En sobre el arte moderno vemos a Klee en la difícil posición de un artista que quiere insistir en la capacidad de sus obras para hablar por sí mismas; pero que sabe, a la vez, de las dificultades que el público puede encontrar para aproximarse por primera vez a composiciones que desafías supuestos ya arraigados acerca de la obra de arte. Este texto es, por tanto, junto con todos esos gestos artísticos que son las obras de Klee, una invitación a mirar de otra manera, a dejar que las obras nos interpelen y a participar del diálogo que ella inauguran.