Hace varias décadas el antiguo Primer Ministro británico, Wiston Churchill, definió a Rusia como un «acertijo envuelto en un halo de misterio dentro de un enigma». No obstante el tiempo transcurrido, sus palabras siguen conservando una gran vigencia. Rusia y la experiencia soviética se mantienen como algunos de los grandes enigmas de la historia contemporánea. El propósito de este libro consiste precisamente en develar el sentido del desarrollo histórico de Rusia en lo que llamamos su «largo siglo XX», el cual abarca poco más de cien años: debutó en los inicios de la década de 1880 y perduró hasta el crucil año de 1987. El elemento que define y le da un sentido a este extenso período es la cimentación de unas formas de modernidad a través de distintas propuestas nacionales de modernización. Se inicia en la década de 1880, cuando se puso en marcha un acelerado proceso de modernización capitalista en Rusia, que se inscribía en una determinada historia mundial y culmina en el año de mayor esplendor del gorbachovismo, cuando tanto parte de la élite como vastos sectores de la sociedad se trazaron como objetivo una mayor imbricación de la Unión Soviética y posteriormente de Rusia en una amplificada historia global. Con 1987, el gran año de la Perestroika, finaliza el siglo XX ruso porqué implicó dejar atrás los anteriores intentos de modernización nacional. La importancia de conocer esta historia no puede ser minimizada. La historia soviética constituyó un elemento central del dramático siglo XX. Muchas páginas de esta historia no pueden ser «decodificadas» a menos que se comprenda el papel que esta país desempeñó en las grandes páginas de estos cien años. El impacto de los acontecimientos mundiales sobre Rusia fue constante y pesó muy fuerte sobre su desarrollo. Lo mismo puede decirse en el sentido inverso: no se puede entender varios capítulos de la historia mundial si se excluye a Rusia o la URSS de su explicación.