El rol que puede y debe tener la Universidad de los Andes frente a los temas que aquejan la actualidad colombiana no es una preocupación menor ni desconocida. Dentro de esos temas, la preocupación relacionada con el conflicto, su solución y la construcción de paz ha sido una constante en la Academia colombiana y en la Universidad. Son muchos y diversos los profesores que han trabajado aspectos del conflicto armado y las violencias que afligen al país, los diferentes escenarios y las necesidades del posconflicto y la transición, así como las similitudes y diferencias con otros países de la región y del mundo.
Sin duda, esta preocupación se ha incrementado con la coyuntura nacional y el proceso de paz con la guerrilla de las FARC. Esto ha despertado múltiples preguntas y debates nacionales, aumentando la convicción de que son necesarios esfuerzos adicionales para preparar, capacitar, investigar, criticar y profundizar mejor los retos que una transición y un posconflicto necesitarían.
Con esta inquietud en mente, hace cerca de un año algunas Facultades tuvieron la iniciativa de trabajar conjunta e interdisciplinariamente temas relacionados con el conflicto y la construcción de paz. Esfuerzos que provinieran de todas las áreas del conocimiento, que incluyeran experiencias y aprendizajes de otras latitudes y que también destacaran las enseñanzas que se desprenden del caso colombiano para el mundo.
Sin olvidar que estos temas ya han sido abordados desde diversas unidades, se plantea ahora la idea de construir un proyecto de Universidad en donde quepan todas las disciplinas que quisieran participar desde sus intereses y capacidades. Un proyecto que invite a los profesores a conocer el trabajo de sus pares de otras disciplinas y unidades, y que incite al diálogo de diversas perspectivas sobre problemáticas complementarias. Pero ante todo, que sea un proyecto que dé un aporte concreto, útil e innovador a uno de los temas centrales de la realidad colombiana; alimentar la discusión intelectual tan necesaria (y a veces escasa) sobre temas que van mucho más allá de la coyuntura actual y que se relacionan directamente con el futuro que queremos construir y los legados que podemos ofrecer.
Esta iniciativa, que desde el principio quería salirse de los tradicionales límites de las Ciencias Sociales y del Derecho, comenzó por indagar el interés de los profesores en la Universidad. La respuesta fue avasalladora: manifestaron interés en participar más de cincuenta profesores de casi todas las Facultades y centros de investigación. Dentro de este grupo se encuentran profesores para quienes estos temas han sido el centro de sus preocupaciones académicas, pero también hay muchos con un enorme interés e iniciativas, que no habían encontrado el espacio ni la oportunidad de integrar ese diálogo.
En este sentido, se detectaron por lo menos tres áreas importantes desde las cuales podrían hacerse aportes precisos y complementarios:
- Ofrecer capacitaciones técnicas mediante diplomas y cursos no formales de Educación Continuada, que integran aspectos interdisciplinarios y que apuntan a satisfacer necesidades de formación y actualización de conocimientos a funcionarios, activistas y otros profesionales que trabajan en áreas relacionadas con el conflicto, la paz y la transición.
- Incentivar investigaciones y proyectos académicos conjuntos entre profesores de diferentes Facultades que versen sobre los temas en cuestión.
- Crear una Maestría interdisciplinaria, tanto de investigación como de profundización, orientada a formar profesionales y académicos que quieran trabajar o investigar sobre estos temas. Esto, dentro de un programa que incluya seminarios provenientes de las diferentes Maestrías existentes en la Universidad con el fin de ofrecer un panorama interdisciplinario.
Un proyecto que dé un aporte concreto e innovador a uno de los temas de la realidad colombiana; que alimente la discusión intelectual tan necesaria sobre temas que van más allá de la coyuntura y que se relacionan con el futuro que queremos construir.
Por la importancia e impacto que pueda tener y el tiempo que requiere para consolidarse y ofrecerse, los esfuerzos del último semestre se han concentrado particularmente en la creación de la Maestría. Con el apoyo de directivas de la Universidad, se presentaron los primeros avances y resultados del proyecto al Consejo Académico y se invitó a todas las Facultades a participar.
Este proyecto busca sentar unas primeras bases concertadas que permitan ponerlo en marcha, que se renueve y alimente constantemente de todos aquellos que quieran sumarse a él. Desde entonces, todos los temas incluidos y las áreas propuestas se han discutido y acordado con las Facultades que han manifestado interés en participar. A nivel de decanaturas, directores, profesores delegados y el equipo de trabajo, se ha hecho un importante esfuerzo por dialogar y articular lo que cada uno reconoce como esencial y desde dónde quiere participar.
El proyecto está en construcción y son numerosos los retos para hacerlo posible. Sin duda son muchos los frentes que no hemos detectado y que necesitan enriquecerse. Hay retos institucionales y administrativos sobre cómo favorecer e incentivar desde la Universidad el interés de los profesores para trabajar conjuntamente sin que riña con los deberes y obligaciones de cada uno; retos de coordinación y financiación para hacerlo viable; retos sobre cómo extender de manera efectiva y a la vez factible esta experiencia desde los Andes hacia las regiones; retos sobre cómo lograr una articulación adecuada entre profesores y grupos de investigación para favorecer una interdisciplinariedad amplia y coherente en donde el objetivo sea ensanchar los horizontes mas no perderse entre las posibilidades; y retos sobre cómo imaginar otras formas de trabajo colectivo que tal vez han quedado por fuera.
Ya hemos dado un primer paso emocionante y prometedor en un país cuya Academia ha estudiado el conflicto y la reconciliación, pero que pocas veces se ha sentado a trabajar de manera colectiva y diversa sobre el tema. Que este sea el momento para reiterar que todos los aportes son bienvenidos a este proyecto que nace y se quiere para toda la comunidad uniandina.
En aras de incentivar este diálogo, este número del Sextante abre sus puertas a las diferentes propuestas e iniciativas de los profesores de la Universidad para poder difundir y compartir la riqueza y variedad que hay sobre temas como construcción de paz, transiciones, conflicto y víctimas, temas que sin duda son una preocupación común en el campo académico por el momento histórico que atraviesa actualmente el país. Es así como esta sexta entrega se presenta como un inventario, incompleto pero nutrido, de la gran oferta y diversidad existente en la Universidad y que deja entrever el enorme potencial desde el que este proyecto se quiere erigir.