Paolo Vignolo, doctor en Historia y Civilizaciones, visitó la Universidad de los Andes el pasado 13 de septiembre gracias a la invitación que le extendió el Departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales. Vignolo compartió parte de sus reflexiones en torno a la memoria y la ciudad en su charla titulada «¿Quién gobierna la ciudad de los muertos?, políticas de la memoria y desarrollo urbano en Bogotá».
Cuenta Vignolo que en Bogotá hay varios escenarios que permiten el desarrollo del lenguaje con el más allá y casi todos están ubicados sobre una línea espacial: la calle 26. Explica el conferencista que el «trazado de la 26» está unido por puntos que hacen parte de los mitos fundacionales de la ciudad y del país: El Cristo Crucificado en el Santuario de Monserrate, y Eldorado en el aeropuerto. Es precisamente sobre la calle 26 donde se encuentran la zona cementerial, recientemente el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, así como la Torre Colpatria; lugar desde el que, según Vignolo, se le está contando al país lo que sucede y lo que merece reflexión. No obstante, dice que en la calle 26 se evidencia una discusión política en la que aparecen otros monumentos emblemáticos que entran en la disputa política de la memoria del país, como es el caso del «Monumento a los militares y policías caídos en combate».