Introducción
Este artículo presenta los avances en la recuperación del hospital San Juan de Dios, esencialmente los progresos conseguidos entre mayo y noviembre de 2023, por el Equipo Especial de Reapertura que organizó el Gobierno con los ministerios de Salud, Educación y Cultura. Se trata de una fase de obra, en la cual el acento está puesto en la materialidad del conjunto, en sus cualidades espaciales y constructivas, y en la oportunidad que ofrece este espacio para albergar, ahora, actividades asistenciales, de educación e investigación como lo ordena la Ley 735 de 2002 (Ley del San Juan de Dios). Esto no quiere decir, ni mucho menos, que el proyecto del hospital no se haya concebido desde los patrimonios vivos y que no exista una propuesta sería para un trabajo en ese sentido, como se verá más adelante.
Habitar el hospital, otra vez, hace indispensable la restauración, rehabilitación y reciclaje de las estructuras físicas como proyecto de ciudad y país que reconoce el devenir del conjunto hospitalario, las memorias y las luchas que han emprendido actores diversos para que su reapertura sea una realidad. No sobra recordar que mientras nuestros cuerpos necesiten abrigo, todavía, y la actividad asistencial hospitalaria no pueda adelantarse a la intemperie, es indispensable detener el deterioro y ofrecer nueva vida a la infraestructura hospitalaria del San Juan de Dios.
A manera de mosaico temporal de diversas arquitecturas que confirman la construcción del hospital a lo largo del siglo XX y que suscitan experiencias sensoriales distintas, esta pieza urbana excepcional se encuentra anclada en la memoria de ciudadanos de sectores populares de Bogotá, quienes fueron atendidos y lo consideran aún hoy su hospital, de los médicos y enfermeras que allí se formaron y que lo siguen defendiendo después de su clausura, de artistas que a través de intervenciones efímeras han querido llamar la atención sobre el abandono de este espacio pleno de oportunidades para la vida.
El entendimiento de este conjunto como un paisaje urbano histórico permite no solo pensar en la cultura arquitectónica local y la recreación que esta hace de movimientos internacionales sino, además, dirimir el conflicto que ocasionan valoraciones individuales y aisladas de los bienes culturales, propias de la metodología de los Planes Especiales de Manejo y Protección (PEMP). El paisaje suma complejidad a lo evidente al incluir el análisis relacional de diversas capas de información del lugar y su entorno e incluye una simbólica que si bien está oculta es inherente a todas las prácticas del habitar (ONU 2011).
A su vez, el nuevo urbanismo trabaja en la mejora y transformación de la ciudad construida desde la comprensión de un nuevo paradigma que se basa en principios de sostenibilidad y reutilización del territorio, de las edificaciones, las infraestructuras, los objetos y los materiales (Arteaga y Escallón, 2012). Por su parte, la ley 735 de 2002, ley que declara el conjunto hospitalario como patrimonio cultural de la Nación, admite las intervenciones de conservación, remodelación y reforma, y no de renovación o demolición. Se trata, entonces, de una serie de coincidencias afortunadas que confluyen en la permanencia del hospital.
El San Juan está localizado en el borde urbano sur del centro tradicional (centro histórico más pericentro) de Bogotá y esto quiere decir que hace parte de un límite que el proyecto urbano debe poner en diálogo con los territorios que le son próximos. Por supuesto, el proyecto que se adelanta considera esta condición de borde y entiende las propuestas del Plan de Revitalización del Centro Tradicional de Bogotá (2015)2 y del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) del Hospital San Juan de Dios (2015)3, las cuales tienen como objeto tanto la conexión con la centralidad histórica y el fortalecimiento de la zona residencial como la cohesión de la zona hospitalaria de La Hortúa.
Aunque todas estas propuestas pretenden que se supere la condición de borde marginal del polígono sur del centro tradicional, la prioridad del proyecto urbano, en un momento cuando el cuarto de hora para la reapertura transcurre a toda velocidad, es la adecuada funcionalidad y amabilidad del conjunto hospitalario y los alrededores inmediatos. Una vez reabierto habrá espacio para nuevas y más amplias propuestas e intervenciones de ciudad, siempre a luz del siglo que habitamos.
En todo caso, a pesar de las urgencias de obra, a la fase actual puede ser integrado el potente concepto de patrimonios vivos. En este sentido, se estructuró un proyecto museográfico con la Universidad Nacional de Colombia, el cual concebía el San Juan de Dios como Museo Abierto, entre tanto las edificaciones y el espacio libre eran sometidos a procesos de restauración y rehabilitación. Infortunadamente, el Viceministerio de Patrimonios perdió la oportunidad de iniciar este proyecto ahora y de dar continuidad a las investigaciones para el reforzamiento de arquitectura de tierra, proyecto previsto con la Universidad de los Andes. Estas propuestas, debidamente estructuradas por el Equipo especial de reapertura del San Juan de Dios hacían parte, a la vez, del Laboratorio Abierto del hospital.
El concepto de patrimonios vivos encierra tres ideas poderosas. La primera, que las categorías son insuficientes para expresar las relaciones densas entre territorios, comunidades, manifestaciones, prácticas y objetos. La segunda, que el patrimonio es algo que constantemente está siendo, que es un proceso que se transforma en el tiempo y el espacio. La tercera, y tal vez la más importante, que el eje conductor del patrimonio, y lo único que en últimas le da sentido, es la vida; esto les ofrece a las involucradas comunidades voz, liderazgo y preeminencia.
Salge (2022)4 piensa que se debe llevar más allá la reflexión, para entender que los patrimonios vivos, como la expresión de las relaciones que las comunidades establecen con su entorno y que urden mediante sus proyectos de vida conjuntos, se cargan de valor en la experiencia y las emociones y aportan como resultado de un diálogo que se produce desde la diversidad. Y propone que la reflexión que ofrece el enfoque de patrimonios vivos, articulada al conjunto hospitalario San Juan de Dios, puede ser abordada desde tres grandes ejes: la trayectoria histórica del complejo hospitalario; el universo simbólico que rodea al San Juan de Dios; y la significación social, las formas de resistencia y el componente de género.
En buena medida los trabajos acerca de la relación con la historia urbana y la contextualización de los proyectos arquitectónicos que lo conforman han servido de base al desarrollo de los instrumentos de gestión existentes. Sin embargo, los trabajos sobre la administración de la salud en el país y la historia de la ciencia médica no se han incorporado con suficiencia y representan un vacío que debe ser resuelto en aras de destacar el valor simbólico del conjunto hospitalario. Si consideramos el San Juan de Dios desde la perspectiva de los patrimonios vivos, y se piensa desde diferentes escalas de relación de la política y las políticas públicas, en este caso de la salud, deben dialogar con los hechos urbanos y arquitectónicos, en este caso el complejo hospitalario, y se debe señalar su impacto en los campos de acción en los que se resuelven, en este caso los avances en la ciencia médica. Pero lo anterior, debe complementarse desde una perspectiva social, capaz de caracterizar a la población relacionada con el complejo hospitalario en clave de sus memorias y procesos de construcción colectiva.
Por su importancia en el debate público cabe anotar que el PEMP original asocia por cuenta de su ubicación a la Torre Central o edificio de Cuellar Serrano Gómez al nivel dos de intervención5. Si bien el documento señala que la implantación no fue acorde con el conjunto existente, destaca que privilegió factores funcionales y la eficiencia en la atención médica, respondiendo a las exigencias de mediados del siglo XX, como cuando el modelo francés de pabellón fue reemplazado por el modelo norteamericano de monoblock racionalizando y haciendo más eficiente la atención. Indica que en su momento fue un edificio innovador y un referente de la arquitectura hospitalaria. «No se puede evitar reconocer que es un edificio que resolvió idóneamente el reto de modernizar la atención médica a principios de los años 50. En este sentido y con la mira en el edificio individualmente, son aplicables los criterios de autoría y representatividad, para sustentar el valor histórico que se le atribuye y probablemente, al sopesar los diferentes aspectos que lo caracterizan, lo más razonable evidentemente, es que se conserve» (PEMP, 2015:161).
Adicionalmente, se debe señalar que, en la actualidad, hay una vertiente importante de trabajo sobre la significación social del conjunto hospitalario San Juan de Dios, y es fundamental rescatar esas voces como parte de la trayectoria histórica del hospital en aras de enriquecer su valoración patrimonial y de entender cómo el hospital sigue existiendo en el presente más allá de sus hechos urbanos y arquitectónicos. Los trabajos académicos, los testimonios que los sostienen y las diferentes acciones de resistencia frente al cierre del complejo hospitalario representan un conjunto de voces que es necesario incluir en términos de la valoración patrimonial del San Juan de Dios. El papel de las mujeres en los procesos de resistencia en torno al complejo hospitalario, revelan una importante veta de reflexión que debe ser explorada y relacionada con los repertorios del cuidado y la protección.
El proyecto de reapertura
El San Juan de Dios, un conjunto hospitalario y una pieza urbana única de Bogotá, está vinculado al patrimonio cultural de la ciudad y el país, al avance científico de la medicina, a la evolución de la política pública de salud y a la enseñanza de la medicina en Colombia. Luego de 276 años de existencia, fue cerrado definitivamente en 2001, quedando tan solo el Instituto Materno Infantil (IMI) en funcionamiento parcial, y el Federico Lleras y el Ancianato en funcionamiento pleno6. En el año 2002, como se dijo antes, la Ley 735 lo declara Monumento Nacional y ordena su reapertura como Hospital Universitario.
En la actualidad, el Gobierno Nacional lidera la reapertura del hospital, iniciativa que se soporta en el cumplimiento de la citada Ley 735, la adopción de convenios entre entidades del orden nacional que provenían de antes y que están a punto del vencimiento y los nuevos convenios, que recogen articulaciones con el Distrito Capital y que desarrollan el Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP del hospital San Juan de Dios e Instituto Materno Infantil). De este modo, inicia el proyecto de reapertura del hospital, el cual tiene su punto de partida oficial en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2023-2026: “Colombia potencia de la vida” (Ley 2294 de 2023). Este PND en el Artículo 367 ordena la puesta en funcionamiento del San Juan. El Decreto Ley 1959 del 15 de noviembre de 2023, organiza la gestión, crea la entidad especial Hospital Universitario San Juan de Dios y faculta al presidente para la adquisición del conjunto. Este proyecto conlleva la recuperación de las 24 edificaciones patrimoniales del hospital, así como de sus jardines y áreas libres, de acuerdo con las determinantes del PEMP, para su posterior recuperación funcional como Hospital Universitario. No sobra advertir que el Gobierno actual alcanza a abrir poco más de una tercera parte del San Juan de Dios7.
Fuente: Equipo especial de reapertura a partir del PEMP, 2023
Plan de acción
La planeación del proyecto de reapertura implicó la formulación de un plan de acción que permite la coordinación y gestión de las diversas iniciativas y actores que participan en el proceso de reapertura, y comprende diez líneas estratégicas o frentes de trabajo, así:
Fuente: Equipo especial de reapertura a partir del PEMP, 2023
Cronograma General
La ejecución de estas líneas estratégicas se desarrolla según un cronograma que inicia en el año 2023 y finaliza en el año 2026 e incluye todas las fases que deben surtir los proyectos tanto en la etapa de estudios y diseños como de obras:
Fuente: Equipo especial de reapertura a partir del PEMP, 2023
Presupuesto general y plan de inversión
Partiendo del presupuesto general y de uno detallado para cada una de las líneas estratégicas, se desarrolla un plan de inversión que cubre las vigencias de los años 2023 al año 2026.
Fuente: Equipo especial de reapertura, 2023
Líneas Generales
Línea 1. Obras de intervención edificios tradicionales
Fuente: proyectos de restauración, MinCultura, 2022
Línea 2. Diseños edificios tradicionales
Se ha avanzado en la recuperación de los edificios tradicionales que inició entre el año 2021 y 2022 con la contratación de los estudios y diseños para la intervención integral de los inmuebles: Siberia, Mantenimiento, San Jorge, San Roque, Inmunológico, Capilla, Convento, Jardín Infantil, Cundifarma y Salud Mental, a cargo de la Nación; Santiago Samper y Enfermedades Tropicales, desarrollados en el marco de un convenio interadministrativo entre la Nación y el Distrito; y Paulina Ponce, San Eduardo y San Lucas, a cargo del Distrito.
Fuente: MinCultura, 2022
Línea 3. Obras edificios tradicionales y nuevos desarrollos
Se orienta a la puesta en marcha de las obras de intervención de los edificios tradicionales, línea que actualmente se encuentra en fase de estudios y diseños, priorizando el inicio de obras entre 2024 y 2025 de cinco edificios: San Roque, Inmunológico, San Jorge, Cundifarma y Salud Mental. Aunque no está prevista la construcción de tres nuevas edificaciones que forman parte de la propuesta del PEMP, estas permitirían una ampliación significativa de la infraestructura hospitalaria y la oferta de servicios en salud. La discusión aquí está en las capacidades actuales para asumir simultáneamente los dos frentes de trabajo sin que se sacrifique la rehabilitación del conjunto pre existente.
Fuente: MinCultura, 2022
Línea 4. Proyecto Urbano
En el momento,esta línea prevé definir directrices para el desarrollo del proyecto urbano del conjunto,así como la contratación de estudios y diseños y la posterior fase de obras que permitirá la recuperación y habilitación de las áreas libres, jardines y zonas verdes, la provisión de servicios públicos a las edificaciones, las conexiones peatonales, vehiculares y accesos al complejo hospitalario.
Fuente: Equipo especial de reapertura sobre base PEMP, 2022
Línea 5. Torre Central
Contempla la rehabilitación de la Torre Central, una intervención para la recuperación arquitectónica y funcional del edificio que facilitará su preservación, conservación y habilitación para la prestación de servicios asistenciales en salud, en cumplimiento con la normativa vigente. Como lo precisó el estudio del CIMOC de la Universidad de los Andes (2017), la Torre necesita disminuir su vulnerabilidad a los sismos. Será necesario que se avance tanto en los estudios y diseños como las obras de intervención y reforzamiento estructural. El Equipo Especial de Reapertura ha progresado en el estudio de su viabilidad técnica y hospitalaria, y costos de rehabilitación. Cuenta con comparaciones con el hospital de Copasa en precios, número de camas, y diseño arquitectónico, urbanístico y hospitalario. Las comparaciones favorecen la rehabilitación de la Torre Central. Bien se puede hacer un hospital nuevo en la cancha, tal como lo determinó el PEMP, evitándose, así, los altos costos de demolición manual.
Fuente: Equipo especial de reapertura, 2023
Línea 6. Instituto Materno Infantil
Comprende las obras de restauración y rehabilitación que avanzan con el proceso licitatorio para la intervención integral del Instituto Materno Infantil, el único edificio del San Juan de Dios que desde su fundación no ha cerrado sus puertas y que en la actualidad presta servicios en aproximadamente la mitad de su área útil. Con esta intervención que se prevé inicie en 2024, se recuperará la edificación patrimonial, se ampliará y adecuará para que el Instituto vuelva a prestar servicios de salud en la totalidad de sus instalaciones. La adjudicación de la licitación de obra, abierta el 28 de agosto pasado, está prevista para el 7 de diciembre de 2023.
Fuente: aerofotografía con dron, 2022; PEMP, 2015
Línea 7. Victorias tempranas
Consiste en la puesta en marcha de intervenciones que permitirán la pronta reapertura del Hospital San Juan de Dios, con tres iniciativas orientadas tanto a la vinculación de la comunidad como a la reactivación cultural y social dentro del conjunto edilicio.
- El Museo Abierto: una estrategia museográfica de comunicación y apropiación social para entrar al San Juan de Dios (SDJ) por la puerta de los sentidos y de los patrimonios vivos.
- Activación cultural y artística al interior del conjunto, una estrategia de comunicación combinada con procesos de divulgación.
- Estos procesos hacen parte de la concepción de Laboratorio Abierto en la recuperación del San Juan de Dios, en los cuales la metodología de taller está presente. Es justo el espacio para la investigación, la experimentación y la incorporación de los defensores del San Juan de Dios. Se ha concebido con el programa de Museología de la Universidad Nacional de Colombia.
- Obras de primeros auxilios y mantenimiento en dos edificios, Inmunológico y San Roque para la prestación de servicios de telemedicina por parte de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, con cobertura a todo el país.
Fuente: Equipo especial de reapertura, 2023; Campaña de divulgación, MinCultura, 2023
Línea 8. Investigaciones
Línea concebida para la gestión de procesos colaborativos con universidades y para el desarrollo de investigaciones en torno a los avances conceptuales y técnicos relacionados con el patrimonio cultural. Se ha avanzado en el acercamiento con dos instituciones de educación superior, para los proyectos y existe una propuesta para la investigación en una nueva fase del reforzamiento de arquitectura de tierra:
- Museo de la Medicina y la Salud,en convenio con la Universidad Nacional: a desarrollarse en el edificio Siberia.
- Estudio del comportamiento sísmico de construcciones históricas en mampostería; y proyección de la normativa sismorresistente para edificaciones en mampostería no reforzada, en Convenio con la Universidad de los Andes
Fuente: Equipo especial de reapertura sobre base MinCultura, 2023
Línea 9. Bienes muebles
Línea para la recuperación e intervención de los bienes muebles del Hospital San Juan de Dios, localizados tanto al interior de las edificaciones como en los espacios exteriores, a cargo de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
Fuente: PEMP, 2015
Línea 10. Recurso Humano
La línea de recursos humanos se orienta a la conformación del grupo de apoyo necesario para desarrollar todos los procesos definidos en las líneas estratégicas y encaminados a la recuperación del Hospital San Juan de Dios e Instituto Materno Infantil, así como en la coordinación intersectorial e interinstitucional del proyecto y la precisión de las herramientas y mecanismos propios de la gobernanza del conjunto hospitalario.
Fuente: Equipo especial de reapertura, 2023
Para la recuperación funcional del conjunto como Hospital Universitario, etapa definitiva para su reapertura, se avanza en la precisión del programa médico-arquitectónico, a partir de las definiciones del PEMP, en el que se prevé el fortalecimiento de la vocación asistencial del complejo; y se trabaja en la armonización de los usos que ofrecerán las edificaciones del complejo, en su mayoría de salud y docencia, seguidos de docencia e investigación, de usos conexos y complementarios o de soporte de los dos anteriores; y en menor medida de arte y cultura, institucional y por último social comunitario.
Fuente: Equipo especial de reapertura sobre base PEMP, 2023
Conclusiones
El San Juan de Dios encaja en un proceso de transformación de los hospitales que obedece a los cambios de la ciudad y las diversas maneras de la construcción arquitectónica, y que va desde el claustro (en su localización en el centro histórico), pabellón con jardines circundantes (desde su nueva ubicación en la Hortúa), hasta la construcción vertical en bloque del edificio Central. Lecturas urbanas del paisaje que identifican la coexistencia de diferentes tiempos en un mismo espacio, yuxtapuestos e interactuantes, con formas heterogéneas vinculadas a las diversas maneras de producir y construir lo urbano, permiten superar categorías individuales de lo arquitectónico que han distorsionado el debate sobre el hospital.
Es claro que los procesos de rehabilitación y restauración de hospitales del siglo XX, en Colombia, aportan material valioso y deshacen mitos arraigados. Los ejemplos del San Vicente de Paúl, en Medellín, de la época del San Juan de Dios, y el Méderi, en Bogotá, de los tiempos del edificio Central, comprueban la viabilidad del reforzamiento estructural y la reutilización de estructuras hospitalarias. En relación con lo anterior, quizá una de las razones del subregistro del patrimonio hospitalario puede ser la subvaloración del patrimonio cultural moderno. Y esto a su vez se relaciona con la aplicación de normas estándar y foráneas a un patrimonio construido más de medio siglo atrás. Más sensatez y mayor austeridad colaboraría en mejores propuestas de ciudad y actuaciones en el patrimonio urbano.
Aunque no faltan las dificultades, el proyecto de reapertura marcha y es claro que el eje puesto en el control del deterioro y la rehabilitación debe combinarse con la afinación del programa médico arquitectónico, la construcción del Laboratorio Abierto y la investigación. Estos asuntos convocan a la academia, los vecinos, los voluntarios y los defensores del hospital a la construcción de un proyecto participativo con evidente impacto social y cultural. El urbanismo colaborativo tiene sus límites, por supuesto, y en el caso de este proyecto, en particular, el tiempo apremia.
Consecuentemente con los tres grandes ejes identificados con anterioridad, en la explicación del enfoque de patrimonios vivos, tres líneas de acción pueden guiar el trabajo en este sentido. La primera, en concordancia con la trayectoria histórica del complejo hospitalario, invita a establecer conexiones entre cuatro sublíneas de recopilación histórica: administración pública de la salud, ubicación en el contexto urbano, contextualización arquitectónica y urbanística del conjunto y desarrollo científico en el campo de la medicina. El PEMP indaga con diferentes grados de profundidad encada una de ellas, pero no hace un ejercicio necesario de interrelación. La segunda, en concordancia con el universo simbólico del San Juan, abre la puerta a complementar la historia con el presente, desde sus pertenencias, identidades, memorias y narrativas. Finalmente, la tercera, en concordancia con la significación social, las formas de resistencia y el componente de género, mueve a entender los vínculos que le otorgan sentido a lo construido.
Notas
- Dirigió el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá y la Maestría en Restauración de Monumentos Arquitectónicos de la Universidad Javeriana. Colaboró en la estructuración de la Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural de la Universidad Externado de Colombia. Ha sido editora, coeditora y autora en publicaciones de patrimonio cultural. Fue coordinadora del Programa de Centros Históricos de Colcultura, a través de cooperación del PNUD. Pertenece a redes internacionales de centros históricos. Columnista de La Silla Vacía e Imagina Bogotá. Ha publicado artículos en los diarios El Tiempo y El Espectador, y la Revista Semana. Es voluntaria en el proyecto de reapertura del San Juan de Dios.
- El Plan de Revitalización del Centro Tradicional (PRCT) fue adelantado por la Alcaldía de Bogotá desde el segundo semestre de 2012, hasta el final del período de gobierno en 2015. Plan urbano y estratégico, componente del Programa de Revitalización del Centro Ampliado. El principio de acción suyo: planificar haciendo y hacer planificando, permitió la realización de varias de las obras propuestas en la marcha del mismo plan. El San Juan de Dios, como propuesta urbana y de conexión del polígono sur del centro tradicional con la centralidad histórica y sus vecinos próximos, fue uno de sus proyectos vertebradores.
- El Plan especial de manejo y protección (PEMP) fue contratado por el Ministerio de Cultura y la Alcaldía de Bogotá con la Universidad Nacional de Colombia. Se propuso la integración territorial a la centralidad histórica para superar la condición de borde marginal de La Hortúa, la integración del nodo hospitalario para superar su condición de archipiélago y la reintegración y fortalecimiento del área residencial. Adelantó no solo los estudios históricos, arquitectónicos y urbanísticos, propios de las exigencias PEMP sino un estudio socioeconómico de la zona, la definición de los énfasis del hospital, las líneas de investigación e innovación, todo, con base en un estudio de oferta y demanda de la red distrital de salud. Definió el Programa Médico Arquitectónico y la financiación del hospital.
- El desarrollo del concepto de patrimonios vivos y su posible aplicación a la recuperación del hospital San Juan de Dios proviene de Manuel Salge, quien a finales del año 2022 hizo parte de un pequeño grupo que ideó e inició la planificación de la reapertura del conjunto.
- Los niveles de intervención corresponden a una antigua gradación de valores del patrimonio cultural y están ligados a teorías monumentalistas del tema. Estos todavía son la base del trabajo del Ministerio de Cultura de Colombia en este campo. El nivel dos de intervención no permite la demolición
- Esto, si se tiene en cuenta el hilo de tiempo construido por Marco Palacios y otros, para la historia jurídica del San Juan de Dios, en el marco del PEMP CHSJD: “Se propone la construcción del nuevo edificio (María y José́ y luego se cambia el nombre a San Juan de Dios) para 1723 y reubicar el San Pedro en la manzana comprendida entre las carreras 9 y 10 y las calles 11 y 12, financiado con dinero de varios clérigos. Posiblemente el origen del San Juan de Dios esté en 1723 y no en 1654, pues el San Pedro y este serían distintos”. (Tomo 2, Diagnóstico, p. 90).
- Proyecto y obras como la rehabilitación y reciclaje de la Torre Central tienen algunos retrasos derivados del contrato vigente entre el Distrito Capital y la firma Copasa. Al respecto, no sobra anotar que el proyecto de la firma española para la sustitución de la Torre por un nuevo hospital fue rechazado y devuelto, en tres oportunidades, por el Ministerio de Culturas. Las dificultades en la contratación de este ministerio y algunas de las decisiones administrativas del Viceministerio de Patrimonios han retrasado los cronogramas de reapertura. El tiempo de unas cuantas obras coincide casi con el período del Gobierno. Conviene ser realistas.