Aunque algunos conciben la construcción de paz como “hacer las paces”, diversos hallazgos empíricos indican que los conflictos armados y otros fenómenos de inseguridad tienen raíces en condiciones económicas, sociales y políticas como la exclusión, la falta de oportunidades e incluso, sorprendentemente, el crecimiento económico. Estudiar la construcción de paz desde la perspectiva de los estudios del desarrollo implica identificar esos factores y también, interrogarse sobre los efectos de la violencia, y de la paz, en los patrones de cambio económico y social y en la distribución de recursos y oportunidades en las sociedades.
Se trata de una agenda muy amplia y en este artículo expondré brevemente aquellos asuntos que han atraído mi atención como investigador en años recientes. Para empezar, en 2013 participé en un proyecto sobre desarrollo regional, paz y estabilidad en Colombia, dirigido por mi colega Mauricio Uribe López y contratado con la Universidad por la Unión Europea y el Departamento para la Prosperidad Social. En ese trabajo tuvimos la oportunidad de identificar algunos de los retos que se derivarían de la eventual firma de un acuerdo de paz. Por ejemplo, en relación con la política agraria, planteamos la necesidad de un ordenamiento rural que definiera áreas diferenciadas para la economía campesina y para la agroindustria, y políticas orientadas en el primer caso a la construcción de paz, en el segundo, la competitividad internacional. Subrayamos también la necesidad de mejorar la coordinación interinstitucional de las entidades del sector rural y la importancia de evitar su captura por parte de élites que usan sus recursos y competencias para beneficio privado. En el mismo proyecto también advertimos que sería ingenuo suponer que una eventual desmovilización de las FARC acabaría con la producción y tráfico de narcóticos y recomendamos usar los cuerpos de inteligencia para interceptar comunicaciones privadas contra las organizaciones criminales.
Pero, con o sin acuerdo, hay otros retos que persistirán como es el caso de la prevención del reclutamiento de menores (que continúan vinculándose a grupos criminales), la reintegración social y económica de menores desvinculados del conflicto, y la implementación de la política de atención a las víctimas. He venido trabajando recientemente en estos temas con colegas, estudiantes y egresados del CIDER, y un aspecto que me interesa explorar en el futuro es de qué manera la innovación social puede contribuir a desarrollar y replicar soluciones eficaces a estos problemas.
El segundo asunto dentro de esa faceta aplicada ha sido explorar el potencial del sector privado en la construcción de paz. Las empresas que operan en contextos de conflicto armado o inseguridad enfrentan diversos retos y oportunidades: pueden empeorar las condiciones que prolongan la violencia, así como también reducir los factores económicos, sociales y culturales que alimentan la violencia. Con ayuda del Fondo de Apoyo a Profesores Asistentes de la Universidad de los Andes, he publicado recientemente un “Cuaderno en Desarrollo” del CIDER donde planteo un marco analítico para comprender el alcance de la responsabilidad social empresarial en la construcción de paz, identifico algunas herramientas que pueden adoptar las empresas, y las iniciativas globales a las que se pueden adherir. Además, propongo una agenda de investigación orientada a explorar el origen, naturaleza e impacto de las acciones de las empresas en este sentido. He venido estudiando los reportes de sostenibilidad de grandes empresas colombianas de diversos sectores y entrevistando a los responsables de diseñar e implementar sus políticas de responsabilidad social. Algunas preguntas que me interesa resolver son: ¿Por qué algunas empresas se vinculan de manera activa y abierta en iniciativas de construcción de paz mientras otras permanecen indiferentes? ¿Qué tan efectivas son sus intervenciones? Publicaré muy pronto resultados empíricos de este trabajo.
Las cuestiones que he planteado hasta aquí tienen un carácter aplicado pues se enfocan en resolver cuestiones urgentes en el panorama nacional. Sin embargo, en el futuro próximo aspiro a profundizar en estos temas desde una perspectiva teórica y crítica. En particular, me interesa explorar las nociones de seguridad, paz y desarrollo que orientan las políticas y proyectos de agencias estatales, organismos internacionales, organizaciones sociales y actores privados en regiones afectadas por la violencia. Del mismo modo, quisiera “mapear” los intereses de los actores que intervienen en su implementación y explorar cómo facilitan, modifican o bloquean dichas políticas y proyectos, adaptándolas a sus capacidades e intereses. Finalmente, me interesa examinar sus impactos sobre las economías locales y los medios de subsistencia de los hogares que allí habitan. En suma, se trata de explorar cómo diversos agentes intervienen en el territorio y transforman las condiciones de vida de sus habitantes en nombre de la paz y la seguridad. Me inclino por explorar estos temas desde una perspectiva interdisciplinaria, es decir, integrando conceptos y métodos de diferentes disciplinas siempre que sea pertinente.