«Sartre quiso hacer una filosofía sobre el ser humano de la vida cotidiana, el que toma café, el que tiene expectativas de carácter sentimental, político, laboral y muchas otras que son el resultado de su accionar en el mundo y de sus circunstancias particulares […] Fue Sartre quien, por primera vez, rompiendo con la larga tradición que se inició con Tales de Mileto en Occidente, le dio sexo al ser, más aún, le dio sexualidad, porque la genitalidad es resultado de ella. Pero, además, también reflexionó sobre la caricia como lenguaje proprio del deseo, sobre la tortura, el odio, la seducción y sobre todas las relaciones que estudiamos en este texto […]. La pretensión de este libro es muy alta, porque con él quiero lograr lo que Sartre no pudo o no quiso hacer. Tal vez pensó que, escribiendo novelas, piezas de teatro, guiones de cine, artículos de prensa, etcétera, su pensamiento filosófico quedaría plasmado en ellos. Y así fue. Pero para poder reconocerlo se necesita, antes que todo, conocer su pensamiento filosófica, apasionante, pero no de fácil comprensión».
Felipe Castañeda, Grupo de traducción del Latín
Año:
2024