Este libro contribuye a examinar, desde una perspectiva histórica, el lugar de negros e indígenas en los procesos de construcción nacional en América Latina. Tal lugar ha estado definido por una posición subalterna mediada por clasificaciones raciales. Asimismo aporta discusiones sobre tres grandes temas: la forma en que las naciones fueron pensadas por las élites en términos racializados, otorgando ciertos lugares a indígenas y negros e influenciando políticas públicas de diverso orden, el rescate de las acciones y voces de aquellos grupos marginalizados en parte por su adscripción racial y la reflexión sobre el concepto mismo de raza, que, aunque muy utilizado, no es siempre objeto de análisis.