Recientemente fue publicado el libro Osteología comparada entre Trachemys callirostris callirostris (Hicotea) y Chelonoidis carbonaria (Morrocoy). Guía para la identificación de restos óseos, el cual es producto de una intensa y apasionante investigación de la anatomía ósea de dos especies de tortugas íntimamente relacionadas con el pasado y el presente de las poblaciones humanas en Colombia. Una de sus autoras, Elizabeth Ramos Roca (profesora del Departamento de Antropología), nos cuenta de qué se trata este libro y por qué es importante.
¿Qué es la guía de identificación de restos óseos?
Como su nombre lo indica, una guía es una herramienta para identificar los restos óseos de las distintas especies de fauna que recuperamos de excavaciones arqueológicas y cuya identificación taxonómica resulta fundamental para la reconstrucción del uso de las mismas por parte de los humanos a través de la historia. Lo que se debe destacar en este sentido es que, en las excavaciones arqueológicas, la mayoría de las veces lo que recobramos no son huesos enteros sino pequeños fragmentos, de manera que es necesario contar con un instrumento como la guía para saber qué tipo de huesos están presentes y a qué especie corresponden.
¿Qué tipo de trabajo implicó la producción de este libro?
La producción del manual ha sido un proceso largo que comenzó con la preparación de las colecciones de referencia que nos sirvieron de base para poder realizar la investigación de las características anatómicas de las dos especies. La preparación de los esqueletos de muestra es un proceso minucioso, de mucho cuidado y que requiere de ciertos conocimientos especializados para garantizar que se conserve la totalidad de los elementos óseos de cada individuo (en algunos casos, y dependiendo del tipo de especie y de la edad de los individuos, se trata de huesos muy pequeños –menos de 1mm de longitud–. Esta preparación implica el tratamiento de los especímenes con la ayuda de colonias de derméstidos –que son larvas que se comen todo el tejido blando–, y otros tratamientos para obtener huesos perfectamente conservados con todos sus atributos. Paralelo a este trabajo, y como parte integral del proceso, se realizó un trabajo de documentación de los hábitats y de la historia evolutiva de las especies, información que sirve de trasfondo para el uso del manual como instrumento de investigación.
¿Qué es una colección de referencia?
Este término aplica para otros tipos de materiales, pero en el caso de una colección de referencia de fauna, se trata de una colección de esqueletos de animales actuales que nos sirven de soporte para la identificación de los restos que recuperamos de excavaciones arqueológicas. Es importante acotar que una guía no suple una colección de referencia, de allí que en el proceso de esta investigación el resultado haya sido doble: la guía y la colección de referencia. Las dificultades surgidas del hecho que mencioné sobre el tamaño y condición fragmentaria de los restos que usualmente recobramos, hace que para evitar interpretar erróneamente los mismos se deban utilizar ambos recursos.
¿Por qué hacer una Guía de estas dos especies?
Las dos razones fundamentales para realizar la guía fueron, en primer lugar, que son dos de las especies más comúnmente recuperadas en contextos arqueológicos de la región Caribe de Colombia, en particular en aquellos sitios en que he venido trabajando durante los últimos años, como Tubará, San Isidro, o Cacaramoa. El punto central es que la correcta identificación de las especies es un problema, ya que a pesar de que tienen diferencias importantes, pueden fácilmente ser confundidas, dada la naturaleza fragmentaria de la mayoría de los restos que recuperamos.
En efecto, hay un enorme parecido en la morfología ósea de las distintas especies de tortugas pero, a pesar de esta similitud, cada especie representa adaptaciones a ecosistemas diferentes, lo cual se traduce también en características particulares en cada una de ellas, cuestión que es fundamental para la interpretación de patrones de adaptación a los diferentes medio ambientes tanto de las especies de tortugas como de los humanos. Estos parecidos nos obligan a entrar en los detalles sobre cuáles son las diferencias anatómicas que nos permiten decir con certeza a qué especie pertenecen y, dentro de lo posible, a determinar el sexo, tamaño y partes del animal representadas en las muestras; todo lo cual podría estar relacionado con las preferencias alimenticias de los humanos, por ejemplo.
La otra razón que consideramos fundamental para ahondar en el estudio de estas dos especies de tortugas es que estas pertenecen al grupo de las especies con algún grado de amenaza en términos de conservación, y por lo tanto, con prioridades para ser investigadas desde distintas perspectivas, incluyendo, por supuesto, las de viabilidad de la especie.
¿Además de lo que nos enseña la guía y las colecciones sobre los humanos del pasado, qué nos enseña sobre el presente y futuro de estas especies?
Uno de los aportes que los arqueólogos hacemos a las discusiones sobre los problemas actuales de conservación de especies tiene que ver con la reconstrucción de los procesos de uso de las especies por parte de los humanos y de los procesos de adaptación de las mismas. Una de las maneras de hacerlo es documentando cómo han ido cambiando estos patrones en distintos contextos espaciales (ambientales) y temporales, lo cual requiere estudiar con detalle los patrones de ocurrencia de las especies en los sitios excavados. Ese proceso sólo se logra, entre otras cosas, con una correcta identificación, y para esto, tanto las guías de identificación, como las colecciones de referencia, juegan un papel fundamental. La idea es que a mediano y largo plazo con toda esta información podamos contribuir no sólo a la reconstrucción de las trayectorias de la historia.