Los análisis de la arqueología emprendidos recientemente por varios arqueólogos en el país, han contribuido a que cada vez conozcamos con mayor precisión la forma como se ha llevado a cabo la práctica disciplinaria y sus fundamentos conceptuales. Sin embargo, también es necesaria una reflexión contextual que permita entender sus relaciones interdiscursivas e interinstitucionales. Desde tal perspectiva, este libro indaga sobre la legitimación y la deslegitimación del poder de la disciplina en el doble contexto de la postmodernidad y de la insubordinación de saberes históricos; por lo tanto, este no es un estudio disciplinario de la arqueología sino de sus efectos de poder en el mundo contemporáneo. En opinión del autor, el ingreso de la arqueología a un orden postcolonial (crítico y autoreflexivo) sólo será posible en el marco de la multivocalidad histórica, en la que el relativismo juega un papel determinante.