¿Cómo participaron los militares en el proceso de paz de La Habana? Conozca el libro Sables sin vainas: Militares colombianos en el proceso de paz de La Habana.
Rodrigo Mezú, egresado del Doctorado en Ciencia Política, convirtió su tesis doctoral en un libro que describe y analiza la participación de las fuerzas militares en la mesa de diálogos con las FARC.
Después de un largo proceso de negociaciones de más de cuatro años, e intentos fallidos en las décadas anteriores, en el 2016 se firmó finalmente el Acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Varios elementos fueron novedosos en este proceso, entre esos los encuentros y diálogos frente a frente entre altos mandos de las fuerzas militares colombianas y el secretariado de las FARC, lo que marcó un primer acto de reconciliación entre los actores armados del conflicto.
Rodrigo Mezú Mina hizo parte del grupo de militares que se sentó a dialogar con las FARC, y en paralelo cursaba el Doctorado en Ciencia Política en la Universidad de los Andes. Como producto de su trabajo de grado del doctorado publicó el libro “Sables sin vainas: militares colombianos en el proceso de paz de La Habana”.
Aunque los militares siempre han intervenido en los procesos de construcción de paz, hay pocos registros de su participación en la teoría académica. Según lo que el Coronel Mezú encontró en la revisión de literatura de su tesis, los militares no debían sentarse a negociar durante un proceso de paz, todo lo contrario, tenían que estar aislados de las negociaciones. En el libro, el autor relata como incluso en la historia de nuestro país los militares eran vistos como “enemigos agazapados de la paz” sobre todo desde la década de 60s hasta los años 80s, época en la que se creía que los militares torpedeaban los acuerdos y se propició desde el mismo gobierno una desconexión entre los militares y los negociadores. Alberto Lleras Camargo afirmaba que “Los militares se dedican a hacer la guerra y los civiles la estrategia política para la paz”.
El coronel de la Fuerza Aérea Rodrigo Mezú, nació en el municipio de Santader de Quilichao, Cauca y en 1996 ingresó a la Fuerza Aérea. A partir de las negociaciones del Caguán en 1999, dentro de las fuerzas armadas comenzó a reforzarse la formación en derechos humanos. De esta forma, Mezú tuvo la oportunidad de formarse en resolución de conflictos y derechos humanos, estudió la Maestría en Ciencia Política en nuestra Universidad, posteriormente fue becario de la Fundación Fulbright y realizó una Maestría en Estudios Internacionales con énfasis en conflicto y cooperación en los Estados Unidos. A su regreso a Colombia comenzó a estudiar el programa de Doctorado en Ciencia Política en nuestra Universidad. Actualmente hace parte del equipo de observadores del proceso de paz que está llevando a cabo el gobierno con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“Cuando empiezo a hacer el doctorado comienzo a recibir mucha información teórica. Yo me encuentro en medio de dos mundos. Un mundo de la academia, el mundo de las teorías, y el otro el mundo real. El mundo real era yo viajando a La Habana, Cuba, enfrentándome frente a frente con los negociadores de las FARC. En la realidad teórica eso no sucedía, en la realidad teórica las partes armadas eran catalogados como “spoilers” o saboteadores”.
Rodrigo Mezú Mina, egresado del Doctorado en Ciencia Política.
Durante la década de los 90s actores internacionales como Noruega, se comienzan a interesar en el conflicto armado colombiano y empiezan a mediar las relaciones entre las partes armadas y la sociedad civil.
En el proceso de paz de la Habana los insurgentes fueron vistos como sujetos político-militares y en ese sentido, la comitiva que envió el gobierno agrupaba tanto personas de la sociedad civil como integrantes de las fuerzas armadas. Los primeros acercamientos entre las FARC y las Fuerzas Militares fueron tensas, sin embargo, su participación legitimó un poco más las negociaciones y creó confianza entre las partes.
El libro describe cómo la realidad superó a la teoría y la participación de los militares terminó siendo una decisión clave para el éxito de las negociaciones. Para el Coronel Mezú participar en este proceso le permitió quitarse complejos de la cabeza y fue una experiencia transformadora para su vida.