Es por eso que, cursados cuatro años desde la apertura de los programas de doctorado en Antropología, Ciencia Política, Historia, Psicología y más reciente el de Filosofía y con un crecimiento sostenido en el número de estudiantes, es un buen momento para reflexionar, y por qué no, celebrar lo que se ha logrado. Por este motivo hemos querido dedicar esta edición del Sextante a los programas de doctorado y ofrecer una pequeña muestra de los problemas de investigación que se están trabajando en los distintos programas. Para nuestra sección de Latitudes, hemos invitado al sociólogo Juan Plata, quien nos ofrece una reflexión sobre el problema de la formación de doctores en el país. La sección de Horizontes, que habitualmente está dedicada a los proyectos de investigación de nuestros profesores, abre en esta oportunidad sus puertas a los proyectos de los estudiantes de doctorado.
Lo que está ocurriendo con los posgrados en la Facultad y en la Universidad, es un cambio y un aporte significativo a la comprensión de la compleja realidad nacional y a la búsqueda de respuestas a problemas cruciales de la Colombia contemporánea.
Como lo hacen evidente los ejemplos que presentamos en esta edición, es posible afirmar que las casi cien tesis de doctorado en curso en la Facultad son un ejemplo de problemas de investigación relevantes en el marco de debates académicos a nivel mundial trabajando problemáticas de clara pertinencia a nivel local. «Pertinencia» no se puede reducir a la presencia de nuestros trabajos en revistas presentes en los índices norteamericanos o internacionales, tiene que ver también con el verdadero impacto del conocimiento sobre los mayores desafíos a los que hoy se enfrenta el país y sus distintas regiones. La procedencia de los estudiantes de posgrado es variada y un número importante de nuestros estudiantes de doctorado provienen de lugares distintos a Bogotá.
La sostenibilidad de programas de doctorado de calidad, con estudiantes de tiempo completo supone esfuerzos mayores en las responsabilidades de los profesores ofreciendo cursos nuevos y seminarios de posgrado y asumiendo la responsabilidad de supervisar las investigaciones. El esfuerzo financiero ha sido también notable y todos nuestros estudiantes reciben algún tipo de apoyo, la mayoría de ellos para cubrir costos de matrícula y de sostenimiento. Eso ha sido posible en buena medida gracias a la ayuda de Colciencias que ha apoyado casi el 50% de nuestros estudiantes, pero ha implicado para la Facultad y para la Universidad un esfuerzo único en el país invirtiendo recursos importantes para el cubrimiento de costos de matrículas, de asistencias de investigación o de docencia que se traducen en salarios para el sostenimiento de estudiantes, pasantías en el exterior, compra de libros, equipos y la invitación de profesores visitantes.
El gran proyecto de consolidar una comunidad científica al servicio del país, no será viable si no se cuenta con espacios para la formación de investigadores y docentes en instituciones nacionales. Es innegable que los esfuerzos de Colciencias y otras entidades para financiar estudiantes de posgrado colombianos en el exterior ha sido un programa clave para Colombia, pero es aún más urgente fortalecer las capacidades propias de formar investigadores de alto nivel. Es muy difícil, realmente imposible, crear una ciencia al servicio de las necesidades locales con investigadores formados exclusivamente en otras latitudes y la responsabilidad de las Ciencias Sociales en la construcción de futuro es enorme. No se trata de pensar en una ciencia social nacional al margen de los debates mundiales, pero sí en la producción de un conocimiento pertinente y de crear capacidades propias para la formación de nuevos docentes e investigadores del más alto nivel.