¿Qué tema aborda en sus trabajos? ¿El interés surge de una pregunta de investigación netamente académica o de una problemática social previamente identificada?
Enrique Chaux (EC): Mi interés por el tema de la educación para la convivencia surge de la necesidad de contribuir a la disminución de la violencia en Colombia. Antes, mis intereses estaban en el campo de las ciencias naturales, primero estudiando el comienzo del universo y luego el funcionamiento del cerebro. Pero la grave violencia que todos hemos vivido en Colombia me llevó a estudiar las mejores formas para promover la convivencia pacífica desde edades tempranas en la vida.
Elvia Vargas-Trujillo (EV): Todas las publicaciones del Grupo Familia y Sexualidad hacen referencia a temas de la sexualidad que inciden en el bienestar de las personas en diferentes momentos del ciclo vital, desde la infancia hasta la adultez, pasando, obviamente por la niñez, la adolescencia y la juventud.
El interés surgió hace más de treinta años. Cuando inicié mi ejercicio profesional comencé a darme cuenta de las graves implicaciones que tenía para niñas y niños en condición de discapacidad cognitiva vivir en un contexto familiar, escolar y comunitario que no podía comprender y manejar sus expresiones sexuales. Facilitarle a las personas recursos para abordar la sexualidad se convirtió en un objetivo vital, es mi proyecto de vida.
Los temas de los libros, son siempre producto de la investigación del grupo y, en ese orden de ideas, tratan de responder a las preguntas que la mayoría de las personas, incluidas las que se dedican a la academia y a la investigación, se plantean acerca de la sexualidad. Al tratarse de un tema que compete a todas las personas, pareciera que los libros y las investigaciones en las cuales se fundamentan fueran triviales y poco relevantes científicamente. Sin embargo, la evidencia disponible indica que en la actualidad la sexualidad es uno de los principales determinantes de los problemas de salud pública priorizados: embarazo en la adolescencia, mortalidad materna, infección por VIH y violencia basada en el género. Por lo anterior, las investigaciones del grupo Familia y Sexualidad siempre han tenido como finalidad producir conocimiento para apoyar la toma de decisiones, son trabajos académicos de investigación para la acción.
¿Qué impacto han tenido o pueden tener sus publicaciones?
EC: Creo que los trabajos que hemos realizado en el grupo de investigación que dirijo (Agresión, Conflictos y Educación para la Convivencia), han contribuido a brindar guías conceptuales y prácticas a muchos docentes, padres y madres de familia, estudiantes, investigadores, medios de comunicación y forjadores de políticas públicas interesados en cómo promover la convivencia y prevenir los problemas de agresión y violencia desde los colegios. Creo que nuestras publicaciones han sido útiles también en otros países de América Latina, en donde las escuelas tienen problemas muy similares a los nuestros.
EV: Las personas del grupo Familia y Sexualidad, estamos convencidas que en un país como el nuestro tenemos la responsabilidad social de generar conocimientos que sean útiles para mejorar las condiciones de vida de las personas en diferentes contextos: la familia, la escuela y la comunidad. Este compromiso nos ha llevado a privilegiar una forma particular de publicaciones: libros en formato de preguntas y respuestas que integran lo que la gente se pregunta, lo que dice la teoría y lo que aporta la evidencia de la investigación. Mi primer libro Yo adolescentes, lo publiqué en 1991 con Editorial Planeta en México, y desde entonces ese ha sido el formato de mis publicaciones. Responder a lo que las personas quieren saber es el objetivo de las investigaciones y es lo que buscamos con nuestras publicaciones. La demanda por este tipo de textos y las opiniones siempre favorables me ha llevado a mantenerlo. Siento que así puedo establecer un diálogo con la audiencia sobre el conocimiento que generamos, usando un lenguaje que, sin dejar de ser técnico, científico y fundamentado en evidencia, puede ser entendido por cualquier persona.
¿Qué retos implica para el investigador escribir para diferentes públicos?
EC: Uno de los principales retos al escribir para diversos públicos es usar un lenguaje sencillo que todos lo puedan entender. El lenguaje académico es a veces muy excluyente. En educación, por ejemplo, es común encontrar escritos en un lenguaje tan abstracto y complejo que incluso para mí es difícil entender lo que quieren decir. Yo he querido tratar de presentar todo en el lenguaje más sencillo posible, sin perder ni la profundidad, ni el respaldo en la evidencia científica.
EV: Implica entender muy bien lo que necesitan saber las personas para establecer qué es lo que queremos dar a conocer. Para el grupo Familia y Sexualidad el trabajo cotidiano con diferentes públicos nos permite tener información «en tiempo real» de las situaciones que enfrentan que merecen nuestra atención, al igual que conocer las preguntas, inquietudes, preocupaciones e intereses que tienen mujeres y hombres de diferentes edades, niveles de formación y lugares de residencia.
Otro reto es escribir reconociendo siempre el aporte de las personas que hacen parte del equipo. Los libros del grupo son producto de un esfuerzo colectivo, todas las personas que participan en las actividades de investigación e intervención del grupo hacen su aporte al desarrollo del conocimiento. Mi papel consiste en recoger esas voces y ponerlas de manera coherente para que otras personas puedan obtener información confiable, clarificar sus actitudes y desarrollar habilidades para ejercer sus derechos humanos sexuales y reproductivos.