Con el paso de los años, se impuso una visión de los indios de las tierras bajas de Colombia como gente «caribe», en el sentido de sociedades aguerridas y antropófagas, sin Dios ni ley; las sucesivas guerras de conquista de los territorios indígenas, reforzaron esta imagen caníbal de los pueblos de los valles interandinos de Colombia. En realidad, el prejuicio sobre la condición «caribe» de estos pueblos forma parte de una tradición hispana más amplia, fundada por el mismo Colón al escribir sobre la existencia de «feos» hombres, armados con arcos y flechas, comedores de carne humana, en algunas islas de las Antillas.