Normalmente pensamos en el “espacio para la bicicleta” en la ciudad como la infraestructura física donde es apropiado, seguro o deseable montar en bicicleta (ciclorrutas, parqueaderos para bicis, etc.). En diálogo con la geografía urbana, y a partir de nuestras investigaciones en diferentes ciudades de América Latina, proponemos ampliar nuestro imaginario de cómo hacerle espacio a la bicicleta a través de tres tipos de espacios: 1) los espacios temporales y experimentos urbanos que permiten la institucionalización de la bicicleta a largo plazo; 2) los espacios de la política pública mediante los cuales la bicicleta se convierte en objeto de deseo para los planificadores urbanos; y 3) los espacios activistas que permiten los cambios sociales y culturales necesarios para avanzar hacia la ciclo-inclusión y la equidad urbana. Creemos que esta conceptualización más amplia del espacio para la bicicleta nos permite pensar en cómo la transición hacia la movilidad urbana sostenible requiere mucho más que la construcción de infraestructura.
Discuten:
Para el evento es recomendable leer el siguiente capítulo del libro: