quibdó (Chocó), en donde participaron adultos afro-colombianos y migrantes venezolanos quienes han sido víctimas de violencia o desplazamiento forzado. El objetivo del estudio fue evaluar la eficacia de la intervención grupal adaptada de ACOPLE (Alianza Con Organizaciones Por Lo Emocional) con el fin de reducir la angustia y aumentar el bienestar, reforzar las redes sociales y comunitarias, permitir a los participantes recurrir a sus propios recursos para mejorar sus herramientas de afrontamiento y la resolución de problemas; además de fortalecer la evidencia de las intervenciones basadas en la comunidad en entornos afectados por el conflicto.
El protocolo cuenta con 8 sesiones de 2 horas. Previo al inicio, se realiza el reconocimiento del área en donde vive la persona con el fin de tener un contexto más general para el estudio." Explicó el profesor Gantiva.
La relevancia de estos espacios recae en la necesidad de atender a las emociones como factores de cambio decisivo. Las personas participantes de estas sesiones reconocen en su cuerpo cómo se manifiestan ciertas emociones y de esta manera generar las herramientas necesarias para poder identificar en su vida cotidiana cuándo están teniendo, por ejemplo, un cuadro de ansiedad. Es fundamental mencionar que la implementación de los grupos de apoyo comunitario se realiza en manos de agentes comunitarios psicosociales que son personas que también han sido víctimas de la violencia.
Si quieres ver la presentación completa de los resultados del estudio, te invitamos a ver el siguiente vídeo.