Estas limitaciones vienen cargadas de optimismo. Ellas resaltan la necesidad de construir una psicología moral respetuosa de la diversidad, que reconozca los límites de sus generalizaciones y que ayude a entender la moralidad del ser humano en sus múltiples manifestaciones.
Aun así, una gran parte de la psicología moral (también de la psicología en general y otras disciplinas afines) ha surgido de observaciones y estudios realizados en población WEIRD. Esta es la sigla en inglés para referirse a personas de países occidentales, educados, industrializados, ricos y democráticos. A pesar de la evidencia de que esta población es, por decir lo menos, peculiar, muchos psicólogos y psicólogas morales no han tenido reparo en generalizar los hallazgos hechos con esta atípica población al resto del mundo (Henrich et al., 2010).
Hay algo desesperanzador en esto. Aun cuando la población WEIRD es muy diferente al resto de personas que viven y han vivido sobre la tierra, ella se ha convertido de facto en un paradigma de funcionamiento moral. Como consecuencia, mucho de lo que sabemos sobre cognición moral no es realmente aplicable (o no sabemos si lo es) a la mayoría de agentes morales.
Estas limitaciones vienen cargadas de optimismo. Ellas resaltan la necesidad de construir una psicología moral respetuosa de la diversidad, que reconozca los límites de sus generalizaciones y que ayude a entender la moralidad del ser humano en sus múltiples manifestaciones. Así, los psicólogos morales tenemos una tarea emocionante por delante: la de ofrecer descripciones y explicaciones que reconozcan la multiplicidad de voces y experiencias sobre lo que es moralmente bueno o malo.
Una psicología moral como ésta supone varios desafíos metodológicos, y es importante conceptualizarlos con claridad desde el comienzo. Un primer reto es construir instrumentos que capten esta diversidad. Gran parte de los estudios en psicología moral emplea dilemas morales abstractos que, justamente por no conectar fácilmente con la vida diaria de las personas, tienden a invisibilizar sus diferencias.
El dilema del tranvía es quizás uno de los escenarios más empleados en la investigación del juicio moral y un buen ejemplo de este punto. Un tranvía se acerca sin frenos hacia un grupo de cinco obreros que trabaja sobre las vías y usted debe decidir si deja que el tranvía siga su curso y mueran las cinco personas o si hace algo para desviarlo hacia otra dirección donde hay un solo obrero que con seguridad fallecerá. ¿Qué decidiría usted? ¿Sacrificaría a un obrero para salvar a cinco?
Decenas de versiones del dilema del tranvía se han utilizado para averiguar por qué algunas personas prefieren tomar una decisión utilitarista (salvar a cinco), en vez de una decisión deontológica (no matar a un inocente), o viceversa. Nosotros hemos contribuido a rastrear hasta qué punto estas decisiones varían culturalmente de un país a otro en un estudio que involucró a 45 laboratorios de diferentes países del mundo (Bago et al., 2022). Pero incluso este esfuerzo nos parece insatisfactorio, pues ¿qué tan probable es que usted haya experimentado situaciones de este tipo? ¿Qué tiene que ver este dilema con decisiones morales comunes, como ayudar a un desconocido o ser empático con un colega?
Nosotros y nosotras nos hemos preguntado cómo pensar la horizontalidad en el contexto de las expediciones y en la intersección de los conocimientos técnico-expertos de la ornitología y los saberes de diversas personas. No tenemos una respuesta, pero entendemos que enunciar el asunto y buscar espacios de diálogo es fundamental.
Un segundo desafío es desarrollar categorías de análisis que tengan sentido, tanto para los investigadores como para las personas cuya experiencia moral se quiere capturar. Un ejemplo se relaciona con las escalas de dominios morales. Algunos investigadores, buscando comprender qué tan relevantes son ciertas consideraciones morales en la vida de las personas, han construido escalas psicométricas para examinar en qué medida principios como el cuidado, la lealtad y el respeto a la autoridad determinan lo que se considera bueno o malo moralmente (Graham et al., 2013; Clifford et al., 2015).
Un problema es que el dominio de lo moral, versus el dominio de las meras normas sociales, varía de una cultura a otra. Por ejemplo, varios estudios han encontrado que, mientras que en occidente se suele creer que las acciones inmorales son principalmente aquellas que causan daño físico y/o emocional, en China las personas piensan que las acciones inmorales prototípicas involucran faltas de lo que otros lugares se catalogaría como meras faltas de civismo, como escupir en la calle (Dranseika et al., 2018). Otro problema, que hemos documentado en nuestro laboratorio en un estudio reciente con poblaciones norte y suramericanas, es que aun categorías tan generales como la de lealtad pueden comprenderse de modo divergente en poblaciones diferentes (Jiménez-Leal et al., en revisión.; Murray et al., en revisión.). ¿Cómo entonces saber, por ejemplo, si en Estados Unidos y en Colombia la lealtad es igualmente importante para la evaluación? ¿Cómo saber si la evaluación es evaluación moral?
Gran parte de los estudios en psicología moral emplea dilemas morales abstractos que, justamente por no conectar fácilmente con la vida diaria de las personas, tienden a invisibilizar sus diferencias.
Finalmente, un tercer reto es el acceso a poblaciones culturalmente diversas para obtener información sobre sus intuiciones morales. Muchos de los estudios en psicología moral se hacen por medio de encuestas distribuidas a través de internet, lo que permite tener muestras de tamaños que permiten hacer estimaciones estadísticas apropiadas. El problema es que estas metodologías de muestreo tienen dificultades para llegar y ser aplicadas a poblaciones campesinas o a comunidades étnicas remotas; por otro lado, metodologías más adecuadas para llegar a ellas (por ejemplo, técnicas etnográficas tradicionales) hacen difícil el tipo de comparaciones transculturales que una psicología moral diversa debe hacer. ¿Cómo, entonces, incluir las experiencias de estas comunidades en nuestras descripciones y explicaciones? ¿Cómo evitar reproducir en escala nacional los errores de la psicología moral WEIRD?
Estos desafíos son algunos de los que tenemos por delante. Pero, en últimas, todos ellos se reúnen en uno solo que resume tanto las dificultades como las ambiciones de hacer una psicología moral diversa en Colombia, en las condicionales actuales y en conversación con la comunidad científica global: ¿cómo hacer que el conocimiento de las diferentes comunidades sobre su mundo moral tenga expresión en nuestras teorías sobre la cognición y sensibilidad moral? •
Referencias
Bago, B., Kovacs, M., Protzko, J., Nagy, T., Kekecs, Z.,… & Matibag, C. J. (2022). Situational factors shape moral judgements in the trolley dilemma in Eastern, Southern and Western countries in a culturally diverse sample. Nature human behaviour, 1-13.
Clifford, S., Iyengar, V., Cabeza, R., & Sinnott-Armstrong, W. (2015). Moral foundations vignettes: A standardized stimulus database of scenarios based on moral foundations theory. Behavior research methods, 47(4), 1178-1198.
Curry, O. S. (2016). Morality as cooperation: A problem-centred approach. In: The evolution of morality (pp. 27-51). Springer, Cham.
Dranseika, V., Berniūnas, R., & Silius, V. (2018). Immorality and bu daode, unculturedness and bu wenming. Journal of Cultural Cognitive Science, 2(1), 71-84.
Graham, J., Haidt, J., Koleva, S., Motyl, M., Iyer, R., Wojcik, S. P., & Ditto, P. H. (2013). Moral foundations theory: The pragmatic validity of moral pluralism. In Advances in experimental social psychology (Vol. 47, pp. 55-130). Academic Press.
Henrich, J., Heine, S. J., & Norenzayan, A. (2010). Most people are not WEIRD. Nature, 466(7302), 29-29.
Jiménez-Leal, W., Carmona, G., Murray, S. & Amaya, S. (En revisión). Validation of the Moral Foundation Vignettes in Latin America: Moral foundations through the lens of an instrument.
Luttrell, A., Petty, R., Briñol, P., & Wagner, B. C. (2016). Making it moral: Merely labeling an attitude as moral increases its strength. Journal of Experimental Social Psychology, 65, 82-93.
Meindl, P., Johnson, K. M., & Graham, J. (2016). The immoral assumption effect: Moralization drives negative trait attributions. Personality and Social Psychology Bulletin, 42(4), 540-553.
Morgan G, Skitka L. 2020. Evidence for meta-ethical monism: Moral conviction predicts perceived objectivity and universality across issues. Paper presented at the Annual Meeting of the SPP, New Orleans, LA.
Mueller, A. B., & Skitka, L. J. (2018). Liars, damned liars, and zealots: The effect of moral mandates on transgressive advocacy acceptance. Social Psychological and Personality Science, 9(6), 711-718.
Murray, S., Carmona, G., Vega, L., Amaya, S. & Jiménez-Leal, W. (En revisión). Loyalty from a personal point of view: A cross-cultural prototype study of loyalty.
Ryan, T. J. (2017). No compromise: Political consequences of moralized attitudes. American Journal of Political Science, 61(2), 409-423.