Las publicaciones no solo reflejan el estado de la producción académica de la Facultad, sino que también, y sobre todo, permiten poner a circular ideas, problemas, enfoques, y dar a conocer nuevas y renovadas corrientes de análisis e investigación. Son, en últimas, la carta de presentación de los miembros de una comunidad académica particular. Por ello, el periódico abre la sección Rumbos como un espacio para hacer visible el estado de las publicaciones de la Facultad de Ciencias Sociales, tanto de libros como de revistas académicas, acogiendo a su vez diferentes facetas de este proceso: experiencias en la elaboración de un libro, impacto en un sector determinado, aplicabilidad social de los contenidos y desarrollos en un campo de conocimiento.
Se trata de reconocer que las publicaciones forman parte de una cadena de producción de conocimiento y que enriquecen dominios más amplios de formación, promoción y divulgación. Sirven, por lo tanto, para dinamizar o reforzar ejercicios pedagógicos, de investigación, de establecimiento de alianzas entre instituciones, de intercambios entre grupos académicos y entre universidades. En la Facultad, las publicaciones han estado ligadas a la historia misma de su nacimiento y consolidación, y remitirnos a ellas implica reconstruir algunos de los principales acontecimientos de este recorrido.
Con la reorganización de las antiguas facultades de Artes y Ciencias y de Filosofía y Letras, se conformó, en 1984, la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, con los departamentos de Antropología, Ciencia Política, Filosofía y Letras, Historia, Lenguas Modernas y Psicología. En esta primera etapa, nacieron las revistas Antropología y Arqueología (1985), Colombia Internacional (1986) e Historia Crítica (1989). Posteriormente, en 1997, se constituyó la actual Facultad de Ciencias Sociales y, de la mano con los cambios administrativos que se produjeron entonces, la Facultad buscó establecer medios para incentivar la investigación y divulgar la producción de conocimiento. Con estos propósitos creó, por un lado, el Centro de Estudios Socioculturales (CESO), encargado de aglutinar y de hacer visible los resultados de las investigaciones y de la producción intelectual, y por el otro, se fundó la Revista de Estudios Sociales como un espacio para recoger los aportes de las distintas áreas de conocimiento.
A partir de ese momento, se estimuló igualmente la creación de postgrados en la Facultad y, con éstos, aumentó progresivamente la planta docente. Era usual que los nuevos profesores llegaran con sus tesis para ser publicadas, y el CESO acogió estos nuevos proyectos editoriales, junto con otras contribuciones, internas o externas, que ameritaban ser convertidas en libros. Inicialmente, se establecieron las colecciones de Estudios Antropológicos y la General, todavía vigente, donde se publican especialmente trabajos de docentes de la Facultad, pero también contribuciones de investigadores externos.
Se han diversificado no solo las colecciones, sino en general los contenidos, enfoques y las propuestas, y a la fecha, se han publicado alrededor de 340 títulos de las diferentes disciplinas de las ciencias sociales.
Con diferentes propósitos, se han ido conformando colecciones específicas, como los Documentos CESO, que incluye las mejores monografías de los estudiantes de pregrado y los trabajos de profesores que por su naturaleza no son susceptibles de ser publicados en otro formato, y la Colección Prometeo, que se creó como respuesta a la necesidad de abrir espacios para publicar los trabajos de grado de maestría valorados como sobresalientes. A partir de 2012, los manuscritos de Maestría que se presentan para la Colección Prometeo saldrán en versión electrónica y las tesis doctorales recomendadas para publicación en formato impreso.
La Facultad fortaleció desde el 2010 la política de publicaciones con la definición de lineamientos claros y rigurosos para la presentación, evaluación y aprobación de manuscritos, así como con la normalización y centralización de los procesos editoriales en Ediciones Uniandes. Si bien ahora los criterios son más exigentes, ello no ha implicado la disminución en el volumen de publicaciones, sino que, por el contrario, éste ha aumentado significativamente en el último año. Se han diversificado no solo las colecciones, sino en general los contenidos, enfoques y propuestas, y a la fecha se han publicado alrededor de 340 títulos de las diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales.
La calidad y vigencia de los libros publicados en la Facultad se ha demostrado a su vez con el reconocimiento de varios trabajos de nuestros profesores en diferentes concursos nacionales e internacionales. Hasta el momento, cinco trabajos de nuestros profesores han sido galardonados con el premio Alejandro Ángel Escobar, nueve con el premio Otto de Greiff y cuatro más han recibido otros premios.
Por su parte, si bien las revistas científicas surgieron en el seno de la Facultad de Ciencias Sociales como medio para publicar artículos de profesores y colaboraciones de éstos con investigadores de otras universidades, progresivamente, y en la medida en que las revistas se han calificado nacional e internacionalmente, los contenidos se han desligado de la producción interna de los departamentos. Ahora se busca que investigadores y académicos externos y de distinta procedencia geográfica publiquen en nuestras revistas, y que nuestros profesores hagan sus aportes en otras revistas indexadas. Esto permite que se construyan comunidades académicas amplias, que desbordan las fronteras locales y nacionales.
Con este propósito, las revistas se han ajustado a unos estándares de calidad cada vez más altos, que las llevan a cumplir con los requisitos del Sistema Nacional de Indexación (Publindex) y a reconocer el sentido de las exigencias internacionales que demandan excelencia en los contenidos publicados para lograr el deseado reconocimiento. Este reconocimiento a su vez incide en el aumento de la consulta y las citaciones de los artículos que publicamos y en el posicionamiento de los investigadores y sus producciones.
El esfuerzo conjunto por fortalecer las dinámicas de producción y divulgación del conocimiento, y los resultados obtenidos hasta el momento, han hecho posible que la Decanatura de Ciencias Sociales, ahora responsable de la coordinación de las publicaciones, oriente sus políticas hacia el logro tanto de una mayor calificación de los contenidos, como de una ampliación de las fronteras académicas. Y hoy podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que nos encontramos en un momento de apertura, crecimiento y diversificación de los ejes que animan este proceso.