Editorial

Por ANGELIKA RETTBERG

Raras veces he sentido como hoy el placer de darles la bienvenida a un evento que, como este, hemos soñado y planeado hace tanto tiempo, que es el lanzamiento de nuestra colección 4 décadas de Ciencia Politica en la Universidad de los Andes.

La idea de preparar esta colección nació en el contexto de las celebraciones de los 60 años de la Universidad de los Andes y los 40 años de existencia del Departamento de Ciencia Política hace más de 3 años, en 2007 y 2008, respectivamente, y consiste en cuatro libros que recogen la producción más destacada de académicos vinculados al Departamento de Ciencia Política en toda su historia sobre temas como El Estado en Colombia, las relaciones internacionales y la política exterior, Partidos y elecciones y Conflicto armado, seguridad y construcción de paz.

Cada libro fue compilado por un profesor del Departamento de Ciencia Política, que más tarde tendremos la oportunidad de describir brevemente los principales contenidos de cada obra.

El proceso hacia este lanzamiento fue largo y difícil, tanto por la selección de los textos y autores como por el levantamiento de documentos en formatos no electrónicos, la gestión de las autorizaciones, la revisión de los manuscritos, sumado todo a las múltiples actividades paralelas de cada compilador y compiladora. Mientras lo cuento revivo muchas de las angustias que vivimos en el camino.

Pero más importante que las dificultades es el resultado que hoy celebramos, que es especial por muchas razones.

En primer lugar, por la notable obra que recoge. Lo sabíamos del campo de los partidos y elecciones, que desde sus inicios y gracias a la tenaz labor de nuestros fundadores ha marcado la investigación del Departamento, convirtiéndolo en pionero y vanguardia a la vez en el campo más clásico de la Ciencia Política. Lo sabíamos quizás también del campo de las Relaciones Internacionales, en el que desde la creación del Centro de Estudios Internacionales (CEI), primero como unidad autónoma y luego como parte del Departamento, se ha destacado la contribución de la Universidad de los Andes a la construcción de conocimiento académico y al debate público.

Es menos conocido el aporte que el Departamento ha hecho en el campo del Estado en Colombia y de la investigación sobre conflicto armado, seguridad y construcción de paz, que en años recientes se han convertido en temas dinámicos de investigación y que han acumulado en corto tiempo un vasto y diverso historial de publicaciones.

Los cuatro libros que hoy lanzamos muestran de qué manera en cada uno de estos temas académicos vinculados al Departamento han progresado sistemática y rigurosamente pudiendo conformar un cuerpo de conocimiento importante y valioso, el cual, en el libro que me compete sobre conflicto armado, seguridad y construcción de paz, es más reciente que otros pero se ha convertido en un pilar importante de las investigaciones adelantadas en el Departamento.

En segundo lugar, esta colección es especial por el prólogo de Francisco Leal Buitrago, profesor honorario y fundador del Departamento, que precede los contenidos de los cuatro volúmenes. Desde su perspectiva única y privilegiada como fundador y profesor del Departamento y primer Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de esta universidad, Pacho ha podido observar y participar en la construcción de este Departamento y en su progreso hacia un centro académico cada vez más sólido y volcado hacia la docencia de excelencia y la producción académica. El prólogo de Pacho es no sólo un testimonio impecable históricamente sino también una fiel muestra del afecto que demuestra a diario hacia esta institución a través de su preocupación por que las cosas no sólo funcionen sino funcionen bien. Le he dicho gracias en privado muchas veces, pero quiero también hacerlo hoy públicamente, de corazón y en representación de todos ustedes.

En tercer lugar, los libros son importantes porque contienen introducciones, elaboradas por cada compilador o compiladora, en las que ubican los textos seleccionados en la literatura nacional e internacional más amplia sobre el tema y precisan también el contexto institucional uniandino en el que se insertó el estudio de cada tema. Las introducciones, aparte de los libros, esperamos que sean referencia obligada para estudiantes y estudiosos de cada uno de estos temas.

En cuarto lugar, cada volumen contiene obras representativas de diferentes generaciones politológicas, desde los fundadores de la Ciencia Política en Colombia hasta los profesores más recientemente vinculados al Departamento, mostrando así el rango histórico que abarcan los textos y los conceptos esbozados.

En quinto lugar, cada volumen contiene una bibliografía resumen de las principales publicaciones del Departamento según ha sido documentado por la Biblioteca de esta universidad y que sirve de referencia adicional para recopilar la producción del Departamento. El volumen y la diversidad que muestra esa bibliografía son realmente notables, como lo es también el incremento paulatino de la producción con los años. La bibliografía fue elaborada juiciosamente por tres estudiantes de nuestros postgrados a quienes agradezco su labor dedicada y comprometida.

Por último, por sugerencia de nuestro editor de la Universidad de los Andes, los libros tienen índices analíticos, que facilitan la ubicación de los principales temas de interés, un ingrediente invaluable para los estudiosos de los temas.

Por todo lo anterior debe quedar claro que esta colección que lanzamos hoy no son sólo cuatro libros sino una obra colectiva arraigada en el trabajo de varias generaciones de politólogos que han construido la disciplina en el país y que han contribuido a la conformación de una comunidad académica que trasciende las puertas de esta universidad y ha cosechado frutos en muchas otras partes.

Es en ese sentido en el que quiero hacer referencia al tema de la costura que atraviesa las carátulas de estos libros. Cuando la diseñadora Ana Vélez nos propuso la idea temíamos lo obvio, y es que se nos criticara de costurero. Sin embargo, rápidamente nos convencimos de lo atinado de la idea en la medida en que la costura capta muy bien lo que quisimos lograr y mostrar con este trabajo, cómo hemos hilado ideas, tejido comunidad, diseñado investigaciones, medido datos, armado argumentos, atado cabos e hilvanado conceptos, probado teorías, cómo las hemos desechado para volverlas a revisar y probar.

Aparte de la colección que lanzamos me parece importante destacar también una serie de logros que el Departamento ha acumulado en 43 años de existencia y que nos dan razones para sentirnos orgullosos:

·  Después de iniciar como un programa pequeño en el que en los años setenta entraban en promedio entre 5 y 8 estudiantes por semestre en el pregrado, y en los ochenta entre 10 y 15, en la actualidad recibimos alrededor de 40 estudiantes por semestre.

·  Más de 1200 estudiantes de pregrado se han graduado desde el 1996.

·  De éstos, 1000 aproximadamente escribieron monografías de grado, de las cuales, entre 2001 y 2009, se han publicado 160 en diferentes formatos.

·  Por otro lado, 85% de una muestra de egresados que respondió a una encuesta que realizamos el año pasado dijo que, de volver a estudiar Ciencia Política, lo haría en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.

·  En los postgrados tenemos hoy 60 estudiantes en Maestría y 7 en el doctorado que creamos en el segundo semestre del 2009.

·  En total, tenemos 654 egresados de los postgrados.

·  Se han escrito 184 tesis de Maestría y 13 de ellas han sido publicadas en la Colección Prometeo.

·  Por otro lado, tenemos hoy una planta profesoral activa que al cabo de este año será 100% doctorada.

Finalmente, varios programas y líneas de investigación dentro del Departamento son hoy fuente de datos y análisis reconocidos sobre temas diversos. Quiero mencionar:

·  El programa Congreso Visible, que por más de 12 años ha sido una valiosa herramienta para investigadores y ciudadanos interesados en hacer seguimiento al órgano legislativo del país.

·  El Observatorio de la Democracia, financiado por la agencia de cooperación de los Estados Unidos (USAID) para difundir los informes del Barómetro de las Américas/LAPOP sobre la cultura política y la opinión pública en los países latinoamericanos.

·  El Centro de Estudios Internacionales (CEI) que hoy congrega al Departamento de Ciencia Política con la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo en torno al debate y la investigación sobre temas globales.

·  El Centro de Estudios Estadounidenses (CEE), una alianza entre la Universidad de los Andes y la Universidad Nacional con apoyo de la Comisión Fulbright y el Departamento de Estado de los Estados Unidos para dar a conocer y analizar aspectos de la política, la economía y la sociedad estadounidenses.

·  El Programa de Investigación sobre Construcción de Paz (ConPaz) que ha trabajado temas relacionados con negociaciones de paz, justicia transicional, reparación a víctimas, sector privado y construcción de paz, economía política regional del conflicto armado e iniciativas de paz de la sociedad civil.

·  Y, por último, la revista Colombia Internacional, que bajo la hábil dirección de varios de mis colegas se ha consolidado como medio de divulgación académico a nivel nacional y latinoamericano.

El logro de estas metas no hubiera sido posible sin el apoyo decidido y la visión estratégica de varias personas en la universidad y quiero, en ese sentido, reconocer muy especialmente la labor del señor rector Carlos Angulo Galvis y del hoy vicerrector de Investigaciones y hasta hace poco decano de Ciencias Sociales, Carl Langebaek, bajo cuya tutela y con cuyo estímulo pudieron ocurrir muchas de las transformaciones que hicieron posible que el Departamento hoy sea lo que es y ofrezca a un país urgido de conocimiento datos y análisis serios y relevantes.

Quiero también destacar y reconocer la labor de quienes han sido directores del Departamento en estos 43 años de construcción institucional, algunos de quienes nos acompañan hoy. Dora Röthlisberger, quien no necesitó ser directora para liderar muchos de estos procesos no está hoy con nosotros, pero la recordamos con especial respeto y afecto. A ustedes, antiguos directores, les pido que se levanten de sus asientos y a ustedes que me acompañen en un aplauso a su labor.

Quiero terminar agradeciendo a varias personas que fueron clave en la realización de esta colección. Quiero en primer lugar agradecer a mis colegas compiladores por su labor seria y eficaz al frente de cada proyecto editorial. Quiero agradecer también a los autores de los libros o sus familiares, por permitirnos reproducir sus textos en esta obra. Gracias a todos los colegas del Departamento de Ciencia Política por apoyar este proyecto, contribuyendo documentos e ideas. Quiero agradecer también a Felipe Castañeda, editor de la universidad, quien comprendió la importancia que estos libros tienen para nosotros y se puso al frente del proceso editorial, agilizándolo. Gracias al equipo del CESO por apoyar el proceso editorial. Gracias a Ana Vélez por un diseño hermoso de las carátulas. Gracias especiales a Miguel Olaya, coordinador de comunicaciones del Departamento quien se ocupó de la diagramación y revisión editorial de los textos. Agradecimientos a los múltiples asistentes que apoyaron esa labor. Gracias a Natalia Lombana, María Paz Berger y Sonia Jaimes por elaborar la bibliografía temática. Y finalmente, gracias a Pilar Cadena y Edwin Rodríguez por apoyar la logística y los casi interminables procedimientos editoriales con diligencia, paciencia y entusiasmo ejemplares.

Notarán que la colección que hoy lanzamos está dedicada a nuestros estudiantes del Departamento de Ciencia Política, que nos inspiran y motivan y que a diario llenan de sentido nuestra labor.

Con un último agradecimiento a ellos, y a ustedes por su paciencia, concluyo estas palabras.

La pregunta del millón
Por ARLENE B. TICKNER en El Espectador
Ahora que ha triunfado la revuelta popular egipcia comienza la lucha de verdad. Cómo traducir una victoria colosal, pero en todo caso simbólica y posiblemente efímera, en un cambio sustantivo y duradero es hoy la pregunta del millón. Sobre todo porque desde antes de la salida de Mubarak la contrarrevolución ya se estaba cocinando.