Editorial
Virginie Laurent
¿Vivir juntos, iguales y diferentes, en paz?
Vivir juntos: probablemente no habrá actividad más evidente cuando de sociedades humanas se trata. No obstante, desde hace algunos años, este fenómeno aparentemente tan natural se ha convertido en un concepto con nombre propio, objeto de análisis y fuertes connotaciones políticas. El “vivir juntos” no solo se da, así no más. También puede prestarse para debates. Sobre todo, debe entenderse como un aprendizaje.
A finales de la década de 1990, el sociólogo Alain Touraine hacía la pregunta: “¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes”, en un mundo cada vez más marcado por la influencia paralela de la ley del mercado y del resurgimiento de afirmaciones identitarias frecuentemente contradictorias. Progresivamente, la expresión entró en el vocabulario común en Francia. La necesidad de pensar –y no solo “padecer”– el vivir juntos llegó a ser reclamada en nombre de un mayor respeto de diferencias étnicas, religiosas, regionales o de orientación sexual que el principio de la –supuesta– igualdad nacional ya no alcanzaba a borrar de la esfera pública. Aunque la referencia al vivir juntos pudo también ser tachada de limitarse a una receta retórica “de cajón”, heredada del modelo multicultural estadounidense al que escaparía la excepción Francesa –defendida, siempre, en nombre de la sacrosanta República.
Paralelamente, la profunda crisis social que quedó al descubierto tras la matanza de “Charlie Hebdo” y los atentados del 13 de noviembre en el año 2015, contribuyó para demostrar que tampoco tendría cabida el “entre sí” –otra fórmula consagrada del hablado galo de las últimas décadas–. “Entre sí”, debe leerse como el encierre identitario. A veces impuesto por estigmatizaciones y cierta “ghettoización” con base en desigualdades en el acceso a recursos políticos, económicos, culturales, educativos y de salud –tales como las que afectarían en mayor proporción a los habitantes de los suburbios, a ciertos franceses “procedentes de la inmigración” y/o a la “comunidad musulmana”. Pero también “entre sí” otras veces reivindicado como medida defensiva frente a amenazas exteriores –tales como las que inquietarían a la “comunidad Francesa”, a los “franceses de pura cepa”. Y de repente, aún, “entre sí” para quienes lograrían escapar al malestar de ambiente y considerarían que no habría nada que hacer. En últimas, un “entre sí” que dejaría poca chance de interlocución dentro del ámbito nacional y que oscurecería el futuro próximo del tejido social.
Panorama complicado para el caso francés, el cual además solo es un ejemplo de los difíciles retos que afectan hoy varios otros países europeos. Mientras tanto, del otro lado del Atlántico, la experiencia de Colombia se destaca por ir en una dirección seguramente igual de compleja pero más alentadora, con aires de lo que –me parece– puede dar buenos ejemplos a seguir.
A pocas semanas de celebrar un cuarto de siglo para la Constitución de 1991 vale recordar una vez más la fuerza que habrá tenido esta para la enseñanza del vivir juntos. Es de resaltar su capacidad discursiva, para ratificar la pluralidad y la multiculturalidad del país. Pero sobre todo, cabe insistir en su incidencia concreta: para promover el respeto de la diversidad y la igualdad en la(s) diferencia(s); aún más, para invitar a la concertación.
Así, en varias oportunidades, los jueces constitucionales han llamado a preservar los derechos fundamentales y demás principios de no discriminación de las personas, acreditados en la Magna Carta. Han recordado al Estado su responsabilidad al respecto. Desde el Ministerio del Interior se han instaurado instancias y procesos de comunicación con las “minorías” – sexuales, indígenas, afrodescendientes, roms. Entre otros aspectos, se han institucionalizado reuniones alrededor de una Mesa Permanente de Concertación Nacional para asegurar negociaciones estatales con los pueblos indígenas así como una Consultiva Nacional con las comunidades afrocolombianas. A través de estas han venido perfilándose puntos de acuerdos, relativos a tierras, autonomía o consulta previa por ejemplo. Mal que bien, aunque con bloqueos, peleas e incertidumbres, también a “golpes” de movilizaciones sociales, las conversaciones siguen rigiendo.
En el mismo orden de ideas, la otra esperanza de Colombia se enfoca por supuesto en la paz. No solo la que posiblemente se firmará pronto –lo cual, indudablemente, será un primer gran paso. Pero, más bien, la que irá construyéndose, consolidándose, en el día a día en el mal llamado “post-conflicto”. Los conflictos no desaparecerán, de hecho son parte de la esencia del vivir juntos, de la política. Pero formulemos el deseo que se den en adelante sin armas y a través de diálogos que, ojalá, no acaben en La Habana.
Si lugar a dudas podría ser allí la mejor condición para efectivamente aprender a vivir juntos, iguales y diferentes, en paz.
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El impeachment de Dilma: Brasil bajo juicio
Por: Simone Pitta (s.souto10@uniandes.edu.co)
El 12 de mayo, el Senado brasileño decidió, por 55 votos contra 22, aceptar la decisión de la Cámara de Diputados de apartar a la presidenta Dilma Rouseff de su cargo. Dilma es la segunda jefa de Estado del país en enfrentar un proceso de impeachment desde la redemocratización del país, 24 años después de la caída de Fernando Collor. El vicepresidente Michel Temer del PMDB, partido de la coalición, asumió interinamente la presidencia y en la última semana presentó su equipo de ministros, entre los cuales siete están siendo investigados por corrupción en la operación Lava-Jato*.
El juicio político en el Congreso, presidido por el ministro-jefe de la Corte Suprema, tendrá una duración máxima de 180 días en que la presidenta será juzgada por crímenes de responsabilidad**. Los pronósticos para Dilma no son favorables. La prensa y el congreso parecen estar preparando el ambiente para un gobierno pemedebista hasta diciembre de 2018. A diferencia del juicio de Collor, en el que una amplia mayoría aprobaba el proceso, en el caso de Dilma lo que se observa, a través de las protestas en las calles en defensa de la democracia, es una fuerte polarización. No necesariamente entre militantes del PT versus los de la derecha, pues en últimas lo que hay es un divorcio entre sociedad y clase política. El sistema representativo va de mal en peor con los escándalos de corrupción que envuelven a varios partidos y congresistas, incluso a los presidentes del Senado y la Cámara (este último recientemente apartado de su cargo por la Corte Suprema).
La polarización es más social que partidista. No solamente Dilma está en juicio sino el sistema político brasileño también. Políticas sociales del gobierno PT, como Bolsa Familia y la movilidad social de la clase C, la corrupción crónica de la administración pública, la relación entre el legislativo y ejecutivo, la mala gestión de los recursos públicos e incluso la necesidad de la democracia, son temas de contestación pública que develan una crisis profunda de representación y legitimidad. En el corto plazo, con el gobierno Temer estamos aún más lejos de llegar a un consenso. Una encuesta realizada en abril por el Datafolha muestra que 58% de los entrevistados está a favor de un impeachment para Temer también.
En un documento elaborado en octubre del año pasado, llamado Puente para el Futuro, Temer convoca la unidad nacional con propuestas sobre un fuerte ajuste fiscal, reducción de los ministerios y cargos públicos y alteraciones en el sistema de seguridad social y de los derechos de los trabajadores. La respuesta es fundamentalmente una forma de retomar las riendas de la economía bajo un lema antiguo y conservador de orden y progreso, que más parece un puente hacia el pasado. La crisis de representación sumada a la económica, el desplome del PIB de -3,4 en 2015 y una tasa de desempleo de 10% en 2016, precipitó el fin de 13 años de gobierno PT.
Después de conocer la decisión del Senado, Dilma, que luchó contra la dictadura militar y fue torturada y detenida por el Estado por crímenes políticos, acompañada por su mentor Lula da Silva, pronunció un discurso fuera de congreso en que compara el proceso a un golpe a la joven democracia brasileña. Tal vez más que joven, lo que enfrentamos en Brasil es el resultado de una democracia corrupta, de un libreto mal escrito de malas alianzas partidarias, una lucha a cualquier precio por el poder y el despertar de una ciudadanía desconcertada. Ojalá que, en el posible juicio político de las calles, la novela acabe con un final más promisorio de lo que vemos en el presente.
*La Operación Lava-Jato es la más grande investigación penal ejecutada por el Ministerio Público Federal en 2009, sobre corrupción en Brasil, donde se descubrió un esquema ilícito de pago de propinas en las licitaciones de Petrobras involucrando las principales constructoras del país y partidos políticos, con más de 490 personas investigadas, entre ellos 57 congresistas.
** Los crimines de responsabilidad están definidos en la ley n. 1079 de 1950. La solicitud del impeachment en contra de Dilma se refiere a tres acusaciones: apertura de créditos suplementarios, maquillaje de la deuda pública ante al sector financiero a través de maniobras fiscales (pedaladas) y falta de probidad administrativa.
LA FOTO
La tradicional y utilísima Feria de Proyectos del Departamento de Ciencia Política. Mediante posters sobre los proyectos de investigación de los estudiantes de pregrado y posgrado, profesores y estudiantes dialogan sobre estas iniciativas de investigación. 6 de mayo de 2016.
Noticias
Angelika Rettberg y Juan Felipe Ortiz-Riomalo publicaron un artículo en World Development
El texto se titula: “Golden Opportunity, or a New Twist on the Resource–Conflict Relationship: Links Between the Drug Trade and Illegal Gold Mining in Colombia” y puede ser consultado en el siguiente enlace: http://authors.elsevier.com/a/1T0W0,6yxC-5iM)
La edición número 87 de Colombia Internacional ya está disponible
“Perfiles de las élites políticas latinoamericanas” que corresponde de mayo a agosto de 2016 puede ser consultada en el siguiente enlace: https://colombiainternacional.uniandes.edu.co/indexar.php?c=Revista+No+87.
Rodolfo Masías, invitado por el Instituto Mora, en ciudad de México, presentó a investigadores de esa institución el ciclo de conferencias “Erigiendo interdisciplinariedad en ciencias sociales”, entre el 23 y el 26 de mayo.
Un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Manizales, liderados por el politólogo uniandino Álvaro Cárdenas, le hará seguimiento a la actividad de los congresistas de Quindío, Caldas y Risaralda. A partir de datos, brindará elementos a la ciudadanía para evaluar la labor de sus representantes. Congresistas de la región acogieron la iniciativa. A estos nuevos aliados le damos la bienvenida a la familia Congreso Visible.
Enlaces:http://www.lapatria.com/caldas/congresistas-de-caldas-acogen-eje-cafetero-visible-278745
Los detalles del plebiscito y el Acto Legislativo para la Paz
La Corte Constitucional citó para el 26 de mayo audiencia pública para debatir plebiscito por la paz. Le contamos qué dice la norma, cómo fue el trámite, quiénes fueron sus promotores y críticos. También, le compartimos un recuento de los cambios que ha tenido a lo largo de su trámite el Acto legislativo para la paz y el más reciente: el blindaje jurídico del Acuerdo Final entre las partes negociadoras.
Enlaces:http://www.congresovisible.org/agora/post/los-detalles-del-plebiscito-para-la-paz/8595/
http://congresovisible.org/agora/post/en-que-va-el-acto-legislativo-para-la-paz/7862/#7debate
Opinión y Análisis
Lex pacificatoria
Por: Arlene B. Tickner | El Espectador
El blindaje jurídico de la paz anunciado por el Gobierno y las Farc tiene un doble componente internacional. Por un lado, el acuerdo final se denomina un “acuerdo especial” bajo los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949 –referente al respeto de estándares humanitarios mínimos en la guerra– y se registra ante el Consejo Federal Suizo (el depositario de los mismos), con lo cual adquiere un status jurídico internacional y se garantiza su ingreso al bloque de constitucionalidad. Por el otro, se realiza una declaración unilateral ante el secretario general de la ONU –con lo cual el acuerdo se convierte en obligación del Estado colombiano– y se pide al organismo avalarlo mediante su anexión a la resolución 2261, por la cual el Consejo de Seguridad aprobó la misión política no armada para el monitoreo del cese definitivo de fuego.
Enlace: http://www.elespectador.com/opinion/lex-pacificatoria
De la ficción a la realidad
Por: Arlene B. Tickner | El Espectador
La novela de Michel Houellebecq, Sumisión, adquirió fama mundial instantánea al publicarse el mismo día del ataque contra la revista Charlie Hebdo en París, coincidencia que hizo aún más controversial su retrato de Francia en 2022. En éste, el país atraviesa una crisis profunda típica de la posmodernidad, en la que según el protagonista François –un profesor de literatura de la Soborna– la sociedad está tan enceguecida por la avaricia, el consumismo y la lujuria que no alcanza a dimensionar su vacío existencial.
Enlace: http://www.elespectador.com/opinion/de-ficcion-realidad
Dato de la semana
Según el Barómetro de las Américas-LAPOP de Colombia para 2014, los ciudadanos que reportan un mayor tiempo de respuesta de la policía cuando hay un delito en su barrio, también se sienten más inseguros en el lugar donde viven. La percepción de inseguridad (medida en una escala de 0 a 100) aumenta de 36.5 para quienes reportan que la policía tarda menos de 10 minutos en llegar, a 56.7 para quienes reportan que la policía no llegaría nunca o que no hay policía en su barrio. Esto indica que el grado de efectividad de la policía, percibida por los ciudadanos, es uno de los factores determinantes de la percepción de inseguridad en Colombia.
Análisis de Investigación
Armamento Letal Autónomo y los Retos de la Regulación Internacional
Por: Pablo Kalmanovitz
Hace poco más de un mes se reunieron en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra los Estados que hacen parte del Convenio Internacional de Armas Convencionales para discutir posibles medidas regulatorias relativas al diseño, desarrollo y despliegue de los llamados “armamentos letales autónomos” (conocidas en inglés como Lethal Autonomous Weapon Systems o LAWS).
Se trata de armamentos diseñados para seleccionar y atacar blancos sin que exista mediación alguna de operadores humanos—en efecto, robots diseñados para matar autónomamente. Si bien los desarrollos tecnológicos son todavía incipientes, sabemos que algunos países han desplegado ya sistemas autónomos (Estados Unidos, Israel, el Reino Unido, Corea del Sur), entre ellos misiles que encuentran y destruyen blancos autónomamente, robots centinelas y sistemas autónomos de defensa. Cabe esperar nuevos desarrollos con mayor autonomía y complejidad en un futuro cercano, que incorporen censores visuales y de calor, procesadores ultra-rápidos y algoritmos basados en aprendizajes de inteligencia artificial, entre otros.
Lo verdaderamente nuevo y sobrecogedor de estos desarrollos es la exclusión de todo juicio humano de la decisión de dar muerte a otro ser humano. Para algunos esta exclusión atenta contra la dignidad humana y es violatoria de principios éticos fundamentales. No es claro, sin embargo, que viole también normas específicas del Derecho Internacional Humanitario. Por el contrario, el DIH es suficientemente flexible y permisivo para dar en principio luz verde al uso de estos armamentos bajo ciertas condiciones.
Hasta qué punto el DIH puede regular adecuadamente el diseño, desarrollo y uso de armamentos autónomos fue precisamente una de las cuestiones discutidas por los Estados partes en Ginebra. Todas las delegaciones estuvieron de acuerdo en que las armas autónomas deben tener un “grado significativo de control humano”, pero nadie parece tener claro qué contaría como control significativo o cómo podría ser compatible con la autonomía del arma.
En calidad de experto independiente, me correspondió defender ante las delegaciones un criterio muy sencillo: quien dé la orden de desplegar un arma autónoma debe hacerse responsable por su impacto. Por consiguiente, la autonomía del arma debe poder acotarse probabilísticamente. Dicho de otro modo, usar un arma autónoma sin tener suficiente idea de su posible impacto—desplegarla bajo completa autonomía—sería un acto de irresponsabilidad extrema y como tal violatorio de los principios de responsabilidad del comandante bajo el DIH.
Por supuesto, este criterio es apenas un comienzo. Entre otras cosas, para efectos responsabilizantes y posiblemente penales hay que poder distinguir claramente entre estimativos operacionales razonables y fallas no anticipables, lo cual puede constituir un reto mayor en el caso de armamentos autónomos. Más aún, habría que implementar mecanismos que garanticen que los Estados en efecto hagan responsables a sus propios oficiales por el uso indebido de armas autónomas. En ambos casos se corre el riesgo de que, bajo el amparo de la vaguedad del DIH y la escasa voluntad política de los Estados, se haga realidad la pesadilla de muchos: nuevas tecnologías erosionado por completo la responsabilidad individual por el uso de la fuerza letal.
Por esta razón, entre otras, muchas organizaciones, incluyendo asociaciones de expertos en inteligencia artificial y ONGs humanitarias—por ejempo la Campaña Colombiana contra Minas—han abogado por una prohibición completa. Los riesgos son muy serios y la capacidad reguladora del DIH muy tenue como para confiarle el gobierno de las armas autónomas. En la reunión de Ginebra un número importante de delegaciones apoyaron también la iniciativa prohibicionista, entre ellas la mayoría de Estados latinoamericanos siguiendo el liderazgo de México. La delegación colombiana optó por no tomar ninguna posición, como parece ser su costumbre.
No obstante, y como era de esperarse, las potencias armamentistas defendieron la legalidad de sus nuevas tecnologías. En virtud de las reglas de la Convención sobre Armas Convencionales, toda decisión debe tomarse por consenso, por lo cual de este foro no cabe esperar una prohibición. Así, mientras los grandes complejos industriales-militares continúan desarrollando las nuevas tecnologías letales, los diplomáticos seguirán debatiendo mecanismos de regulación bajo la sombra permanente del veto de sus pares. En diciembre tendrá lugar otra reunión dentro de la cual posiblemente se nombre un grupo de expertos gubernamentales para discutir posibles medidas a futuro.
*Análisis de Investigación es una sección nueva de DePolítica. En este espacio los profesores del Departamento podrán difundir sus avances de investigación, a través de noticias sobre sus progresos, hallazgos o reflexiones alusivas a las mismas.
Oportunidades
La revista Colombia Internacional invita a la comunidad académica a participar en su próxima convocatoria de Tema Política subnacional en América Latina. El periodo de recepción de artículos será entre el 4 de julio y el 15 de agosto de 2016. Los artículos deberán tratar abordar los temas: Competencia electoral, Régimen político local, Instituciones informales en el nivel local, Contextos políticos y Carreras políticas, entre otros relacionados.
Para mayor información consultar el enlace: https://colombiainternacional.uniandes.edu.co/view.php/9244/index.php?id=9244
Convocatoria a un ejercicio de entrevistas para una investigación de doctorado en humanidades en la universidad de Viena. Rosa Inés Idárraga busca estudiantes universitarios que estén entre los 16 y 25 años de edad, de cualquier facultad, en cualquier estudio de pregrado, posgrado o doctorado para realizar entrevistas de 25 a 40 minutos por Skype o teléfono. Para los interesados comunicarse a los correos: rossyid@hotmail.de o zamuamado@gmail.com.
La revista Historia Crítica invita a la comunidad académica a participar en sus próxima convocatoria Special issue: “The Russian Revolution (October 1917): Impact in Europe and Latin America”, editado por Renán Silva (Universidad de los Andes, Colombia). Se recibirán artículos en español, inglés y portugués en formato PDF entre el primero de mayo y junio 30. Los originales sometidos a consideración deberán presentarse en formato Word para Windows y estar ajustados a las normas de la revista. Extensión máxima de 11.000 palabras (18-22 páginas aproximadamente), letra Times New Roman, 12 puntos, espacio sencillo, tamaño carta, con márgenes iguales de 3 cm. En la primera página se incluye un resumen de máximo cien palabras y los datos del autor se presentan en un archivo diferente. Para la elaboración de las referencias a pie de página y la bibliografía se debe seguir la adaptación del Chicago manual of style utilizado por la revista. Enviar al correo electrónico hcritica@uniandes.edu.co
Curso de Verano en Austria sobre la Unión Europea desde una perspectiva intercultural con otras regiones del mundo. El programa se llevará a cabo del de 3 al 15 de julio con una intensidad de 75 horas. Los interesados pueden ser estudiantes de pregrado o posgrado en áreas de ciencias sociales y humanidades. El costo de la matrícula son 520 euros y se recibirán aplicaciones hasta el primero de junio.
Para mayor información consultar el enlace: www.ideaz-institute.com
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