Rubén Sierra (Salamina 1937- Bogotá 2020)
Siempre es difícil despedirse de alguien a quien uno quiere y admira. Rubén Sierra Mejía es, con derecho propio, uno de los intelectuales colombianos más importantes de los últimos 50 años. Su producción es lo suficientemente extensa y diversa como para que alguien más versado que yo pueda hacer, para usar una expresión que a él le gustaba, una apreciación más ajustada de la que estoy en capacidad de hacer. Hablando en términos imprecisos, Rubén hizo parte de la segunda generación de filósofos modernos en Colombia, aquella que vino después de Rafael Carrillo y Danilo Cruz Vélez, una segunda generación a la que también pertenece Rubén Jaramillo. Como sus antecesores, Rubén decidió que su educación filosófica en el joven Departamento de Filosofía de la Universidad Nacional no era suficiente y que solamente unos años de estudio en Europa le darían el bagaje intelectual y lingüístico para transformarse en filósofo serio. Como en el caso de sus antecesores y muchos de sus coetáneos, los estudios en Europa resultaron formativos y a la vez informales. De mis conversaciones con él, que son la fuente de casi todo lo que escribo ahora, colijo que Europa significó un contacto con la filosofía contemporánea y con la tradición filosófica. De Europa Rubén trajo un enorme interés por la historia de la filosofía que se revela, por ejemplo, en su traducción de Leibniz (Tres textos metafísicos) para la colección Cara y cruz de Norma pero también en su infatigable labor como traductor de filosofía para Ideas y Valores y de literatura para Eco, un aspecto este de su trabajo que requeriría una nota completa. Mis profesores de la Nacional, que estudiaron con él en su primera etapa docente, recuerdan con admiración por ejemplo sus clases de Aristóteles y su cuidado en la elección de la traducción, heredadas de su maestro Juozas Zaranka.
La época de la crisis: conversaciones con Danilo Cruz Vélez
Estas conversaciones con Danilo Cruz Vélez son, puede decirse, su último libro.
Para la época de su primera publicación, ya había dado a la imprenta todo lo que hoy conocemos como su obra. Este fue el argumento final que me convenció del interés que aún puede tener este pequeño libro: sin duda será un útil complemento a la edición de sus Obras completas, que publican las universidades de Los Andes (Bogotá), de Caldas (Manizales) y Nacional de Colombia (Bogotá).
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Pero no todo fue historia de la filosofía. Rubén fue uno de los responsables, “culpables” dirían algunos, de haber introducido la filosofía analítica en Colombia. Junto con Magdalena Holguín y Juan José Botero, Rubén emprendió la tarea de traducir a Russell, el Círculo de Viena, Austin y otros filósofos analíticos en una época en la que el positivismo lógico era un objetivo casi militar en nuestro medio intelectual. Sus reflexiones sobre esta tradición filosófica están contenidas en un tomito titulado: Apreciación de la de la filosofía analítica (Universidad Nacional, Bogotá, 1987). Otros dos volúmenes de ensayos completan su producción estrictamente filosófica Ensayos filosóficos (Universidad Nacional, Bogotá, 1978) y Ensayos impopulares (Universidad de Caldas, 2002), un título seguramente inspirado por Russell. Siempre disfruté conversar sobre esta parte de su vida con Rubén: que el Círculo de Viena se viera y se vea todavía como un movimiento retardatario es una de esas paradojas culturales a las que somos tan propensos. Es por esta segunda etapa como profesor sobre todo que Rubén es recordado por varios de mis colegas en la Universidad de los Andes como un precursor de la filosofía analítica. Recuerdo, por ejemplo, una vez que Rubén me invitó a que discutiéramos uno de sus trabajos, publicado en el Correo de los Andes, sobre la paradoja de Epiménides, el astuto filósofo griego que ha atormentado a los lógicos por siglos. Esa conversación, como tantas otras, quedó pendiente.
Obras completas de Danilo Cruz Vélez, filósofo colombiano, editadas por Rubén Sierra.
· Danilo Cruz Vélez Obras Volumen I Filosofía sin supuestos de Husserl a Heidegger
· Danilo Cruz Vélez. Obras completas volumen II D Hegel a Marcuse. Aproximaciones a la filosofía
· Danilo Cruz Vélez Obras Volumen III El mito del Rey Filósofo
· Danilo Cruz Vélez Obras Volumen IV Tabula Rasa
· Danilo Cruz Vélez Obras Volumen V El misterio del Lenguaje
· Danilo Cruz Vélez Obras Completas Volumen VI Obra Dispersa
Pero para Rubén la filosofía analítica tampoco era suficiente. Él quería, como me dijo alguna vez, “que los filósofos colombianos se enteraran de en qué país viven”. En otras palabras, él quería que nos ocupáramos del pensamiento colombiano con la misma distancia crítica y respeto intelectual con la que normalmente nos ocupamos de pensadores foráneos. Rubén escribió mucho y bien sobre la relación sobre filosofía y cultura; tal vez de manera más importante, supo congregar personas interesadas en la cultura, el arte, la historia, la política y la economía colombianas. Ese trabajo está reflejado en por lo menos 7 volúmenes editados para la Universidad Nacional (La filosofía y la crisis colombiana (2002), Miguel Antonio Caro y la cultura de su época (2002), El radicalismo colombiano del siglo XIX (2006), La crisis colombiana: reflexiones filosóficas (2008), República liberal: sociedad y cultura (2009), La restauración conservadora 1946-1957 (2012), La hegemonía conservadora (2018)) y uno sobre el Frente Nacional, su último trabajo, que dejó listo para entregar a la imprenta. No quiero dejar por fuera su introducción y edición de la obra de Carlos Arturo Torres para el Instituto Caro y Cuervo (C. A. Torres, Obras completas, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, (2001)). En esta faceta suya de la historia cultural lo conocí yo y colaboré con él. Me enseñó, entre otras cosas, a leer con interés y rigor a Caro, López Pumarejo y a Laureano, a Carlos E Restrepo y Alberto Lleras, a Alzate Avendaño y Silvio Villegas y, por supuesto, a Gaitán. Si alguna deuda de cariño tengo con Rubén es no haber escrito un ensayo sistemático sobre Gaitán, sobre su metáfora política de la vida y las contradicciones inherentes a todo liberalismo político clásico. Que un filósofo analítico pueda escribir sobre Gaitán es una gesta que solamente alguien como Rubén pudo haber conseguido. Por eso le agradezco y siento su partida también como una pérdida cultural. Rubén fue un intelectual colombiano tal vez único y va a ser difícil estar a su altura sin su presencia y estímulo.
Rubén tuvo, en general, un juicio editorial excelente como puede comprobarse en su edición en una colaboración de las Universidades de los Andes, Nacional y de Caldas, las Obras Completas de Danilo Cruz Vélez en 6 volúmenes (Bogotá, 2015). Su relación con Cruz Vélez fue muy importante a nivel intelectual como puede comprobarse en un volumen que recoge sus conversaciones (La época de la crisis (Conversaciones con Danilo Cruz Vélez) Cali, 1996); y tanto más a nivel personal como lo ilustra la anécdota con la que quiero cerrar esta tal vez ya innecesariamente extensa nota.
Siempre es difícil despedirse de alguien a quien uno quiere y admira. Eso me lo dejó claro Rubén cuando en uno de los últimos ciclos de trabajo del Seminario de pensamiento colombiano leyó su bellísima introducción a la obra de su maestro y amigo Danilo Cruz. Esa vez nos narró su dramática despedida: Cruz Vélez, incapaz ya de reconocerlo, me parece recordar que fueron las palabras de Rubén, “se despidió como quien se despide de un desconocido”. Muchos de los que quisimos y admiramos a Rubén, dada esta peste que no parece terminar, ni siquiera pudimos hacer eso. Pero su nombre, su persona y su obra serán recordados como es debido por todos los amantes de la cultura y el pensamiento colombianos. Bravo Rubén. Hasta siempre.