Editorial
Música(s) y política(s) en las historias de Colombia
Por: Íngrid Bolívar, Profesora Asistente del Departamento de Ciencia Política
Durante el 16 y 17 de octubre tuvo lugar el Coloquio de Investigación Musical Historias y Prácticas Musicales en Colombi a organizado por varios profesores de la Facultad de Artes de la Universidad de los Andes y al que asistimos como invitados investigadores interesados en la música colombiana y vinculados a diversas instituciones académicas y espacios sociales. Organizado a través de 5 paneles y abierto al público virtual, el desarrollo del coloquio nos permitió conversar y aprender sobre los muy diversos modos como se pueden estudiar los vínculos entre música –en tanto creación, práctica, discurso y sonido propiamente dicho- y la configuración de procesos sociales y políticos específicos. 1
Una de las principales enseñanzas del evento, para quienes estamos interesados en la historia de la política colombiana y en la construcción de formas nuevas y más complejas de concebirla, remite a los muy diversos usos de la música entre distintos grupos sociales y a la necesidad de rastrear cómo, en ejercicios de creación y escucha musical específicos, se conciben los vínculos y se ejercen poderes sociales determinados.
A partir de estudios específicos sobre como grupos indígenas organizan, producen, y orientan sus materiales sonoros, aparece con claridad la necesidad de revisar nuestros “hábitos de escucha” al compás de lo que hoy sabemos sobre cómo el colonialismo implica o se traduce en jerarquías de sonidos, instrumentos, autorías y formas interpretativas que consagran unos procedimientos y someten otros al desconocimiento o al descrédito. La relación entre música y “producción de otredad” nos llevó a preguntas sobre el lugar del sonido organizado en la experiencia de un orden social colonial o republicano.
Un segundo tema de discusión, particularmente relevante para la comprensión de los procesos de formación del estado y la nación en Colombia, aludió a las disputas políticas y los proyectos culturales que, en determinados momentos de conflicto y cambio político -como la República Liberal o el cambio constitucional de 1991- hicieron de la música un campo de contienda. En esos dos contextos, diferentes políticos, artistas, e intelectuales, debatieron intensamente sobre el papel de la música en la cultura. Ya fuera en términos de folklore como con la Encuesta Folklórica Nacional que el estado colombiano promovió en 1942, ya con la consagración de Colombia como país pluriétnico y multicultural, políticos y promotores de la organización social concibieron el campo de la creación y escucha musical como un mundo revelador de formas de identidad y de riqueza cultural; esto, aún en el marco de una competencia política intensa sobre la orientación musical y política que debían tener las instituciones culturales del país.
Otra prolífica conversación sostenida en el Coloquio aludió a los procesos de creación y transformación de las llamadas músicas colombianas y al auge de la música tropical. Los investigadores reconstruyeron meticulosamente los procedimientos discursivos, los encuadres institucionales, los mundos sociales que permitían promover al bambuco y unos aires andinos como ritmos nacionales en las primeras décadas del siglo XX. El carácter planeado, circunscrito y formal de las “atribuciones” de nacionalidad a unas músicas, contrasta con el carácter más abierto, exploratorio y comercial atado a la música sabanera. La existencia o no de proyectos ideológicos más o menos orientados por las aspiraciones de un pensamiento republicano o por la oportunidad de aprovechar los espacios y conexiones ofrecidos por el capitalismo musical fueron debatidos y sopesados. Como en otros ámbitos de la historia social y cultural del país, el estado colombiano ha tenido un rol muy limitado. La radio, las empresas discográficas y los propios músicos son los responsables del dinamismo musical de mediados de siglo y de las décadas de los 60 y 70, dinamismo musical tropical que implicó varios actores pero que no fue el objeto de un proyecto ideológico específico. Las investigaciones de Óscar Hernández sobre los “mitos de la música nacional” entre los 30s y los 60s y de Sebastián Ochoa sobre “el sonido sabanero y el sonido paisa” aportan no sólo información valiosa sobre trayectorias de la música, los músicos y los debates sobre su trabajo, sino una cuidadosa perspectiva conceptual que permite diferenciar entre varios niveles de análisis e inscripción de la música en procesos sociales específicos.
Finalmente quisiera destacar un conjunto de trabajos que se preguntan por el lugar de la música –como práctica y escucha- en el establecimiento y desarrollo de proyectos políticos de distinta orientación. En el coloquio, el trabajo sobre la producción musical de las FARC-EP fue discutido junto con un trabajo sobre cómo la música ha tomado parte en los procesos de organización política y comunal de los resguardos de Cota y Suba. En esta investigación desarrollada por Beatriz Goubert se pueden detectar los lazos y los esfuerzos políticos de articulación que pobladores del resguardo y autoridades indígenas hacen para recuperar su lengua, música y prácticas. En este estudio, la arqueología, la etnografía y la lingüística permiten aclarar los contornos, los usos y los propósitos de la producción y la escucha musical. Pero, los modos como la música puede irrumpir en la producción de sentido, cortar y favorecer la disociación de mundos sociales y la presión sobre la conciencia también fue explorado en el trabajo de Michel Birenbaum sobre música y prácticas de escucha en Buenaventura.
Tras asistir a los diferentes paneles, quedé con la sensación de que rastrear las prácticas y los discursos musicales de diferentes actores nos permitiría comprender mejor cómo se articulan distintos grupos sociales en el propósito de hacer audibles sus anhelos y demandas políticas. La ceremonia inaugural de la Minga Indígena el lunes 19 en Bogotá empezó con los himnos y los cantos de las diversas organizaciones agrupadas para la marcha. El maestro de ceremonias recalcó: comenzamos por los Himnos, porque allí cada grupo se expresa. Nada más disputado, intervenido y expuesto a la impugnación que eso que expresamos.
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Análisis e Investigación
Éstas son las preguntas preliminares de un programa de investigación a mediano plazo que apenas estoy formulando y que, en su etapa de ejecución, dialogará con uno de los debates más longevos frente las democracias modernas: el debate sobre la medida en que la democracia efectivamente responde a los intereses del “pueblo” (o de las mayorías).
Más allá de que etimológicamente la palabra democracia significa poder o gobierno del pueblo, desde el mismo establecimiento de la democracia representativa, ha sido evidente que el pueblo no gobierna directamente. Apenas elige a sus gobernantes mediante comicios periódicos, y, en ocasiones, influye en la toma de algunas decisiones políticas mediante referendos u otros mecanismos de consulta y participación (cuando los hay), o con movilizaciones y protestas (aunque nada garantiza que los reclamos de las movilizaciones sociales sean tenidos en cuenta por el gobierno de turno).
Por otro lado, en todas las democracias hay sectores o grupos sociales con conexiones privilegiadas con las altas instancias del Estado. El problema no se limita a que esos sectores tengan un acceso más fácil y frecuente al gobierno que otros grupos. Lo grave es que, bajo ciertas condiciones, dichos sectores puedan lograr que las decisiones políticas beneficien sus intereses particulares a costa de los intereses colectivos. Si la distorsión de la agenda política ocurre en forma sistemática y continua, hay motivos para cuestionar las credenciales democráticas de un gobierno.
Por supuesto, ninguna democracia corresponde al tipo ideal planteado por Dahl, quien definió a la democracia como aquel gobierno que responde en forma continua a los intereses de todos sus ciudadanos. No obstante, las democracias varían mucho en cuanto a su voluntad y capacidad de responder a los reclamos y peticiones de los ciudadanos. Existe un fuerte contraste entre, por un lado, algunas democracias de países desarrollados que son altamente legítimas y responsivas frente a las demandas de la mayoría de sus ciudadanos y, por otro, las democracias patrimoniales y excluyentes de muchos países en vías de desarrollo, donde hay elecciones, pero los gobiernos favorecen casi exclusivamente los intereses de pequeñas clientelas.
Este programa de investigación construirá sobre los aportes de distintos estudios que se han realizado sobre el papel de las élites (empresariales y otras) en las democracias. En Estados Unidos, por ejemplo, algunos estudios han intentado medir el impacto de varios Comités de Acción Política (Political Action Committees, o PACs)1 sobre el voto de los congresistas, pero los hallazgos han sido ambiguos, por cuanto no pudieron aislar la incidencia del dinero donado por los PACs de otros factores, en particular las creencias previas de los candidatos políticos y los intereses de sus bases de apoyo. También se han realizado distintos estudios sobre el lobby político de algunos grandes empresarios, que tampoco dieron resultados concluyentes porque el lobby es una práctica poco transparente y difícil medir en cuanto a su impacto. En todo caso, los estudios han problematizado el rol de las donaciones de campaña, dado que el gobierno corre el riesgo de ser capturado por intereses particulares.
También se han realizado distintos estudios sobre las élites económicas latinoamericanas, que han tenido una actitud a lo sumo ambivalente y utilitaria frente a la democracia. Aunque las élites empresariales de la región toleraron (o incluso fomentaron) las transiciones a la democracia en la década de los ochenta del siglo XX, posteriormente no escatimaron esfuerzos para debilitar la eficacia y rendición de cuentas de los gobiernos democráticos. En particular, distintos estudios afirman que las élites económicas bloquearon los intentos de los gobiernos de llevar a cabo reformas perjudiciales a sus intereses (en particular medidas redistributivas y reforma agraria), mantuvieron prácticas clientelistas y afectaron negativamente el derecho de asociación de los sectores populares (incluso acudiendo a la coerción) en zonas rurales. El “espíritu democrático” de las élites se mantendría sólo en la medida en que éstas pueden promover sus propios intereses en forma eficaz e influir en los tomadores de decisiones.
Lo anterior son apenas ilustraciones de un tema amplio y complejo que se ha estudiado en parte, pero tiene grandes vacíos en América Latina y Colombia. De manera esperable se han abordado otros temas también, como las acciones y estrategias de los empresarios en materia de pago impuestos, las dificultades que han tenido (por su composición heterogénea e intereses contradictorios) de emprender acciones colectivas, las transformaciones en los gremios por cuenta del tránsito del modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones al neoliberalismo, y en ocasiones algunas alianzas público-privadas que se han dado, donde ciertas empresas acaban asumiendo roles cuasi-estatales. En el caso colombiano, Angélika Rettberg ha sido pionera en el estudio del rol de los empresarios en la construcción de paz.
Este programa de investigación tendrá un enfoque un poco distinto al enfatizar el carácter democrático (o poco democrático) de distintos grupos empresariales en sus actuaciones. La investigación incluye muchos retos tales como identificar las varias arenas de actuación que privilegian distintos grupos empresariales (si es el poder ejecutivo, legislativo o judicial; o si buscan influir sobre el gobierno nacional o el local), analizar sus estrategias (que pueden incluir lobby para lograr el nombramiento de ciertos funcionarios públicos, presión o actuaciones judiciales para cambiar regulaciones, y esfuerzos para influir en la opinión pública entre otros), y evaluar impactos positivos y negativos en la democracia. La investigación avanzará paso a paso y al ritmo en que lo permita la pandemia.
Dato de la semana
La juventud a menudo se presenta como una categoría social bipolar: celebrada como ‘líderes del mañana’ en algunos contextos y temida como una amenaza para la seguridad global en otros. En una edición especial publicada recientemente para el Journal of Eastern African Studies, titulada ‘Youth, the Kenyan state and a politics of contestation’, Luke Melchiorre (y sus coeditores, Wangui Kimari y Jacob Rasmussen) desafían estas representaciones dicotómicas de la juventud africana.
En su artículo introductorio argumentan que 1) si bien la juventud es una categoría social heterogénea, tienen experiencias similares de vigilancia y violencia por parte del Estado, lo que amerita analizarlos a través de una lente comparativa. 2) Rechazan las representaciones ahistóricas de la política juvenil que a menudo se presentan en los estudios de la teoría de ‘youth bulge’, argumentando que tales análisis han servido para ignorar y deslegitimar las quejas políticas de la juventud keniana y para así aplanar la diversidad de sus actividades políticas. Y 3) piden un enfoque del estudio de la política juvenil que amplíe «los parámetros de lo político», tomando espacios informales de la actividad política juvenil frecuentemente descuidados, como sitios importantes de investigación. Al hacerlo, rechazan las narrativas dicotómicas de la política juvenil que enfrentan la resistencia contra la cooptación.
Estudiantes
¡Lo fácil de estigmatizar a un politólogo y lo difícil de reconocer su importancia!
Siendo estudiante de Ciencia Política, es inevitable no sentirse aludido y, en muchas ocasiones, molesto, debido a la enorme estigmatización social que existe frente a esta ciencia del conocimiento, pues parece que vivimos en un mundo donde el politólogo es identificado como una persona que estudió una carrera fácil, es “mamerto”, tiene una gran habilidad para echar “carreta” y un sueño inverosímil de cambiar el mundo desde la academia y el análisis. Semejante construcción social, totalmente alejada de la realidad, desconoce un sin número de factores que demuestran, no sólo que ser politólogo es una tarea altamente compleja, sino que en realidad estos profesionales son una pieza fundamental del engranaje que explica el funcionamiento de la sociedad.
Comencemos por indicar que estudiar Ciencia Política no es algo sencillo y no es tan simple como leer, estar al tanto de las noticias y hablar mucha carreta. Ser politólogo involucra un entrenamiento multidisciplinario tan o más complejo y amplio que el de cualquier otra carrera. No nos especializamos solo en la política, sino en cultura, sociedad, periodismo, antropología, filosofía, historia, psicología y muchas áreas más, porque precisamente el escenario de lo político aborda una complejidad tan enorme que, para acercarnos a él, debemos volvernos seres integrales que entiendan la realidad en un cúmulo de dimensiones y que puedan aportar y ver más allá de la superficie de esta misma.
Por otro lado, el ejercicio de lectura y actualización que un politólogo realiza no busca un entendimiento superficial de las teorías o de las notas periodísticas, sino que conlleva un análisis profundo de la realidad, una búsqueda interminable de causas y consecuencias y el surgimiento a diario de un sinnúmero de interrogantes pero también de respuestas que buscan explicar el mundo que nos rodea. Una cosa es leer por leer y otra cosa muy diferente es leer para avanzar, para comprender y para dudar, que es precisamente para lo que los politólogos estudiamos.
En cuanto al estigma de la “carreta”, algo que se debe decir que es que los politólogos no escribimos por escribir, ni hablamos por hablar, sino que detrás de estos procesos comunicativos hay mucha investigación y análisis que otras profesiones no suelen abordar, por lo que no deberían criticar. Lo curioso de ello es que los análisis electorales, los de política exterior, el entendimiento de las mecánicas del gobierno o los argumentos a favor y en contra de la protesta social que a diario se escuchan en una conversación en un café o en el transporte público fueron hilados primero por un politólogo, que lejos de ser celoso de sus conocimientos, los comparte para que otros, que suelen llamarnos “mamertos”, los usen para parecer intelectuales en una conversación o cuando menos para entender la realidad social que nos rodea.
Ser politólogo no es fácil, es un trabajo de tiempo completo que no es de gran reconocimiento, que sufre de críticas y estigmas facilistas como los anteriormente descritos, pero que de una manera silenciosa, cada día y cada hora, demuestra que es fundamental para vivir, entender y transformar nuestra política y nuestra sociedad.
Egresados
Alexandra Bernal Pardo
Se graduó de Economía en 2004, de Ciencia Política en 2005 y de la Maestría en Ciencia Política en 2008. Su tesis de maestría, sobre la relación entre la minería del níquel y el conflicto armado, fue publicada en el libro “¿Diferentes recursos, conflictos distintos? La economía de la política regional del conflicto armado y la criminalidad en Colombia”, de Ediciones Uniandes.
Ha trabajado como investigadora y profesora en varios centros de investigación y universidades, como el Centro de Estudios Estratégicos sobre Seguridad y Defensa Nacional, la Fundación Ideas para la Paz, la Red PaPaz y el Departamento de Ciencia Política de Uniandes. Entre 2009 y 2011, fue asesora de la Dirección de Justicia, Seguridad y Gobierno del DNP.
Es además becaria del Instituto alemán para las Relaciones Exteriores (IFA, por sus siglas en alemán) y fellow del Instituto Colombo-Alemán para la Paz -CAPAZ-. Actualmente, está escribiendo su tesis de Maestría en Estudios de Paz en la Universidad de Innsbruck, Austria, sobre la fotografía como herramienta para la transformación de conflictos, y es consultora en Rodeemos el Diálogo, una red transnacional que apoya la solución negociada de los conflictos armados y la construcción de paz a través de la cultura del diálogo.
Adicionalmente, es coach ontológica certificada por Newfield Network.
Colombia International en Abstract
Comprendiendo y cuestionando la gobernanza global
Objetivo/contexto: El artículo argumenta que, a pesar de que la gobernanza global (GG) es un fenómeno ampliamente analizado y una práctica extendida en la actualidad, se sostiene sobre presunciones ontológicas que no han sido lo suficientemente cuestionadas. Por esa razón, su propósito es ofrecer una comprensión distinta de la GG basada en el pluralismo ontológico. Metodología : Para identificar esas presunciones universalistas, el artículo ofrece un estado del arte a partir del cual se realiza un análisis de discurso y uso de lenguaje en documentos académicos y documentos institucionales. Posteriormente se hace un ejercicio de teorización. Conclusiones: El análisis revela que existe una aproximación universalizada de la realidad global como única y compartida que no permite pensar la GG en términos más plurales que admitan espacios para la diferencia. Originalidad: Este artículo hace una crítica distinta a la GG planteando la discusión en términos ontológicos, de modo que permite pensar lo global en términos más plurales, que no han sido incluidos en las discusiones académicas de la GG.
PALABRAS CLAVE: Gobernanza global, gobernanza pluriversal, enfoques críticos, ontología
Noticias
La profesora Virginie Laurent publicó el pasado lunes un artículo en Razón Pública sobre la Minga del Suroccidente. En éste, Laurent brinda algunos elementos de contexto sobre el papel de las comunidades indígenas en la política nacional desde la Constitución del 91 y analiza la exigencia de éstas de abrir un diálogo horizontal y político con el gobierno. Léalo aquí.
Ayer se llevó a cabo el segundo de una serie de conversatorios que está organizando la Facultad de Ciencias Sociales sobre la protesta social. El tema, en esta ocasión, fue la policía en democracia y contó con la participación de Yanilda González, de Harvard Kennedy School, el profesor Juan Carlos Rodríguez-Raga y el investigador posdoctoral Juan Diego Prieto. Reviva el evento aquí.
Ayer la profesora Sandra Borda publicó su columna quincenal en El Tiempo. En este caso, analiza los resultados del plebiscito en Chile y las lecciones que puede aprender Colombia de este proceso de transición democrática y movilización ciudadana. Acceda a la columna aquí.
En su nuevo artículo, publicado en el número más reciente de Cuadernos del Cendes junto a Maria del Mar Chaustre, el profesor Víctor Mijares explica cómo la cooptación de la industria petrolera y la caída de los precios del petróleo confluyeron en el proceso de falla del estado venezolano. Acceda al artículo aquí.
El profesor Felipe Botero, director de Congreso Visible, estuvo invitado el pasado 13 de octubre al programa Puntos Capitales para discutir sobre la actividad reciente en el Congreso en temas ambientales. Puede revivir la trasmisión aquí o leer el informe completo que presentó Congreso Visible al respecto aquí.
La semana pasada se publicó el episodio número 21 de Buceando en el naufragio, el podcast de la profesora Sandra Borda junto al egresado Daniel Poveda que en esta ocasión contó con la participación de Maria Paula Martínez, también egresada del Departamento y profesora del Ceper, Santiago Rivas y Sara Trejos, de Presunto Podcast. El episodio aborda las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y puede escucharlo aquí.
Los representantes del Departamento presentan una nueva versión de la tradicional Polla Electoral. Haga sus apuestas sobre quién será elegido como el próximo Presidente de los Estados Unidos y con cuántos votos del colegio electoral a través de este enlace. El costo por participar es de 2.000 pesos, que puede transferir a través de Nequi o Daviplata al 322 2709509. El premio es un bono de 50.000 de la Librería Uniandes o algún restaurante.
Agenda
Hoy miercoles 28 de octubre a las 6:30pm se realizará un conversatorio para politólogos sobre el paso de la vida estudiantil a la vida laboral, que contará con la participación de algunos egresados del Departamento. Invita el Capítulo de Ciencia Política de Uniandinos. Acceda a través de este enlace.
El profesor Víctor Mijares conversará junto a Juan Carlos Monedero, profesor de la Universidad Complutense de Madrid; Andrés Vila, estudiante doctoral de la Academia de Administración Pública de Moscú, y Santiago Arias, director de EsDePolitólogos, acerca de las elecciones presidenciales en Estados Unidos desde una perspectiva internacional. Conéctese a través de Facebook live el próximo jueves 29 a las 8am.
Mañana 29 de septiembre a las 10am continúa la Cátedra de Paz. En esta sesión, se discutirá acerca de las amenazas que pueden suponer fenómenos como los asesinatos de líderes sociales y el negacionismo explícito del gobierno en el esclarecimiento de la verdad. Ésta contará con la participación de Juanita Goebertus, Representante a la Cámara y egresada del Departamento, entre otros invitados. Siga la transmisión aquí .
Las postulaciones para los cargos de representación estudiantil del CEU están abiertas hasta mañana jueves 29 de octubre. Los interesados deben diligenciar este formulario adjuntando una foto, una carta de motivación y un documento explicando sus propuestas. Las elecciones se realizarán el 5 y 6 de noviembre a través de Sicua.
Este viernes 30 de septiembre a las 5pm se llevará a cabo la asamblea de inaguración del Consejo de Estudiantes de Ciencias Sociales -CONCISO-, en la cual se presentarán los diferentes comités que hacen parte de éste. La asamblea también contará con la participación de los candidatos a la representación de la Facultad y los departamentos, quienes expondrán sus propuestas.
El próximo martes 3 de noviembre a las 5:20pm la profesora Angelika Rettberg dará una charla titulada «Paz y poder: ¿Cómo la Ciencia Política nos ayuda a entender los retos de la construcción de paz en Colombia hoy?». El evento hace parte del ciclo de charlas organizadas por la Facultad sobre por qué estudiar Ciencias Sociales hoy. Únase a través de este enlace.
El miércoles 4 de noviembre a las 10am se llevará a cabo la presentación del número 74 de la Revista de Estudios Sociales, la publicación de la Facultad de Ciencias Sociales, que lleva por tema «La erosión de la democracia» y cuenta con la participación de autores de México, Uruguay, Estados Unidos, Brasil y Colombia. Acceda a la reunión aquí.
La profesora Angelika Rettberg participará el próximo viernes 6 de noviembre a las 11am en la presentación del libro «Recuperando la Paz Cotidiana. Voces locales para la medición y evaluación después de la guerra», de Pamina Firchow, publicado por Editorial UR. Siga la transmisión del evento aquí.
Oportunidades
El Gender, Justice & Security Hub abrió convocatorias para nuevos proyectos de investigación relacionados con temas de género, paz, justicia y seguridad que requieran financiamiento. La convocatoria está abierta hasta el 27 de noviembre y puede encontrar todos los detalles de la misma acá.
El Departamento Nacional de Planeación -DNP- abrió convocatorias para realizar pasantías durante el semestre 2021-1. Los interesados pueden postularse hasta el 30 de octubre a través del Servicio Público de Empleo.
Directora
Laura Wills-Otero
Asistente Editorial
Santiago Vanegas
Diseño Gráfico
Andrés Felipe Montoya
Ossman Aldana