Editorial
Las "desprevenidas" preguntas de unos bachilleres
Por: Ingrid J. Bolivar
En el marco de los Encuentros por la Paz promovidos por la Asociación Nacional de Debate con el apoyo de la Rectoría de nuestra Universidad y dirigidos a estudiantes de bachillerato de todo el país, tuvimos una discusión sobre las diversas formas como el desarrollo del paro nacional en Cali, y entre los meses de abril y julio del presente año, invitan a revisar nuestra comprensión de los entronques o articulaciones entre distintas formas de acción colectiva.
A partir de la presentación de algunos de los resultados de un proyecto de investigación y acompañamiento desarrollado por el Instituto de Investigación e intervención para la Paz de la Universidad del Valle, conversamos sobre los conflictos políticos suscitados en Cali a propósito de la presencia y las funciones asumidas por la Guardia Indígena.
En el evento, se llamó la atención sobre las transformaciones de la Minga que, como forma de trabajo solidario, puede favorecer, sostener o proteger la constitución de formas de poder comunitarias o colectivas nuevas en algunas zonas de la ciudad, mientras que, en otras zonas, parece “ofender” o “reñir” con la imagen que de sí mismos tienen sectores urbanos determinados. El tema capturó la atención de los bachilleres. De un lado, ese tema permitió recordar la amplia experiencia de movilización política, e incluso, de bloqueo de vías que tienen las organizaciones indígenas del Cauca y que ofrecieron como respaldo al movimiento de varios actores de la ciudad. De otro lado, esa cuestión permitió identificar algunas de las tensiones, y de las formas de diferenciación política y étnico- racial que coexisten en la ciudad.
Además de este tema sobre los aprendizajes políticos y las formas de solidaridad, pero también de disputa y confrontación suscitadas por la presencia de la Guardia Indígena en la ciudad, la discusión con los bachilleres se detuvo en las diversas formas de organización vecinal y comunitaria que confluyeron en los 32 puntos de bloqueo y que luego se estabilizaron en los 23 puntos de resistencia de la ciudad y en la conformación de la Unidad de Resistencias Cali. Tal unidad fue reconocida por decreto como “movimiento autónomo” e interlocutor del gobierno de la ciudad de Cali en la Mesa de Diálogo creada a finales de mayo. Estas referencias llevaron a unas preguntas “desprevenidas” por parte de los bachilleres pero muy difíciles de responder por parte de los investigadores: ¿cómo esas formas de poder y resistencia se sitúan frente al escenario electoral que viene? ¿Se espera que ese dinamismo organizativo y de movilización ciudadana se convierta en una transformación electoral?
Esas desprevenidas preguntas de personas que nacieron en la primera década del siglo XXI y que hoy están entre 14 y 17 años, nos obligan a pensar cómo presentar hoy a estos jóvenes interesados en nuestra vida política, la historia de las ambiguas relaciones entre movimientos sociales y partidos políticos en la segunda parte del siglo XX colombiano. ¿cómo narrar hoy para estos públicos eso que nuestra disciplina ha denominado “crisis de representación? ¿cómo enlazar, en nuestras descripciones e interpretaciones de la situación de movilización política excepcional que hemos vivido este año, los repertorios “nuevos” de acción que sorprenden y refrescan nuestra visión de la ciudad, lo urbano y las nuevas formas de militancia política con las “viejas” historias del bipartidismo y-o de un nuevo sistema de partidos que se reorganiza en este siglo y que tiene muchas dificultades para recoger, incluso para interactuar, que decir “representar”, formas de movilización y organización política de los más diversos sectores?. ¿qué ha pasado con las formas de organización comunitaria que como las JAC hacían los tránsitos entre comunidades y redes partidistas? Los bachilleres nos invitan a transformar nuestras historias de las movilizaciones y su papel en la política nacional.
Análisis e Investigación
La guardia indígena en Cali
Por: Valeria Eberle Arcila, Universidad del Valle
El objetivo de esta nota de Investigación es compartir con ustedes algunas reflexiones sobre uno de los elementos que hemos ido identificando en el trabajo etnográfico realizado por el equipo del Instituto de Investigación e intervención para la Paz de la Universidad del Valle, del que soy integrante, durante el desarrollo del paro nacional en Cali, entre el 28 de abril y el 30 de julio. Se trata de uno de los aspectos que suscitaron mayor controversia en la ciudad: la presencia de la Minga en Cali y su participación como agente en el desarrollo del paro durante los primeros días. Este es un tema crucial porque la idea habitual de la Minga como trabajo solidario se ha venido transformando y tal transformación suscitó confrontaciones radicales.
Uno de los elementos que identificamos para explicar la particular forma que tuvo el paro en Cali ha sido la influencia del movimiento social que viene del Norte del Cauca, y la participación del CRIC, y de la ACIN en los procesos organizativos de la movilización social en la ciudad. Durante la última década, en los diferentes momentos de movilización, la participación del movimiento indígena se ha incorporado de manera cada vez más “orgánica” como actor clave en la definición de repertorios de acción y de organización colectiva. Por eso, para un sector de la población que participó de las protestas, la Minga es un referente de seriedad en los propósitos de la acción, de orden y autocontrol del movimiento social y de capacidad de producir amplios espacios de concertación.
Sin embargo, para otros sectores de la población, ajenos a la protesta, la idea de que los indígenas estuvieran ordenando la vida colectiva en los espacios públicos y particularmente, la labor de la guardia indígena, como veedor del orden y regulador del tránsito de las personas en escenarios de bloqueos, en ausencia de la policía que había sido expulsada de los barrios, fue vivido como una afrenta a la institucionalidad construida y una extralimitación de la autonomía indígena aplicada fuera de sus territorios. Por ello, el discurso de que “la minga somos todos” chocó con fuertes expresiones de rechazo entre los habitantes de la ciudad que nunca se sintieron parte de ese universo auto-representado.
El significado original de la palabra MINGA como idea arraigada del trabajo colectivo y solidario se ha ido transformando progresivamente y ha adquirido otra connotación más relacionada con el poder popular, evidenciando que la solidaridad produce una forma de poder específica: un poder que no tenemos los que vivimos la vida depositando exclusivamente en el individuo – en su capacidad de gestión- la relación con el capital, la norma, el afecto y la capacidad de agencia.
Además de la lamentable y muy comentada evidencia del racismo expresado en las acciones de violencia directa contra los indígenas en los eventos del 9 de mayo en el sur de la ciudad; la experiencia general del papel de la Minga en el paro nos permite plantearnos interrogantes sobre cómo abordar las relaciones interculturales en la ciudad, y más aún en este tipo de contextos en los que aquello que está en disputa es la relación con las leyes y las instituciones políticas.
Indudablemente el paro vivido en Cali fue un reto significativo para las instituciones locales de gobierno y la labor de gestión del orden y la seguridad por parte de la guardia indígena puso de manifiesto un delicado equilibrio entre el reconocimiento de la autonomía de los pueblos indígenas, en el marco del Estado multicultural, y la apropiación ciudadana de su relación con las instituciones reguladoras del orden social.
Dato de la semana
Moción de Censura
Por: Congreso Visible
¿Qué es la Moción de Censura?
Es un mecanismo de Control Político establecido en la Constitución de 1991 que permite que el Congreso retire de su cargo a un(a) ministro(a) por asuntos relacionados con sus funciones. Es un juicio político, no tiene consecuencias penales. Para garantizar el equilibrio de poderes y la rendición de cuentas, el Congreso puede citar a los ministros a debates y audiencias, e incluso, separarlos de sus cargos.
¿Cómo se solicita la Moción de Censura?
El debate de moción de censura debe ser propuesto por al menos el 10% de los miembros de alguna de las cámaras (10 senadores o 17 represantantes). Luego, se cita al ministro(a) para una sesión donde se realiza el debate.
Una vez realizado el debate en la cámara que citó, se vota la moción de censura. Para que el(la) ministro(a) deje su cargo, debe votar por el sí la mayoría absoluta (mitad +1 del total de integrantes de la respectiva cámara).
Historia de la Moción de Censura
Hasta ahora ningún ministro(a) ha salido de su cargo a través de la moción de censura. Aún cuando se reformó el mecanismo para que fuera más fácil de aprobar. Antes, debían citar y votar con mayoría absoluta ambas cámaras.
Hay varias razones y tácticas por las cuales las mociones de censura no logran ser aprobadas.
Razones por las que fracasa la Moción de Censura
- El Gobierno tiene una coliación de gobierno lo suficientemente grande en el Congreso, que vota en contra de la moción, impidiendo que se alcance la mayoría absoluta.
- Los ministros son cuotas de los partidos políticos que hacen parte de la coalición, por lo que los congresistas de su respectivo partido no votarán en su contra.
- El debate de moción de censura y la votación se hacen en días distintos, permitiendo que haya tiempo para que los congresistas cambien de opinión o negocien con el gobierno para no retirar al ministro(a).
Estudiantes
Cuando los votantes aceptan las mentiras
Por: Cesar Augusto Salgado, estudiante de la maestría de ciencia política
El 13 de agosto de 2021 el precandidato presidencial Gustavo Petro anunció que si ganaba la presidencia suspendería la exploración petrolera en Colombia [1]. Jorge Enrique Robledo le propuso un debate a Petro para discutir el tema porque el calentamiento global no se reduciría y en cambio las finanzas del país quedarían en trizas [2] .
Ricardo Bonilla, asesor de Petro en temas económicos, le dijo a La Silla Vacía luego: “Uno se elige con un programa y luego se encuentra con que muchas cosas las tiene que matizar y negociar. Lo que puede hacer el próximo gobierno es organizar esa transición” [3]. Es decir, una cosa se dice en campaña, pero otra la que se hace luego de ser elegido.
Hay un extraño acuerdo entre elegidos y electores en el que los electores aceptan las mentiras de quienes eligen. Para enero de 2021 el Washington Post había contabilizado 30.573 falsedades o afirmaciones engañosas hechas por el expresidente Donald Trump [4] . A pesar de ver a un presidente decir 20 mentiras por día, su popularidad se mantuvo casi intacta, e incluso, el número de votantes en su fallido intento de reelección aumentó.
En el artículo de la revista Political Psychology llamado “Puede que sean mentirosos, pero son mis mentirosos” se presentan los resultados de un experimento en el que se ponía a prueba si los simpatizantes de un candidato seguían apoyándolo después de comprobar que este habían hecho sistemáticamente afirmaciones erróneas [5]. Para ello presentaron a simpatizantes republicanos y demócratas igual número de afirmaciones correctas e incorrectas de varios candidatos. Luego los confrontaron con verificadores de datos. Lo que descubrieron fue que en la gran mayoría de los casos los votantes reconocían los errores, pero no por ello reducían su apoyo a su candidato y continuaban manteniendo sentimientos positivos hacia este [6]. Sabían que mentían, pero les seguía gustando.
El uso de verificadores de datos (Fact Checkers) no garantiza que la verdad prevalezca porque ¨las personas tienen lealtades partidistas y tribales y no renuncian a los rumores sólo porque sean falsos” [7]. Los mismos investigadores habían hecho otro experimento previamente [8] . Les mostraron cuatro afirmaciones falsas y cuatro verdaderas hechas por Donald Trump en campaña. Unas afirmaciones decían que eso había sido dicho por Donald Trump y otras omitían ese hecho. Por ejemplo, una frase decía “Donald Trump dijo que las vacunas causan autismo”, mientras que otras sólo decían “las vacunas causan autismo”.
Los resultados mostraron que los republicanos tendían a creer más en las declaraciones que eran atribuidas a Trump, mientras que los demócratas tendían a creer menos en éstas mismas [9] . Pero hubo algo extraño, parece ser que quienes reconsideraron su afiliación partidista luego de las verificaciones, solo lo hicieron por una semana. El apego a la verdad de los votantes venía con fecha de caducidad.
El 25 de mayo de 2010 Juan Manuel Santos quiso grabar en piedra su declaración de que no aumentaría los impuestos frente a un Antanas Mockus quien dijo que sí los subiría porque era necesario [10] . El portal Actualidad Panamericana informó del hallazgo de dicha piedra [11]. Duque prometió no aumentarlos. Luego los intentó aumentar.
Hay mentiras que no son mentiras sino acuerdos tácitos entre los electores y los elegidos que están fuera de las discusiones técnicas y sólo definen quién es quién, qué lo define a uno y a que facción se pertenece. No es un secreto que la política es tribal, primitiva en su mecanismo emocional. La mentira o la imprecisión no importan , lo que importa es de qué lado de la historia se está.
Sin embargo, en general los electores son absueltos de la responsabilidad de la elección y son considerados las víctimas de las políticas de los gobernantes. La declaración de Bonilla es una franca puesta sobre la mesa de la responsabilidad compartida de los electores en la política.
Egresados
Beatriz Helena Gallego
Beatriz ha tenido una amplia y variada trayectoria profesional. Empezó su carrera en el Concejo de Bogotá, haciendo parte de la Unidad de Apoyo Normativo de la, en ese entonces, concejal Lariza Pizano. Con esa experiencia se interesó en el sector público y a lo largo de su vida profesional ha trabajado en la Presidencia de la República, en el Ministerio de Agricultura y su más reciente experiencia en ese sector fue como secretaria privada de Humberto de la Calle durante las conversaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y las antiguas FARC. Como resultado de estas experiencias Beatriz se interesó en el papel de las comunicaciones y su relación con el ejercicio de lo público y la política. En ese proceso se vinculó a una firma de consultoría en comunicaciones estratégicas que tenia en su equipo profesionales de diversas disciplinas (derecho, economía, comunicación social, ciencia política). A partir de ahí su carrera se dirigió hacía la comunicación política. Hizo una Maestría en Comunicación y Política de London School of Economics and Political Science.
Después de haber terminado su labor como secretaria privada de Humberto de la Calle se vinculó a la Universidad de los Andes, como Jefe de Desarrollo, Relaciones Externas y Educación continua de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo. Uno de los proyectos a los que Beatriz dedicó buena parte de sus esfuerzos fue al Centro de Liderazgo Público. Bajo la dirección de Maite Careaga y con el apoyo del equipo de profesores, crearon la “Academia de Liderazgo para la Paz”, y continuaron fortaleciendo “Liderazgo por Bogotá”. Los dos son espacios de formación dirigidos a líderes que le apuestan a la transformación de la sociedad desde diferentes perspectivas. Debido a su interés en los temas de comunicación y política, Beatriz ha estado vinculada también al Institute for Integrated Transitions en un proyecto sobre narrativas para la construcción de paz en ambientes polarizados.
Como resultado de esta experiencia diversa, hoy se desempeña como consultora independiente en temas de comunicación, política y liderazgo. Actualmente además de su actividad en consultoría es la coordinadora de la Coalición de la Esperanza, proyecto político que aspira a ganar la presidencia en el 2022 y tiene dentro de sus integrantes a Sergio Fajardo y a Humberto de la Calle.
Colombia internacional en Abstract
Analizando la variación de las demandas étnicas: el caso mapuche en Chile
Por: Carolina Vivianne Acevedo de La Harpe
Objetivo/contexto: este artículo trata sobre la variación interna de las demandas existentes en el conflicto étnico mapuche-Estado en Chile. La evidencia recopilada para cada comunidad mapuche que habita entre las regiones del Biobío y La Araucanía en Chile demuestra la importancia del caso al poner de manifiesto la heterogeneidad de las demandas que se presentan al Estado; también es un revelador ejercicio para hacer viajar a unidades intragrupo el estudio de los conflictos étnicos. Metodología: la investigación fue guiada por un análisis de autocorrelaciones espaciales y regresiones jerárquicas con variables contextuales. Los datos fueron recolectados durante 2018 y 2019 en fuentes primarias y secundarias, para un total de 2.524 comunidades mapuche ubicadas entre las regiones del Biobío y La Araucanía. Se clasificó la comunidad en 1: autonomista, 2: discrepante, 3: no sobresaliente y 0: cuando no se encontraba información. Conclusiones: el artículo permite evidenciar la variación existente dentro del caso; también se avanzó en testear variables explicativas, como por ejemplo el tamaño del grupo, la longevidad de las comunidades y/o el efecto contagio. Por su parte, la hipótesis central clima de opinión invita a ser cautelosos con las conclusiones; sin embargo, resaltamos el poder explicativo dentro del modelo jerárquico, donde la opinión a nivel comunal permite al menos observar la variación entre las demandas. Originalidad: la variación de las demandas dentro de los grupos étnicos es un fenómeno poco estudiado en las investigaciones globales sobre conflictos étnicos, por lo que el caso mapuche en Chile constituye una tremenda oportunidad de seguir profundizando los conocimientos asociados a las condicionantes de las demandas que presentan los grupos al Estado. Por otro lado, las conclusiones invitan a reflexionar en torno al clima de opinión que los grupos étnicos tienen con respecto al Estado, especialmente para el caso mapuche en Chile, situación que apoyaría la búsqueda de respuestas dentro del conflicto.
Palabras clave: conflicto étnico, demandas étnicas, valoración del Estado, pueblo mapuche
Noticias
La profesora Sandra Borda publicó un artículo llamado Después de Afganistan: Ni el aislacionismo ni el repliegue defensivo son opciones para Estados Unidos el pasado 30 de agosto. Lee el artículo aquí.
La profesora Carolina Urrego publicó en la plataforma de periodismo independiente Diálogo Chino, una nota de investigación que habla sobre la inversión de China en transporte y energía colombiana. Lee el artículo aquí.
Agenda
Las profesoras Angelika Rettberg y Laura Betancur, son las editoras del libro A cinco años del acuerdo: ¿Cómo va la paz en Colombia?, el cual está compuesto de más de 40 capítulos que buscan analizar el estado del Acuerdo de Paz luego de 5 años de haber sido firmado. A partir de los distintos capítulos del libro se llevarán a cabo varias conversaciones sobre el estado y avance del acuerdo de paz. La primera de estas charlas será el próximo 14 septiembre. Más información aquí.
El profesor Víctor Mijares moderará el conversatorio Una firma histórica: A 30 años del Tratado Polaco,, el próximo 16 de septiembre. Mijares estará acompañado por Pawet Wozny, embajador de Alemania en Colombia, y por Peter Ptassek, embajador de Polonia en Colombia. El evento será presencial y virtual, pero para la asistencia presencial hay cupos limitados. Más información aquí.
Esta semana se celebra la Semana de la Integridad en la Universidad de Los Andes. La agenda se compone de varias conferencias, charlas y conversatorios que girarán entorno a la integridad académica y a la prevención del fraude. Este gran evento es realizado en alianza con el Instituto Nacional de Investigación y Prevención del Fraude (INIF). Más información aquí.
El próximo 21 de septiembre, como parte del DíaPaíz, se llevará a cabo un conversatorio con algunos de los candidatos presidenciales. El evento se centrará en la política de drogas y tendrá lugar en el auditorio ML B de la Universidad de Los Andes. Para más información aquí.
Oportunidades
La Revista de Estudios Sociales de la Universidad de Los Andes abrió convocatoria para un número especial sobre Construcción de paz cuir/queer. Los editores de esta edición serán: Jaime Hagen, Melanie Judge, Samuel Ritholtz y José Fernando Serrano Amaya. Para más información aquí.
La Revista de Estudios Globales The Lobby está buscando colaboradores para sus tres secciones: editorial, diseño y redes. Los y las estudiantes que estén interesados en formar parte del equipo de la revista deben estar inclinados por temas como los derechos humanos, migración, elecciones y coyuntura internacional general. Inscripciones aquí.
Director
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Asistente Editorial
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Fanny Medina Ariza
Diseño Gráfico
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