Nació en el año 1978; en medio del creciente desarrollo de guerrillas y con los primeros pasos del paramilitarismo. Su historia estaba escrita desde que nació. Todo parecía indicar que al ser hija del ex – guerrillero y máximo líder del M-19, Carlos Pizarro Leongómez su historia estaba condenada a la violencia, a la guerra y a un casi que predestinado final trágico. Sus primeros pasos se dieron en cárceles, en campamentos guerrilleros, y en lugares escondidos a donde la llevaban a ver a su padre, quien para su infancia era buscado en todo el país. Su infancia no fue mucho mejor. Tuvo que exiliarse en varios países, como Ecuador, Nicaragua y Francia, en donde duraba meses sin tener contacto alguno con su padre o madre. Aunque ella no participara de la guerra, esta le arrebató la posibilidad de tener una vida con su padre, le arrebató tanto como a otros. En principio, esta es una historia que parece no tener posibilidades; no obstante, María José resistió al inicio de esta historia, sin dejar de lado la carga de la herencia familiar. Pasó su juventud exiliada y estudiando hasta convertirse en artista plástica, durante este tiempo se dedicó a hacer un ejercicio de memoria en el que trató de reconstruir todos los eventos de su infancia: la angustia, el dolor, la incertidumbre. No obstante, y a pesar de lo dificil de tener la carga de ser la hija de un actor armado y a la vez víctima de esa misma violencia, María José agarró sus memorias y decidió lo que no quería seguir siendo: hija de la guerra. Cuando volvió su bandera era la bandera de la paz. Ella misma afirma que sus vivencias y lo sucedido con su padre la llevan a ponerse la camiseta para que nadie más pase por lo mismo. De esta forma, la carga herencial del dolor y la guerra lo transformó en una bandera política por la paz. Así, hoy la niña que daba sus primeros pasos en cárceles y que jugaba en las trincheras de campamentos guerrilleros, da sus pasos por el Congreso de la Republica y “juega” a debatir constantemente por la paz, implementación de los acuerdos y la memoria histórica. Hoy su historia está hecha de los retazos que dejó lo vivido en su infancia y con su padre, los cuales convirtió en un legado positivo y la convirtió en una mujer de paz. Hoy ella vive en el “Nombre del Padre”, de su padre, pero construyendo su identidad como una mujer de paz, como ella se identifica.
Referencias:
Revista Semana (2019), Especiales En el nombre del padre: María José Pizarro, recuperado de: https://especiales.semana.com/en-el-nombre-del-padre/maria-jose-pizarro.html
Hacemos Memoria (2019), Carlos, mi papá. Memorias de María José Pizarro, recuperado de: https://hacemosmemoria.org/2019/06/06/carlos-mi-papa-memorias-de-maria-jose-pizarro/
El Universal (2015), No recibí por herencia el odio: María José Pizarro, recuperado de: https://www.eluniversal.com.co/cartagena/no-recibi-por-herencia-el-odio-maria-jose-pizarro-201628-ITEU302749
Tribuna Cultura (2022), Un pacto por la libertad. Una entrevista con María José Pizarro, recuperado de: https://www.revistatribunacultural.com/maria-jose-pizarro-y-el-pacto-historico/