Editorial

El pasado 16 de agosto, la Misión de Observación Electoral (MOE) presentó sus mapas de riesgo electoral en la Universidad de los Andes. Desde hace varios años, la MOE viene haciendo un trabajo importante de monitoreo de las elecciones, y de preparación de documentos en los que se alerta a la ciudadanía y a las autoridades sobre los riesgos que enfrentan diferentes municipios, y que comprometen la transparencia de las elecciones en dichos lugares. Se trata de una buena iniciativa que logra combinar, con efectividad, la capacidad de análisis de la academia con el compromiso de la sociedad civil, buscando contribuir al buen funcionamiento de la democracia.

Una de las actividades principales de la MOE es la elaboración de los mapas de riesgo electoral. Éstos son elaborados por el Equipo Técnico de la MOE, el cual es el nombre elegante que recibe el grupo de voluntarios de las universidades de los Andes, Rosario, Javeriana y Tadeo, y de CERAC, CODHES, FLIP, Corporación Nuevo Arco Iris y la misma MOE. El equipo se reúne con anticipación a las elecciones y, de acuerdo con una metodología común, hace análisis sobre las diferentes variables que son consideraras importantes para entender la dinámica de las elecciones y evaluar la existencia de riesgo. Así que además de realizar el monitoreo de las elecciones, indirectamente, la MOE estimula el intercambio académico al reunir a expertos en el tema electoral de diferentes universidades de Bogotá.

En general hay dos grandes temas de observación: factores electorales y violencia. En el primer tema se analizan variables como el nivel de participación, votaciones atípicas, delitos electorales, votos blancos, nulos, tarjetas no marcadas y variables relacionadas con la calidad de la competencia electoral. El objetivo de analizar estas variables es identificar los municipios que tienen comportamientos sospechosos en los que se podría encontrar evidencia de manipulación de las elecciones. Por ejemplo, que un candidato a la alcaldía gane con un porcentaje muy alto de los votos en un municipio determinado podría ser señal de que las elecciones no se realizaron libremente; los candidatos pudieron haber sido intimidados o los ciudadanos coaccionados para apoyar un candidato en particular.

En cuanto a los factores de violencia, se analizan aquellos que afectan directamente el desarrollo de elecciones libres en los municipios tales como la presencia de grupos guerrilleros o paramilitares, así como los niveles de violencia política, desplazamiento, amenazas a periodistas, etc.

La metodología de la elaboración de los mapas consiste, a grandes rasgos, en analizar el comportamiento histórico de las variables a nivel municipal para poder hacer proyecciones para las próximas elecciones. En el caso de los factores electorales, entonces, se analizan los resultados de elecciones pasadas para establecer patrones e identificar regiones con comportamientos que se alejan del promedio nacional para poder señalar los municipios que estarían en riesgo para las próximas elecciones.

Según el informe de la MOE, para las elecciones de autoridades locales de octubre próximo hay 544 municipios en riesgo por factores electorales y 447 municipios en riesgo por factores de violencia. En total se identificaron 241 municipios donde se presentan tanto riesgos electorales como riesgos por violencia. El informe completo puede descargarse de la página de la MOE

Esperamos que la publicación temprana de esta información le permita a las autoridades y a la ciudadanía tomar medidas que conduzcan al desarrollo de unas elecciones libres, competitivas y transparentes.

* Profesor asociado del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.

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