La profesora Carolina Urrego del Departamento de Ciencia Política publicó en Diálogo Chino, una plataforma de periodismo independiente, una nota de investigación que explora la percepción de la inversión China en Colombia en transporte, energía y la importancia de las aplicaciones.
Santiago de la Cadena es politólogo y economista de la Universidad de los Andes. Durante sus últimos semestres en la universidad, fue beneficiario de la Beca Dora Röthlisberger y gracias a este programa pudo finalizar ambos pregrados. Posteriormente, realizó la Maestría en Economía en los Andes, donde también recibió la beca para maestría de la Vicerrectoría de Investigaciones, y el próximo semestre comenzará el doctorado en Economía, también en nuestra universidad.
Actualmente, trabaja como especialista en desarrollo humano en el Banco Mundial. Le apasiona implementar políticas públicas y programas que tengan un impacto social positivo en comunidades vulnerables; y para esto fusiona muy bien sus dos carreras, combinando las teorías económicas y sociales, que le permiten crear y llevar a cabo programas sostenibles y consecuentes con las comunidades donde se implementan. Es un abanderado de la interdisciplinariedad.
Desde la Facultad de Ciencias Sociales, tuvimos la oportunidad de hablar con Santiago sobre su experiencia con la Beca Dora Röthlisberger, su paso por la universidad y su vida profesional. Les invitamos a conocer su historia:
¿Por qué te postulaste a la Beca Dora Rothlisberger? ¿Qué recuerdos tienes de esos momentos?
Recuerdo perfectamente esos momentos porque apliqué para poder terminar los pregrados. En cuatro años hice las dos carreras, y estaba justo en Francia en un intercambio. Mi mamá es cabeza de hogar, no somos de una familia acomodada, ni mucho menos. Entonces realmente para mí estudiar implicó un esfuerzo financiero muy grande, y lamentablemente por cuestiones de la vida hubo un período significativo de tiempo en la carrera en donde mi mamá perdió su empleo. Durante la carrera, realicé muchas actividades en la Universidad, era monitor, buscaba por todas partes recursos para poder ayudar en mi casa, creo que en la Facultad me conocían mucho por todas las actividades en las que estaba.
A raíz de ese esfuerzo, pude hacer el intercambio en Francia. Ese momento, fue el más difícil de la situación económica en mi casa, ya no había ninguna forma de que yo pudiera terminar mis últimos dos semestres de Ciencia Política. A partir de ese momento, decidí aplicar a la Beca, casi como único recurso.
Entonces mi ensayo de aplicación fue sobre la democracia y lo importante que era fomentarla, construirla y mantenerla en un país como Colombia, con una situación tan compleja en torno a la paz; creo que es realmente una necesidad muy grande. Todos los profesores sabían de mi situación; yo no iba a poder seguir estudiando, entonces antes de que saliera la respuesta, yo me acuerdo que me llamó Angelika a decirme: “quedaste seleccionado” y fue una noticia fantástica para mi casa, para mi familia.
También, en ese semestre pude avanzar en mi Maestría en Economía. Cuando empecé mi maestría ya tenía avanzado muchísimo, de la maestría solo estudié un semestre. Fue una época muy difícil, donde estudié mucho, pero me dieron también la oportunidad de reducir lo que tuve que pagar después de maestría.
¿Cómo te sentiste haciendo el doble programa? ¿Encontraste lo que buscabas en Ciencia Política y Economía?
Desde chiquito tuve muy claro que quería estudiar Economía y Ciencia Política. Yo pasé por Economía primero, pero apenas pude inscribirme en Ciencia Política me inscribí. Me acuerdo que no había cupo en Introducción a la Ciencia Política, entonces fui y le golpeé la puerta a Luis Javier Orjuela y le pedí el favor de que me dejara entrar porque necesitaba empezar la clase y yo creía que no podía empezar por otra materia, pensaba que lo primero era ver Introducción a la Ciencia Política; creo que fue tanta mi insistencia que Luis Javier me dejó entrar en ese momento a la clase.
De ahí en adelante, fue fantástico poder combinar al tiempo ambas carreras. Yo no seguí en orden el pensum, y eso me permitió aprender de dos enfoques, de dos facultades completamente distintas en muchas cosas. Llegó un momento donde tuve una crisis de identidad, no me sentía ni politólogo ni economista, porque era demasiado hippie para los economistas, -probablemente porque me gustaba mucho la sociología-, pero cuando llegaba a clases de Ciencia Política o de Ciencias Sociales, yo era la persona más de extrema derecha según ellos. Entonces fue una cosa muy interesante, poderme ver de las dos formas al tiempo y creo que la flexibilidad, la calidad por supuesto de las clases, de los profesores es tan alta que me permitió a mí ir cambiando de lo que me gustaba a lo que en este momento me parecía interesante, y después decía: “no ya no me gustó”, desde el Marxismo hasta la parte más de derecha, y todo lo que quise ver. No solo haber salido como el economista tradicional, ni tampoco como un politólogo, o un científico social, sino realmente esa mezcla ha sido lo que yo necesitaba realmente para ser y lo que me permitió al final, conectarme con el mercado del mundo laboral.
Yo casi no me voy de la Universidad, quise quedarme hasta que pude, ayudé a hacer la acreditación de la Facultad de Economía, trabajé un tiempo con Mónica Pachón de asistente, con Miguel García apoyando en LAPOP. Fueron un montón de cosas. Fui profesor en Economía de complementarias de muchas materias, siempre me parecía muy raro, porque siempre me han gustado mucho las matemáticas, ¡mucho! Entonces yo era profesor de Econometría, pero también de la Historia del Pensamiento Económico, y entonces era raro porque siempre la gente es más matemática o más teórica, y a mí me gustaban por igual ambos; por eso yo hice Política Comparada y Teoría Política.
Mi paso por la Universidad fue esencial para formar el profesional que soy hoy en día. Tuve la oportunidad de explorar realmente todo lo que la Universidad ofrecía; hice ópera, tengo opción en francés, hice todo lo que quise hacer, aprovechando también el esfuerzo financiero que mi familia estaba haciendo y que yo mismo estaba haciendo para poder pagar la Universidad. Creo que justo esa diversidad me abrió un poco la mente y me ayudó a pensar de forma distinta, lo cual es parte esencial de mi trabajo hoy en día en el Banco Mundial. Y creo que las oportunidades que tuve en la Universidad, por ejemplo, poder ser parte de un semillero, ser parte de un grupo de investigación, ser monitor; esas experiencias y esa guía que recibí, al final fueron las cosas que me ayudaron a entender un poquito qué era lo que yo quería hacer más adelante, porque como les dije, hice todo lo que pude y al final decía: “no sé muy bien qué voy a hacer después de esto, pero por ahora voy a ser feliz en el proceso”.
¿De qué se trata tu trabajo en el Banco Mundial? ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Yo trabajo en muchos temas: salud, educación, protección social, empleo, género, etc. Tengo un cargo de economista de desarrollo humano en el Banco, que es una cosa muy rara. La gente generalmente es especialista en algo: en salud o en educación, etc., somos 5 personas en el mundo, en todo el Banco Mundial que tenemos este cargo interdisciplinar. En el proceso de selección, que fue internacional, competí con muchas otras personas, y el pensamiento que la Universidad misma desde la formación me generó de interdisciplinariedad para poder pensar los temas de distintas formas, fue lo que me dio a mí la ventaja para ser el seleccionado. Empecé como consultor y ya soy un funcionario de planta, estoy muy feliz en mi trabajo. Ahora que me permiten volver a estudiar soy más feliz aún, porque para mí siempre la academia y estudiar ha sido algo muy importante.
En este momento me apasionan dos cosas. Me he enfocado mucho en lograr que los gobiernos efectivamente sean capaces de implementar las cosas; que lleven a cabo los programas y las estrategias que diseñan. Hay algo que pasa en América Latina, no sólo en Colombia, y es que somos muy buenos para diseñar y no tan buenos para implementar, entonces uno ve programas que en el papel se ven maravillosos, por ejemplo, Familias en Acción, el Programa de Nutrición Escolar, Ingreso Solidario ahora en la crisis, etc. Y cuando uno va y revisa efectivamente la capacidad que tienen los gobiernos para implementar, uno se da cuenta que todavía no está la estructura preparada para hacer una implementación adecuada; esto tiene implicaciones en la parte de la eficiencia y sobre todo tiene implicaciones sobre los ciudadanos. Es el hecho de que si yo genero una estructura de pagos de transferencias en Baloto, por definición la persona en situación de pobreza extrema que vive en la selva en la mitad del Amazonas, no tiene un Baloto cerca, entonces tiene un subsidio y nunca lo va a poder cobrar, o se va a tener que ir por un río 25 horas para poder cobrar una transferencia que vale mucho menos que lo que gastó en el transporte. Ese tipo de pensar en los servicios sociales desde el punto de vista de los ciudadanos, desde el punto de vista de la implementación es quizá lo que me apasiona hoy en día.
Lo otro es trabajar con las entidades nacionales; desde que trabajo en el Banco, estoy con el programa de alimentación escolar de forma muy cercana y he tenido la posibilidad de viajar a los lugares más remotos de este país; es allá donde uno realmente ve que es necesario fortalecer ciertas cosas en los territorios, involucrar más a las comunidades. Ahora estoy haciendo un proyecto que mi yo más joven no entendería porqué lo estoy haciendo, pero el tema es de alimentación escolar indígena, de poder garantizar que la comida que comen los niños en los colegios indígenas no sea comida mayoritaria, no sea comida que no se consume en las comunidades cotidianamente; en el Guainía en este momento están entregando cajitas de leche con quesito y cosas así, que no pertenecen a la cultura alimentaria del indígena. Y muchas veces no hay esa voz, los programas no se piensan desde las comunidades.
Entonces la parte de la comunidad, de pensar los servicios sociales desde los ciudadanos, es un poco lo que hago hoy. Mi trabajo en este momento en pandemia es apoyar al gobierno, desde la Vicepresidenta de la República, con quien me he reunido muchas veces para mirar el tema de reactivación, de la economía informal, el empleo, con los ministros, hasta con los pescadores y campesinos en las regiones que necesitan soluciones urgentes a sus problemas. Eso es lo que hago y por eso creo que mi trabajo es muy emocionante, ahorita es de escritorio, por el COVID, pero realmente yo suelo ir a los territorios a ver los proyectos. También este año tenía muchos planes de ir a la Patagonia, a mirar cómo entregan servicios sociales en el Polo, en medio de la nieve y esto lo que quiero investigar más a profundidad en el doctorado que voy a empezar.
La Feria de Publicaciones es un evento semestral que se organiza desde la Facultad de Ciencias Sociales de Los Andes, y en la que se ofrecen los libros de todos los departamentos a precios muy especiales. Aunque esta feria -que dura aproximadamente dos semanas- se lleva a cabo en el edificio Roberto Franco de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia, esta es la tercera versión que se realiza de manera virtual, y cuyos descuentos pueden aprovecharlos personas en todo el mundo.
Desde el 16 hasta el 27 de agosto del 2021, podrán disfrutar del 40% de descuento en libros de Ciencias Sociales en formato impreso (de acuerdo con su disponibilidad en nuestro stock) y adquirir todos los libros en formato digital o eBook por USD4 a través de la plataforma de libros digitales Uniandes.
Algunos libros están disponibles en formato eBook y otros en formato impreso. Para consultar el catálogo digital ingresa a esta página. Si por el contrario quieres recibir los libros en tu casa (envíos disponibles en el territorio Colombiano) consulta el catálogo en la Librería y Tienda Uniandes.
La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y el Grupo de Trabajo de Género abrieron la posibilidad de marcar un hito histórico en temas de discriminación y estigma contra personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana -VIH- dándole la posibilidad a un grupo de investigadores de varias organizaciones para incluir en la historia que se contará en el marco del conflicto armado el informe VIHdas Truncadas: Informe sobre violencias contra personas viviendo con VIH en relación con el conflicto armado en Colombia que da cuenta de los tipos de violencias que enfrentaron personas que viven con VIH a manos de grupos armados como las FARC. Este grupo de investigación estuvo conformado por José Fernando Serrano, profesor de Lenguas y Cultura de la Universidad de los Andes, Heriberto Mejía y Susana Pachón de la Corporación Caribe Afirmativo, Claudia Liliana Martínez de la Corporación Red Somos y Sofía Luna, estudiante de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.
El informe VIHdas Truncadas: Informe sobre violencias contra personas viviendo con VIH en relación con el conflicto armado en Colombia muestra que hay una persecución sistemática y de larga data sobre personas con VIH en Colombia, y que cubre diversas formas de violencias: de género, desplazamiento forzado, discriminación contra comunidad LGTBIQ+ (por la asociación entre homosexualidad y VIH), entre otras. Sumado a ello, el informe evidencia un uso económico de la discriminación por parte de los grupos armados que controlaban el territorio y entre otras cosas, los servicios de salud. El caso de Vistahermosa, en el Meta, tuvo mayor visibilidad en instancias internacionales que dentro de Colombia, lo cual evidencia la invisibilidad que la violencia contra personas seropositivas en el país.
Álvaro Miguel Rivera, activista que denunció las pruebas masivas de VIH por las FARC en Vistahermosa.
El equipo del informe y el Grupo de Género de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad planean realizar un evento público en septiembre del 2021, con organizaciones y activistas para presentar el informe. Se espera además usar el informe para actividades de incidencia ante otras instancias del Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación.
El pasado 30 de julio, la Revista académica Commonwealth & Comparative Politics, que se dedica a publicar investigaciones realizadas por personas pertenecientes a países de la Mancomunidad de Naciones que trabajan en el campo de la política comparada y los estudios jurídicos, anunció que el profesor Luke Melchiorre, originario de Canadá, será su nuevo editor para la sección de «reseñas de libros».
Cada año la Revista Dinero realiza un ranking de las mejores universidades del país, a partir de los resultados obtenidos en las Pruebas Saber Pro, examen que realizan los estudiantes cuando están finalizando sus pregrados. Este año, además de los resultados de las Pruebas Saber Pro, también se tuvo en cuenta la conexión entre la formación universitaria y el mercado laboral, a raíz de que la pandemia y el estallido social en Colombia han puesto sobre la mesa temas fundamentales para los jóvenes como la falta de oportunidades laborales, el desempleo juvenil y el bajo acceso a la educación superior.
En la presentación de este ranking se hizo especial énfasis en la relevancia y pertinencia de los programas universitarios y a partir de esto se escogieron 55 núcleos básicos de conocimiento (NBC), los cuales agrupan carreras de pregrado similares. Este año no contó con pruebas específicas de conocimiento, únicamente se evaluaron las áreas básicas: lectura crítica, razonamiento cuantitativo, competencias ciudadanas, comunicación escrita e inglés, a partir de los resultados en cada una de ellas se realizó un promedio que permitió organizar el ranking.
Los estudiantes de los programas de pregrado de Ciencias Sociales obtuvieron resultados muy destacables. Antropología, Ciencia Política, Lenguas & Cultura y Psicología obtuvieron el primer lugar dentro de sus áreas de conocimiento. Filosofía e Historia y Geografía, ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente, en sus núcleos básicos de conocimiento.
Conoce el ranking completo aquí.
¡Desde la Facultad de Ciencias Sociales felicitamos y nos sentimos muy orgullosos de todas y todos nuestros estudiantes y egresados que presentaron las pruebas Saber Pro en el 2020!
El curso Pedagogías y políticas de la reconciliación: límites y posibilidades de un concepto en debate surge en el marco de la investigación «Transformar injusticias sociales y crear nuevos acuerdos sociales: Pedagogías y políticas de la reconciliación» del profesor José Fernando Serrano Amaya, financiada por el Fondo de Apoyo a Profesores Asistentes (FAPA) de la Universidad de los Andes, y es posible gracias a la financiación de la Escuela de Cursos Virtuales (ECV) del Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ). El curso también contó con el apoyo en la coordinación de Carlos Andrés García, egresado de la Maestría de Construcción de Paz y de Lucía Guerrero, egresada de la Maestría de Estudios Culturales.
Todas las personas que participaron del curso contaban con experiencia previa en torno (o cercana) a la reconciliación, la mayor parte de estas con proyectos específicos como: medios de comunicación especializados en paz; tejido y memoria con población afectada por el conflicto armado; ampliación del acceso al teatro y los museos; organizaciones ciudadanas para la atención de mujeres victimizadas; prácticas en colegios públicos para la promoción de la convivencia y la no violencia; promoción de la convivencia barrial; facilitación para el perdón, la sanación y la reconstrucción de relaciones; entre otros.
Las personas que tomaron el curso provienen de 9 municipios de Colombia (Bogotá, Medellín, Planadas, Palmira, Cali, Bucaramanga, Cota, Mesetas y Manizales) y de 2 ciudades extranjeras (Fráncfort, Alemania, y Santa Cruz, Bolivia).
En este curso del que se han graduado 24 personas, en su mayoría mujeres, convergen estudiantes de múltiples latitudes, y cuentan con diversos perfiles profesionales, desempeñándose en organizaciones sociales, académicas, públicas y de cooperación internacional.
El curso se dividió en cinco módulos: introducción, la reconciliación como práctica social, la reconciliación en las políticas públicas, la reconciliación como pedagogía social y sesión de cierre y conclusiones, cuya última sesión estuvo liderada por Eliana Aldana Sánchez, de la facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes, quien mostró el trabajo de reconciliación desde el arte.
El planteamiento educativo del curso estuvo sustentado en las estrategias de Case Based Learning y Reflecting on Peace Practice, motivo por el cual se dio especial importancia a la reflexión en torno a la reconciliación partiendo de las experiencias compartidas entre los estudiantes y entre los estudiantes y los expositores. Cada módulo del curso contó con contenido y actividades tanto autónomas (asincrónicas) como de presencialidad virtual (sincrónicas). Asimismo, hubo un total de 6 sesiones de presencialidad virtual y 3 de trabajo autónomo (videos de personas expertas).
Se desarrolló el tema de manera multidisciplinaria, por medio de expositoras y expositores con experticia en trabajo en torno a la reconciliación desde la academia, la religión, la función pública, las organizaciones sociales y la cooperación internacional.
El trabajo final consistió en la elaboración de textos finales de manera individual. En estas, los participantes reflexionaron en torno a la forma en cómo están entendiendo la reconciliación en sus proyectos, las acciones precisas que están ejecutando para alcanzar sus objetivos y los conocimientos adquiridos a lo largo del curso que pueden potenciar estos esfuerzos.
El pasado 25 de junio se llevó a cabo un conversatorio que conmemoraba los 71 años de la Guerra de Corea. 5100 hombres del Batallón Colombia, llegaron a brindar apoyo en el importante conflicto bélico entre Corea del Sur y Corea del Norte, que ocurrió en el marco de la Guerra Fría entre los años 1950 y 1953.
En el evento se retrató la historia a través de anécdotas de sus protagonistas; el conversatorio contó con la participación del Coronel Guillermo Rodríguez Guzmán miembro ASOVECOR, el Suboficial Jefe Jaime Álvarez de la Armada miembro de ASOVEXCOR, el Soldado Álvaro Lozano Charry presidente de ASCOVE, y el Soldado Gustavo Poveda miembro de FUNVECOREA, todos veteranos de la guerra. Además también estuvieron presentes: Diana García López como presidente y representante legal de FUNVECOREA y miembro suplente de la junta directiva de ASCOVE, el Teniente Coronel Hyunsoo Seo, agregado militar de la Embajada de Corea, y nuestra profesora Carolina Urrego Sandoval, como moderadora del evento.
Este conversatorio tenía como propósito crear un espacio donde se resaltara la vida y obra de los veteranos del ejercito, que con mucha valentía y sacrificio han defendido al país y le han servido a la nación, dejando el nombre de Colombia en alto.
Conoce el proyecto de investigación «Cooperación económica y comercial entre la Alianza del Pacífico y Corea del Sur», dirigido por la profesora Carolina Sandoval. El proyecto explora las características y la evolución de las iniciativas de comercio, inversión y cooperación entre Corea del Sur y los Estados miembros de la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia, México y Perú.
Encuentra más información aquí: https://ap-kf.uniandes.edu.co
La mayoría de ustedes están por iniciar una nueva etapa de su vida que supone enfrentar nuevos retos, pero espero que este momento no se entienda como una despedida. Obtener un titulo profesional más que el fin de un proceso, es el comienzo de un nuevo ciclo, algo así como un ritual de iniciación.
No se trata entonces de dejar atrás una etapa superada; por el contrario, espero que su paso por la Facultad de Ciencias Sociales los acompañe siempre y que en un sentido más profundo sigan siendo estudiantes, investigadores, exploradores del fascinante mundo de la cultura, de la política, de los sentimientos, del pasado, del presente y del futuro de la sociedad.
Muchos de ustedes dejarán las aulas y las tareas académicas, pero confío que su paso por la facultad les haya permitido cambiar, crecer y pensar de manera distinta, más rica y rigurosa. Cada clase o seminario al que asistimos, cada lectura que hacemos, cada ensayo que escribimos nos cambia un poco. Aprender o comprender, nos enseña la filosofía hermenéutica, es una forma de auto-comprensión, una forma de auto-transformación.
Hoy, posiblemente ven con cierta extrañeza las personas que eran hace unos 4 años cuando ingresaron a la universidad. Me gustaría preguntarles que los motivó a estudiar psicología, ciencia política, filosofía o historia… sospecho que no tuvo mucho que ver con presiones familiares ni tenían en mente ser millonarios; tal vez creyeron que podrían ayudar a construir un mundo mejor. Una muy buena razón.
Las ciencias sociales, por su naturaleza, por ocuparse de las dimensiones humanas de la realidad, son siempre reflexivas, no importa la disciplina, siempre estamos obligados a pensar con cuidado como llegamos a ser lo que somos, cómo podemos cambiar, y de cierta manera nos ocupamos de nosotros mismos. Tal vez por eso, por nuestra particular vocación critica y reflexiva, el país y el mundo, más que nunca, necesitan de científicos sociales como ustedes. Y no necesariamente porque tengamos las respuestas y mucho menos porque seamos la voz de una unica verdad, más bien porque estamos entrenados para reconocer la complejidad de los problemas y tenemos mayor cautela antes de emitir juicios o tomar decisiones, porque no tragamos entero.
En un famoso y muy citado texto, Immanuel Kant, se refiere a la Ilustración como la mayoría de edad de la cultura Occidental, el momento en que nos liberamos de cualquier forma de autoridad dogmática. En este texto Kant hace uso de la expresión latina “SAPERE AUDE” (atrévete a saber, a pensar por ti mismo, a tener puntos de vista propios).
En este sentido, la universidad, nos guste o no, es una institución irremediablemente Ilustrada y esta invitación de Kant sigue vigente en todos los salones de clase, en todos los proyectos de investigación, y mi esperanza es que este lema de pensar con rigor y libertad sea el más importante legado de su paso por la Facultad. Dejar los salones de clase y la obtención de un titulo académico, podría interpretarse como una invitación a aceptar la mayoría de edad, ya no hay maestros a quien preguntar por la respuesta correcta, ya no hay quien apruebe o repruebe nuestros argumentos. De alguna manera el diploma es un voto de confianza en sus propias capacidades, en su propio juicio.
La única convicción política en la que creo sin posibilidad de dudas es en la importancia de la Educación. Si en algún tema está en juego el futuro de un país y del mundo en general, si existe un frente de relevancia social incuestionable, que está relacionado con todos los posibles proyectos políticos; indispensable para cualquier sueño de equidad y democracia, es la educación. Pero no simplemente como un medio para la instrucción, más bien quisiera entender la educación como un espacio para el diálogo, de respetuosa confrontación de diversas formas de pensar.
El gran reto de la docencia no es la instrucción o la trasmisión de conocimientos, para eso hay manuales, textos, enciclopedias, y sitios en la web atiborrados de datos y de información. Mucho más difícil, interesante e importante, es inculcar y celebrar el derecho de hacerse preguntas y buscar respuestas, de controvertir, de escuchar, de aprender de otros, de compartir sus conocimientos y experiencias.
El desarrollo de un pensamiento crítico y autónomo es justamente lo contrario al dogma y está estrechamente relacionado con el reconocimiento y el respeto tanto de sí mismo como de los demás.
La universidad de los Andes ha defendido la excelencia como una de sus mayores virtudes. No obstante, el ideal de la excelencia solo tiene sentido en un contexto específico, claro un contexto necesariamente global, pero irremediablemente local. En otras palabras, no existe excelencia sin pertinencia. Algo o alguien es pertinente cuando hace parte de algo mayor. El término de hecho comparte sus raíces con el verbo pertenecer, pertenecer a un lugar, a un tiempo, a un género, a un grupo social. Un serio error y un lugar común, es la creencia de que para que el conocimiento sea legítimo y de alta calidad, no debe pertenecer a ningún lugar.
El aislamiento académico no es, como algunos pueden defender, garante de neutralidad, y tampoco, una fortaleza epistemológica; es más bien una debilidad tanto científica como política. La reclusión en torres de marfil es una situación indeseable e insostenible.
No creo en absoluto que la Facultad de Ciencias Sociales esté de espaldas al país, hacemos parte de su historia y de su futuro; pero también creo que uno de nuestros mayores desafíos, dentro y fuera de la Universidad, está en cultivar conexiones cada vez más robustas y efectivas con los retos del lugar y el momento del que hacemos parte. Ustedes son parte de ese gran proyecto de construír un mundo mejor. El lugar y el momento en que ustedes están recibiendo su diploma como profesionales en algún programa de la ciencia social no es el más comodo ni el más fácil. Estamos viviendo momentos difíciles, en mi opinión estamos siendo testigos de un cambio histórico de gran envergadura. Testigos no es la palabra, la elegí mal, testigo podría entenderse como un observador pasivo, pero no es el caso, no puede ser. Lo que nos depare el futuro está en nuestras manos, más que testigos debemos ser actores, protagonistas si se quiere de la construcción del futuro que queremos para nosotros, para nuestros hijos, para el planeta.
Sus conocimientos y su capacidad crítica es un privilegio y también una responsabilidad. Lo que podemos o dejemos de hacer como individuos podría parecer insignificante. El rector hace un rato nos decía que “El hombre planea y dios se rie” (tal vez hay algo de cierto, pero nuestro rector se refería de manera anecdótica a la fallida planeación de esta ceremonia, no al papel de la universidad y del mundo académico. De hecho, un mensaje central de nuestro plan de desarrollo institucional supone un reto mayor: “transformas vidas para transformar la sociedad”.
Nicolás de Macchiavello, o mejor el mundo moderno en general, nos dejó una herencia que no ha sido fácil de asumir y la cual no podemos declinar: el destino de la humanidad es un asunto humano. Hoy el destino del planeta es un asunto humano. Sin ir tan lejos, el destino del país es un asunto nuestro.
Esa mayoría de edad a la que se refería Kant, nuestro derecho y capacidad de pensar, de discernir, de crear, de actuar, es nuestra mayor riqueza a la cual, me atrevo a pedirles, no renuncien nunca.
Su futuro les pertenece.
Decano, Profesor Titular
mnieto@uniandes.edu.co
Ext.: 2523 | Oficina: G-411
A través de diferentes formatos, como textos, imagenes y vídeos, lxs estudiantes del curso Pensamiento político afrodiaspórico reflexionaron en torno a sus experiencias durante el paro nacional, relacionando sus vivencias con el pensamiento africano y afrodiaspórico. Te compartimos la algunos extractos del fanzine:
El fanzine es el resultado de un trabajo colectivo realizado por lxs estudiantes del curso Pensamiento político afrodiaspórico, dictado durante el primer semestre académico del 2021 en la Universidad de Los Andes. La idea de realizar una publicación que reúna las reflexiones de lxs integrantes del curso surgió a raíz del Paro nacional. Este ejercicio de reflexión fue incentivado por las iniciativas estudiantiles, especialmente por la asamblea estudiantil de la Facultad de Ciencias Sociales de Los Andes, en donde se decidió que la Facultad se uniría al paro.
El recurso al paro nos ha permitido entender que parar no es dejar de pensar o permanecer inactivas, sino suspender el ritmo normal de las actividades para, en primer lugar, acoger las voces de los “testimonios radicales”; esto es, de las víctimas a quienes las posibilidades de realizarse y de acceder a medios materiales de subsistencia convenientes les ha sido impedida “por la mecánica de un orden social que le da a otros de manera superabundante los medios para desarrollarse sin límites predeterminados” (F. Eboussi Boulaga) .
Se ha tratado de un momento para abrir un lugar a la escucha del sufrimiento de aquellxs que desde hace tiempo luchan y resisten en contra de múltiples formas de violencia y desposesión. El paro ha sido también la oportunidad de preguntarnos de qué manera la academia y la teoría política han contribuido a perpetuar estas violencias y de qué manera la teoría puede contribuir a visibilizarlas y denunciarlas. La pregunta que ha ocupado nuestras reflexiones las últimas semanas es: ¿Cómo podemos rehumanizar la academia y enraizar nuevamente el pensamiento en la sociedad de la cual nunca debió desconectarse? Finalmente, el paro nos ha permitido abrir el lugar a una reflexión colectiva, situada y sentipensada acerca de cómo podemos sentar las bases para fundación de una comunidad política.
En este contexto, y después de un diálogo colectivo con lxs estudiantes del curso, llegamos a la conclusión que el pensamiento africano y afrodiaspórico nos brinda unas herramientas muy potentes para responder a estas preguntas, para labrar caminos que nos permitan salir del círculo infernal de la violencia y para experimentar nuevas formas de hacer política y de pensar la política. Si partimos de la idea que la crisis que estamos atravesando revela la falla en la función vital de tejer relaciones con lxs otros (humanos y no-humanos) y constituye un síntoma de un proceso de deshumanización social, el recurso a los pensamientos afrodiaspóricos aparece como casi lógico.
En efecto, una de las preguntas que atraviesa estos pensamientos es la de ¿por qué y cómo se ha efectuado la deshumanización del hombre por el hombre? Pregunta que implica esta otra: ¿Qué significa ser humano? Partiendo de la experiencia vivida de los pueblos negros, del lado más oscuro de la modernidad, lxs autores de las tradiciones afrodiaspóricas responden estas preguntas, revelando los aspectos más crueles de nuestras sociedades, dimensiones que de otra forma permanecerían opacas. En ese sentido, los pensamientos africanos y afrodiaspóricos no sólo nos permiten entender las opresiones vividas por los pueblos negros, sino que – operando a la manera de un espejo – nos devuelven una imagen compleja y profunda de la manera como funcionan nuestras sociedades y las violencias sobre las que se han construido pero que han sido sistemáticamente ocultadas. Parafraseando a A. Césaire, podemos decir que una de las lecciones más duras y contundentes del pensamiento africano consiste en mostrarnos que la colonialidad (lado oscuro del capitalismo) “deshumaniza al hombre incluso mas civilizado; que el [opresor], al habituarse a ver en el otro a la bestia, al ejercitarse en tratarlo como bestia para calmar su conciencia, tiende objetivamente a transformarse él mismo en bestia”. Es por esto que los análisis sobre la vida psíquica del poder y del racismo de Fanon, las explicaciones de las formas como opera el patriarcado sobre los cuerpos racializados de A. Davis, las críticas de los feminismos blancos de bell hooks, la teoría del racismo ambiental de Bullard (por mencionar sólo algunos aportes trabajados en el curso), constituyen herramientas preciosas para comprendernos hoy como sociedad y entender lo que nos está pasando.
Pero la importancia de los pensamientos africanos y afrodiaspóricos no se limita a su dimensión crítica, su potencialidad liberadora se encuentra también en su capacidad de proponer rutas alternativas para humanizarnos y formar colectivamente nuestra agencia histórica. ¿Cómo salir del impase de la violencia infernal de la que no hemos logrado salir en toda nuestra historia como sociedad colombiana? Los análisis de Fanon sobre la violencia y la contra-violencia, la filosofía de la no-violencia del Dr. King, las propuestas de los feminismos negros y las reflexiones sobre las tradiciones críticas de Eboussi Boulaga abren el espacio a otros posibles. Estos posibles podrán realizarse porque han existido en nuestras geo-historias, sólo hace falta desocultarlos para hacerlos entrar en el ámbito de lo creíble y, así, de lo deseable. Creemos que sólo el trabajo reflexivo, crítico y decolonial de lo que hemos forcluido permitirá un cambio en la direccionalidad de nuestro deseo; sólo así podremos abrir las puertas y salir de la gran noche en la que hemos estado sumergidxs. Los pueblos negros llevan siglos realizando esta ardua tarea, es el momento ahora de escuchar, aprender y dialogar… por cada unx de nosotrxs y no sólo por ellxs.
Lina Álvarez, profesora del Departamento de Ciencia Política.
Laura Trujillo, monitora del curso.
La estudiante de Sharon Hernández cursó Teorías de lo Internacional con el profesor Víctor Mijares, durante el primer semestre de 2021. Para su coloquio final, Sharon trabajó el tema de la identidad en un mundo globalizado. Una parte de sus reflexiones finales fueron publicadas en el diario La República, el pasado domingo 20 de junio.
El texto, titulado «La politización de las identidades», puede leerse aquí.
Universidad de los Andes | Vigilada MinEducación
Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964.
Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 MinJusticia.
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