El concepto de la persona es fundamental en muchos debates comtemporáneos en la filosofía, sobre todo en la ética pero también en problemas metafísicos como el de la “identidad personal.” Pero a lo largo de la historia de la filosofía el concepto de la persona ha sufrido varios cambios. Hoy en día solemos pensar que con la palabra nos referimos a lo que es más esencial a nosotros: nuestra racionalidad, nuestros derechos, etc. Pero originalmente la palabra no significaba nada más que “máscara” o “papel teatral») y los estoicos son los primeros en usarla para designar no la esencial del ser humano sino su papel social. Según los estoicos cada ser humano tenía varios papeles en el “gran teatro del mundo” que determinaban sus varios deberes, pero la marca de un sabio era no identificarse con sus papeles sino actuarlos con “indiferencia.” El sabio estoico, según su persona, puede ser hombre o mujer, esclavo o libre, romano o bárbaro, pero eso no tenía que ver con su esencia como ser humano y racional. La afirmación de la esencia impersonal era para los estoicos era la tarea ética fundamental del ser humano.