El grupo de investigación y semillero Geografías del Poder gira alrededor del dominio y entendimiento del espacio, tanto en su dimensión física como social, para obtener las herramientas e información necesarias que nos permitan mayor claridad y entendimiento al abordar las relaciones socioespaciales. Es decir, explorar y entender cómo las personas y grupos (tanto material como simbólicamente) habitan, organizan, entienden, usan, ocupan, apropian, conciben y construyen sus entornos espaciales.
Por tanto, el grupo de investigación y semillero tiene como objetivo principal formular investigaciones y trabajo aplicado para incidir en nuestra sociedad y comunidad. Lo anterior, para de forma teórica y práctica conocer y aplicar las herramientas metodológicas y conceptuales que la geografía brinda para explorar las fuerzas físicas y humanas que configuran el desarrollo y el cambio social y ambiental en nuestro complejo e interdependiente planeta. Consecuentemente, el accionar del grupo de investigación se sostienen principalmente en trabajo de campo.
Basado en lo anterior, las acciones y alcances del grupo de investigación y semillero son:
- la caracterización territorial
- el análisis cartográfico
- los planes de manejo alternativos
- la recolección de datos socioespaciales
- la georreferenciación y los sensores remotos
- la producción de material cartográfico
- los conflictos territoriales
- las dinámicas limítrofes y fronterizas
- las dinámicas y procesos de movilidad humana
- las dinámicas y procesos de conservación de la naturaleza en conjunto a la ocupación social
Siguiendo estos lineamientos desde el grupo de investigación y el semillero hemos adelantado diversos proyectos de investigación, así como trabajo comunitario, desde donde ponemos en práctica, así como también ponemos al servicio de las comunidades, los conocimientos y herramientas que la geografía puede ofrecer.
El grupo de investigación está conformado primordialmente por estudiantes y egresados de la Maestría en Geografía. Por su lado, el semillero está integrado por estudiantes de pregrado de diferentes carreras de la universidad (historia, ciencia política, antropología, ingeniería ambiental, geociencias).
Investigaciones
El crecimiento urbano de Bogotá ha estado influenciado por condiciones estructurales de desigualdad. En este contexto, la estructura urbana de la ciudad está creando un entorno de segregación, donde una parte importante de la población se ha establecido en zonas informales en la periferia. Este panorama es más complejo, ya que la mayoría de estas partes informales de la ciudad son consideradas como zonas de alto riesgo no mitigable (inundación, remoción en masa). El Plan Maestro Urbano de Bogotá (Artículo 294) estipula que la población ubicada en áreas en riesgo está sujeta a acciones de reubicación. Esto implica que parte de la población de la ciudad tendría que abandonar lo que han sido sus hogares durante generaciones, para ser reubicados en otras partes de la ciudad.
Desde el semillero de investigación estamos interesados en explorar y entender las iniciativas de resiliencia que estas comunidades han puesto en marcha para enfrentar el riesgo y permanecer en su territorio. Por tanto, nuestros objetivos son identificar cómo las iniciativas y acciones comunitarias han mitigado con éxito el riesgo, permitiéndoles habitar el área, y comprender cómo estas iniciativas y acciones han transformado socioespacialmente el territorio.
Colombia es uno de los países con más personas internamente desplazada en el mundo, siendo el país con mayor población desplazada en América Latina. Sin embargo, la movilidad humana no solo significa el desplazamiento de personas, bienes tangibles y simbólicos, sino que también produce una constante desterritorialización y reterritorialización de percepciones, sentimientos y memorias.
Desde esta perspectiva el grupo de investigación explora las organizaciones territoriales y espaciales y la reafirmación identitaria que ocurre en los procesos de movilidad. A través de la experiencia de actores reales a diferentes etapas del movimiento de desplazamiento, se busca dramatiza una de las tragedias más significativas de la movilidad humana; la desterritorialización que ocurre entre los individuos y su territorio, lo cual no solo causa un desplazamiento físico, sino que significa la irrupción de identidades y modos de vida. Es decir, el desarraigo de las personas de su territorio y proyecto de vida.
Como parte de la ocupación social resultan diferentes configuraciones territoriales, ya sean definidos por el gobierno (político-administrativos) o por los individuos (comunitarios). Estos territorios requieren de una delimitación clara para su asegurar su existencia y funcionamiento, ya que la falta de tal delimitación clara y técnicamente reconocible es potencialmente conducente a conflictos por interpretaciones unilaterales o por confusiones limítrofes.
Desde el grupo de investigación hemos diseñado una metodología para el abordaje político, técnico y social de actividades de delimitación territorial y manejo de conflictos limítrofes. Nuestra estrategia busca generar un marco estratégico y operativo que logre iniciar procesos más sistemáticos en la delimitación territorial y en la solución de problemas sociales, políticos, geográficos, administrativos y otros, derivados de conflictos territoriales que desembocan en situaciones de conflicto en las que priman las interpretaciones unilaterales y la confusión limítrofe, pero, sobre todo, la incertidumbre de las poblaciones afectadas. Esta perspectiva toma en consideración factores técnicos y sociales. Un abordaje que permite entender las lógicas y fundamentos de los diferentes reclamos espaciales, entendidos desde relaciones sociales, apropiaciones espaciales, así poniendo presente consideraciones de jerarquía, autoridad y estructural social.
Los esfuerzos guiados a la preservación de espacios con alto valor ecológico han guiado diferentes agendas de conservación en beneficio de la generación de servicios ecosistémicos, resultando en la organización de áreas protegidas. Por lo general, estas áreas se constituyen bajo ideas espaciales y legales que abarcaban visiones conservacionistas del medio ambiente y, por tanto, producen una concepción de espacios prístinos congelados en el tiempo. Esta concepción en muchas ocasiones representa a los habitantes al interior de estas áreas protegidas como invasores y potencialmente peligrosos para la conservación. A pesar de esto, localmente, el territorio ha sido construido social y espacialmente a través de prácticas y concepciones cotidianas de las personas que habitan estos lugares. Esto hace que la visión actual de conservación del Estado esté en conflicto con la lógica territorial de las comunidades al interior de las áreas protegidas. En este sentido, debido a que la concepción espacial del gobierno se construye y concibe a través del conocimiento técnico producido por agentes estatales, las comunidades necesitan buscar herramientas técnicas para traducir su conocimiento en una lógica espacial capaz de impugnar los mecanismos de gobernanza del Estado. Desde el grupo de investigación desarrollamos y aplicamos herramientas cartografíalas y de Sistemas de Información Geográfica (SIG) como instrumentos para transformar y traducir el conocimiento local en insumos técnicos que sitúen al mismo nivel estos dos modos espaciales en competencia. Con el fin ultimo de explorar formas alternativas que puedan conciliar los intereses de conservación y la permanencia y desarrollo de las actividades humanas, partiendo del reconocimiento de la importancia que tiene la conservación, a la vez que se toma en cuenta el mantenimiento de los modos de vida de las comunidades asentadas en este tipo de zonas.
El modelo actual de desarrollo de Colombia, con sus ejes centrales en la industria extractiva y la agroindustria, ha generado cambios drásticos en los proyectos de vida y procesos de construcción de lugar de los individuos y comunidades a lo largo y ancho del país. Como consecuencia, se han transformado y reorganizado el paisaje físico y cultural, así afectado proyectos de vida y proceses de construcción de lugar de individuos y comunidades. Estas transformaciones van acompañadas en gran medida de la limitación de la libre circulación por el espacio, así como acceso restringido a ciertos recursos, como el agua, los bosques y las tierras comunales, entre otros. Así mismo, los cambios en el paisaje y el control territorial relacionados a dinámicas de acaparamiento territorial pueden ejercer presión económica, la cual también podría incidir en despojo y desplazamiento de campesinos.
Desde el grupo de investigación buscamos influenciar el debate para entender que el acaparamiento territorial es un punto central frente al modelo de desarrollo que ha seguido el país. Es evidente que el modelo actual está en claro conflicto con las territorialidades campesinas y locales existentes en Colombia. Así entonces, el entender y abordar las dinámicas de acaparamiento territorial toma mucha más importancia en un país donde el 70 por ciento de los alimentos que se producen vienen de pequeños campesino; en donde 5,8 millones de hectáreas (más de lo que hay sembrado en comida) han sido otorgadas dentro de los 9.000 títulos mineros vigentes y hay 20.000 nuevas solicitudes; en donde alrededor del 2,5% de la tierra apta para agricultura está sembrada de biocombustibles como caña y palma; y donde de las 34 millones de hectáreas que se han titulado a las comunidades indígenas y afrodescendientes apenas 3 millones son aptas para la agricultura ya que el resto es selva y bosque protegido.