En esta investigación se habla de como es precioso inculcar en los primeros años una educación que desarrolle la razón y moralice el corazón, que cultive en el hombre amor por sus deberes. Amar los deberes, adquirir las virtudes, moralizar el corazón. Estos tres enunciados delimitan la inquietud central de este trabajo: el interés de la República en afianzar una comunidad de hombres virtuosos: aquellos que gobiernan y aquellos que son objeto de gobierno.