Editorial
Un acercamiento a las elecciones generales de 2020 en Bolivia
Por: Luke Melchiorre, Profesor Asistente del Departamento de Ciencia Política
En menos de una semana, el 18 de octubre, está previsto que Bolivia celebre elecciones generales. Durante la campaña electoral, Luis Arce, el actual líder del Movimiento al Socialismo– Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP ) y exministro de Finanzas en el gabinete de Evo Morales, ha liderado las encuestas, anticipándose victorioso frente a sus principales rivales. Bajo el sistema electoral de Bolivia, el candidato ganador debe obtener al menos el 50% de los votos; o más del 40% y una ventaja del 10% sobre el candidato del segundo lugar, para ganar en primera y única vuelta. Actualmente no está claro si el margen de victoria esperado de Arce será suficiente para evitar una segunda vuelta.
Entonces, si bien el resultado de las próximas elecciones de Bolivia sigue siendo incierto, es importante reflexionar sobre el pasado electoral reciente del país. Específicamente, ¿por qué Bolivia celebra sus segundas elecciones generales en menos de un año?
Las elecciones de 2019 estuvieron envueltas en controversia. Evo Morales, el presidente del país, que había gobernado desde 2006, parecía haber ganado las elecciones cómodamente, obteniendo el 47% del voto popular. Esto significó que una elección de segunda vuelta y de desempate se anticipara innecesaria, ya que el margen de victoria de Morales sobre su rival más cercano, Carlos Mesa, excedía el umbral del 10%.
Sin embargo, el 11 de noviembre, pocas semanas después de haber asegurado –al menos en apariencia– su cuarto mandato consecutivo en el cargo, Morales llegaba a la Ciudad de México y ya no era el presidente de Bolivia. Presionado por el ejército y la policía, y enfrentando amenazas contra él y su familia, Morales renunció a la presidencia y se exilió. Lo hizo en medio de acusaciones de fraude electoral generalizado.
En el centro de la controversia estaba el recuento de “conteo rápido”, o la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que se actualizaba periódicamente en el sitio web del Tribunal Supremo Electoral (TSE) la noche de las elecciones.
Con el 83,8 por ciento de los votos contabilizados, el sitio web del TSE indicó que Morales, con el 45,3% de los votos, lideraba a Mesa por aproximadamente 7% puntos. Si estos resultados se hubieran mantenido tan cerca, una segunda ronda habría sido obligatoria. En este punto, el TSE cerró la transmisión en vivo del reporte de resultados. Preocupado por esto, Mesa reclamó fraude.
Al día siguiente se reinició la transmisión de los resultados del conteo rápido, y el sitio web ahora indicaba que el margen entre Morales y Mesa había aumentado a poco más del 10%. Morales argumentó que durante esta brecha en la transmisión en vivo se habían contabilizado votos pendientes en las zonas rurales. En estos distritos Morales era fuerte. Una vez más, Mesa señaló estas circunstancias aparentemente sospechosas para justificar sus acusaciones de fraude electoral contra Morales.
En medio de un creciente malestar interno por el resultado de las elecciones, una serie de informes publicados por la Organización de Estados Americanos (OEA) parecían verificar el juego sucio. Apenas un día después de las elecciones del 20 de octubre, la OEA alegó que el escrutinio preliminar contenía un «inexplicable cambio de tendencia» de los resultados preliminares, que sospechosamente «modificó drásticamente el destino de las elecciones» a favor de Morales.
El 10 de noviembre, un día antes de la salida forzosa de Morales a México, la OEA anunció que “[d]adas todas las irregularidades observadas, es imposible garantizar la integridad de los datos y certificar la veracidad de los [resultados electorales]”. El informe final de la OEA, publicado en diciembre de 2019, reiteró los hallazgos preliminares de la organización, afirmando que «el equipo auditor ha detectado una manipulación deliberada» de los resultados con base en «pruebas incontrovertibles de un proceso electoral empañado por graves irregularidades».
Estos hallazgos preliminares de la OEA ayudaron a galvanizar la condena internacional de Morales y su régimen. De hecho, la expulsión forzada de Morales del poder fue celebrada por muchos medios de comunicación, particularmente en Estados Unidos, como una clara victoria para las fuerzas de la democracia en América Latina. Al rechazar la idea de que el primer presidente indígena de Bolivia había sido objeto de un golpe de estado, periódicos como el New York Times y el Washington Post informaron sobre las acusaciones de manipulación electoral casi como si fueran hechos.
Sin embargo, casi de inmediato, otros observadores electorales proporcionaron razones creíbles para ser escépticos ante los informes de la OEA. El 8 de noviembre, el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR) publicó su propio informe identificando numerosas fallas en los hallazgos de la OEA. Primero, señaló que el TSE solo estaba obligado a realizar un conteo rápido del 80% de los votos. En segundo lugar, argumentaron que el aumento de la ventaja de Morales sobre Mesa durante el período intermedio del «apagón» del sitio web del TSE fue consistente con las expectativas, dada la abrumadora popularidad del presidente boliviano en los distritos rurales restantes. En tercer lugar, el CEPR acusó a la OEA de realizar denuncias de irregularidades electorales sin el respaldo de pruebas concretas.
En febrero de 2020, dos académicos del MIT publicaron hallazgos en el Washington Post, que estaban en línea con las conclusiones alcanzadas por el informe CEPR. Los autores argumentaron que a pesar de las afirmaciones de la OEA sobre irregularidades electorales «graves», «no hay ninguna evidencia estadística de fraude que podamos encontrar – las tendencias en el conteo preliminar, la falta de un gran salto en el apoyo a Morales después de el alto, y el tamaño del margen de Morales parecen legítimos «.
Para junio de 2019, incluso el New York Times, cuyo consejo editorial había citado inicialmente el informe de la OEA como evidencia de la «elección defectuosa» de Bolivia, mostró escepticismo sobre las conclusiones de la organización. Citando un estudio académico que utilizó datos recopilados por el Times y las autoridades electorales bolivianas, el periódico informó los hallazgos de los académicos sobre la «conclusión de la OEA de que la participación de Morales en los votos saltó inexplicablemente en las boletas finales se basó en datos incorrectos y técnicas estadísticas inapropiadas». Estos investigadores concluyeron que una vez que se corrigen esos errores, «no hay evidencia estadística de fraude».
Independientemente de la (in)validez de los reclamos de irregularidades electorales, los críticos de Morales han señalado sus tendencias autoritarias antes de las elecciones de 2019 para justificar su derrocamiento y el posterior ascenso del régimen de su sucesora de derecha, Jeanine Áñez. Es cierto que el apoyo popular de Morales sufrió tras el referéndum de 2016, donde el 51% de los bolivianos votó en contra de enmendar la constitución para permitirle postularse para un cuarto mandato. También es cierto que, a pesar de este referéndum, Morales utilizó maniobras legales para que posteriormente las altas cortes del país extendieron los límites de mandato de todos modos.
Aún así, los abusos cometidos por el régimen de la sucesora no electa de Morales, Ánez, apenas han estado a la altura de su promesa de «devolver la democracia y la tranquilidad» al país. Desde que asumió el poder en noviembre, el gobierno de Áñez ha masacrado a los manifestantes, e incluso ha introducido un decreto que exime a los soldados de la “responsabilidad penal” en sus esfuerzos por mantener el orden público. Han arrestado a opositores políticos y han reprimido a los medios de comunicación y a los activistas de la oposición. En el proceso, el historial de violaciones de derechos humanos de su régimen ha sido condenado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. A pesar de llegar al poder con el único mandato de convocar nuevas elecciones lo antes posible, ha pospuesto dos veces elecciones que parecía estar a punto de perder, señalando a la pandemia del Covid-19 como responsable. Y en septiembre, ante el desplome de las cifras de las encuestas, abandonó formalmente la carrera presidencial. Todos estos hechos demuestran, por lo tanto, que su permanencia en el poder ha hecho retroceder la democracia boliviana.
Entonces, con base en la evidencia del año pasado, la evaluación internacional inicial de que la democracia había ganado en Bolivia luego de la destitución forzada de Morales en noviembre de 2019 simplemente no está respaldada por los hechos. Los hechos son que Morales fue un líder elegido democráticamente, destituido del poder de manera forzada e inconstitucional por militares y policías. Los hechos son que un informe internacional de alto perfil que supuestamente confirmó irregularidades electorales generalizadas fue profundamente defectuoso. Y finalmente, los hechos dictan que el régimen interino que ha surgido desde la destitución de Morales, que nunca fue elegido democráticamente en primer lugar, ha dañado gravemente la democracia del país.
Pero la verdadera prueba de todo esto serán las elecciones del domingo, las cuales se convertirán en un referendo sobre el remanente de popularidad del Proyecto de Morales. También algunas preguntas clave serán respondidas: ¿el apoyo a MAS-IPSP será suficiente para otorgarles la victoria? Y si ellos pueden declararse victoriosos en las urnas, ¿se les permitirá gobernar?
Análisis e Investigación
Criminodinámica en la seguridad ciudadana durante el contexto Covid-19
La seguridad ciudadana en el año 2020 ha reflejado cambios sustanciales en los fenómenos asociados a la convivencia y la criminalidad, tanto en las formas que tomaron los delitos, como en el surgimiento de nuevas conductas de atención en el cumplimiento de las medidas dispuestas por los gobiernos en la pandemia que fueron objeto de regulación y control por los organismos de policía en cada país (Ej: medidas de cuarentena y control de comportamientos que pusieran en riesgo la salud de la población).
Al respecto, las policías de los 194 países adscritas a INTERPOL en diferentes informes han reportado los cambios y retos que han tenido que asumir en un nuevo escenario matizado por la pandemia Covid-19 (INTERPOL, 2020 ); entre ellos, las adaptaciones de los cuerpos de policía en sus equipamientos y procedimientos con especificaciones que garanticen bioseguridad y al mismo tiempo faciliten la continuidad del servicio permanente en las calles mientras la mayoría de la población entró en cuarentena en casi todos los países (Alvarado, Sutton y Laborda, 2020). Asimismo, el desarrollo de estrategias de policía para enfrentar las transformaciones del delito, las estructuras delincuenciales y la reconfiguración de nuevos espacios y conexiones criminales es uno de estos retos.
Para efectos de este análisis, se ilustran las dinámicas que registraron los delitos en el contexto del Covid-19 en Colombia y sus transformaciones en términos de intensidad, territorios y objetivos en las ciudades; es decir, la “criminodinámica” que impulsó cambios en el servicio de policía con un enfoque de policía de emergencia sanitaria durante el 2020.
El año 2020 en temas del comportamiento del crimen marcó un periodo de aprendizaje en cuanto a las transformaciones y adaptaciones que toma el delito. Se observó la confirmación de algunas teorías criminológicas que han documentado la asociación en los cambios del crimen en su forma e intensidad (Eisner, 2020) y desde las cuales es posible entender la reconfiguración del crimen en Colombia.
Dos teorías dan luces para la explicación en el descenso del crimen. La primera, desde un enfoque centrado en las actividades rutinarias (Felson, Jiang y Xu, 2020; Cohen y Felson, 1979), en el cual se indica la existencia de tres variables principales: 1) un objeto deseable para el delito y 2) un delincuente motivado que se combinan en el espacio y el tiempo,¡ analizando la presencia y probabilidad de ser sorprendido y sancionado por un guardián que garantiza la seguridad; es decir, 3) la policía.
La segunda teoría que indica la disminución en el delito habla de la capacidad de elección racional del delincuente para hacer un cálculo de costo-beneficio con respecto a la utilidad esperada en el delito y el riesgo por su realización (Cornish y Clarke, 2002; Becker, 1968). Por lo tanto, la combinación de variables para la comisión del crimen está influenciada por la elección racional del criminal y las variables inmersas en los patrones de comportamiento y movilidad de la población en el Covid-19.
Desde los dos enfoques mencionados, se asume que un contexto criminógeno no se da aleatoriamente en tiempo y espacio; pues es el resultado de la combinación de estas variables que configuran la oportunidad para delinquir. Situación que en los contextos del crimen durante el Covid-19 fueron modeladas por los patrones de movilidad, derivando aumento de la probabilidad de ser capturado por la visibilidad y presencia de la policía en las actividades rutinarias de la población, reflejando disminuciones en los delitos en el 98% de los municipios del país, principalmente en el homicidio y el hurto.
En consecuencia, aunque desde el inicio del año 2020 en Colombia, los delitos presentaban una tendencia hacia la disminución con pequeñas concentraciones en algunos territorios del país, la intensidad del delito cambió desde las medidas de cuarentena iniciadas desde el 25 de marzo, acelerando la trayectoria de la disminución en la criminalidad. Los descensos fueron más notorios en los hurtos; sin embargo, los actores criminales se reacomodaron en un nuevo objeto deseable con mayor oportunidad rentística en el nuevo patrón de movilidad y encontraron en el hurto a bicicletas, un mecanismo para compensar su necesidad rentística y evadir los controles ejercidos por la policía.
En cuanto al homicidio, las disminuciones en esta forma de violencia alcanzaron niveles equivalentes al -34% en el homicidio en un mes y al llegar al primer semestre un equivalente en el acumulado anual del -13% representados en 810 muertes violentas evitadas. No obstante, para entender las nuevas formas que tomó la violencia homicida es necesario indicar que las reducciones en el crimen también limitaron la versatilidad delictual y el tipo de actores violentos. En suma, durante los primeros meses de la cuarentena, las formas del homicidio se concentraron en tres tipologías:
- La precariedad socioeconómica y la frustración generaron tensión en el individuo, aumento de la agresividad y el aumento del uso de la violencia (riñas) como mecanismo para resolver conflictos interpersonales.
- La frustración por compensar sus necesidades básicas.
- Precariedad económica es precipitante para vinculación en rentas criminales.
2Mayor General de la Policía Nacional de Colombia, Director de Seguridad Ciudadana. Especialista en Resolución de Conflictos y Magister en Seguridad Pública.
3Coronel, Jefe del Área de Información Estratégica del Servicio de Policía – DISEC. Magister en Seguridad Pública.
- Alvarado, N., Sutton, H. y Laborda, L. (2020). El impacto del COVID-19 en las agencias policiales de América Latina y el Caribe. Consultado en https://publications.iadb.org/
publications/spanish/document/ COVID-19-y-la-actuacion-de- las-agencias-policiales-de- America-Latina-y-el-Caribe.pdf - Becker, G. (1968). Crime and Punishment: An Economic Approach. Journal of Political Economy, 76(2), 169-217.
- BID, Policía Nacional de Colombia y Universidad EAFIT. (2020). Evolución de la seguridad ciudadana en Colombia en tiempos del COVID-19. Bogotá: Colombia.
- Cohen, E. y Felson, M. (1979). Social change and crime rate trends: A routine activity approach. American sociological review (1979): 588-608.
- Cornish, D. y Clarke, R. (2002). Crime as a rational choice. Criminological theories: Bridging the past to the future, 77-96.
- Eisner, M. (2020). Crime in Times of the Pandemic. Violence Research Centre, University of Cambridge. Consultado en https://www.vrc.crim.cam.ac.
uk/file/ pandemiccrimepublicwebinarpptx - Felson, M., Jiang, S. y Xu, Y. (2020). Routine activity effects of the Covid-19 pandemic on burglary in Detroit, March, 2020. Crime Sci 9, 10 (2020). https://doi.org/10.1186/
s40163-020-00120-x - INTERPOL. (2020). COVID-19 – Stay Safe. Consultado en https://www.interpol.int/en/
How-we-work/COVID-19 - INTERPOL. (2020). Preventing crime and protecting police: INTERPOL’s COVID-19 global threat assessment. Consultado en https://www.interpol.int/News-
and-Events/News/2020/ Preventing-crime-and- protecting-police-INTERPOL-s- COVID-19-global-threat- assessment
Dato de la semana
Priorización de temas de la Economía Política Internacional en UNIL y Uniandes (fuente: Informe de evaluación de Conecta-TE)
Estudiantes
La ciudad explusora y receptora:
Desplazamos a los hijos de la selva y los condenamos a vivir en el cemento
Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Colombia es el segundo país a nivel mundial con mayor cantidad de víctimas de desplazamiento forzado con 8’062,515 víctimas desde 1985, solamente lo supera Siria con 13 millones de víctimas. Aunque hoy en día el fenómeno de la migración forzada se ha puesto en el centro de la agenda debido a los más de un millón de venezolanos que ha recibido el país desde 2010, éste fenómeno no es nuevo en Colombia: el desplazamiento interno ha sido una característica histórica del país. Según un informe del ACNUR del año 2019, Colombia ocupó, por cuatro año consecutivo (desde 2015), el primer lugar en el mundo como el país con mayor número de víctimas de desplazamiento forzado dentro su propio territorio.
Para entender la dimensión de esta situación, basta con pensar que el número de víctimas de desplazamiento forzado en Colombia se aproxima al número de habitantes de países como Paraguay, Suiza, Sierra Leona, Israel o Nicaragua . El desplazamiento ha sido entonces un fenómeno histórico ligado a los conflictos políticos y económicos que se han desarrollado entre diferentes grupos y sectores de la sociedad colombiana. Actores que van desde la fuerza pública, los políticos, los empresarios, las guerrillas, los paramilitares, hasta el narcotráfico, la delincuencia común, la palma, el banano y la ganadería.
Esto quiere decir que en contextos heterogéneos de conflicto armado, como es el caso de Colombia, el desplazamiento forzado se convirtió y sigue siendo la herramienta predilecta para acumular riqueza, recursos (naturales y artificiales) y despojar tierras de manera sistemática. Según el CNMH, El 87% de las víctimas de desplazamiento en Colombia vivían en el campo y se calcula que 8,3 millones de hectáreas han sido despojadas o abandonadas por la fuerza. Es decir 9 de cada 10 personas que vivían en el campo fueron desplazadas.
Sin embargo, aunque la violencia en Colombia se ha caracterizado por tener como escenario principal el campo, es importante reconocer que las ciudades también han sido centrales y hasta perpetuadoras del conflicto armado, social y geográfico. Las 23 ciudades principales de Colombia recibieron, en promedio, el 43,45% de los desplazados acogidos en su respectivo departamento y expulsaron al 12,59%.
Fuente: DANE
Así pues, el desplazamiento forzado no sólo provocó una “descampesinización del territorio”, sino también la consolidación de un modelo de ciudad de alta segregación socio espacial en el que subsisten y coexisten fuertes contrastes sociales. Esto, sin lugar a duda, ha sido la causa de que luego se de pie a que se genere una revictimización de las víctimas por medio de lo que se conoce como desplazamiento intraurbano.
Resulta entonces pertinente dentro de nuestro campo de estudio y dentro del campo de estudio económico que ya no sólo se trate de entender que pasa en los territorios expulsores, sino que empecemos a entender ¿Cuales están siendo los efectos del desplazamiento forzado en los territorios receptores de las víctimas? y ¿Qué efectos ha tenido para las víctimas dicho desplazamiento? ¿Están siendo estos territorios capaces de atender e incluir a aquellos que huyeron, sin desearlo, de su hogar? Tal parece que no, tal parece que los resultados del desplazamiento forzado son más desplazamiento, pero esta vez vestido de urbanos.
No podemos ser indiferentes a la imagen de los indígenas embera katío que después de haber sido desplazados del Pacífico Colombiano, fueron desalojados de la localidad de Santafé en medio de la pandemia y terminaron acampando en el parque tercer milenio. Como si fuera poco, después de que se les hubiera prometido atención en Corferías, se les fue negada la entrada y fueron obligados, NUEVAMENTE, a desplazarse. No podemos ser indiferentes a los habitantes del barrio Altos de la Estancia en Ciudad Bolívar, los cuales fueron desplazados a comienzos de la pandemia con la excusa de que estaban en un área con “desestabilidad por remoción en masa”. Sin embargo, este territorio ya se le otorgó a un capital privado para construir. Yo me preguntó entonces, ¿Por qué ciertos territorios implican un riesgo para unxs y para otrxs no? ¿Sobre qué radica el poder que tienen aquellxs que determinan que un territorio no es apto para unxs pero para otrxs sí?
Sólo quisiera cerrar dejándoles la reflexión sobre las implicaciones de aquel que es forzado a desplazarse, a diferencia de aquel que decide, por decisión propia, marcharse:
“El que se desplaza no tiene, literalmente hablando, un lugar a dónde ir. “La partida es lo que importa, no su destino”. Si no ha elegido moverse, mucho menos ha elegido el lugar a dónde ir. Para el que se desplaza forzadamente, es decir, el que se ve obligado a abandonar su mundo conocido, no existe un mejor lugar a dónde ir. Tampoco le es permitido hacer su viaje en buenas condiciones: ahorrar para sus gastos, vender o heredar a sus familiares o amigos sus propiedades o pertenencias. El movimiento del desplazado es, en ese sentido, un deambular repentino, que alguien se ve obligado a hacer, sin recursos ni lugar de destino: “El movimiento no es entonces el principio de una libertad sino el de un destino funesto” Ridon, Jean-Xavier, 1997, Between Here and There: A Displacement in Memory
Egresados
Andrés Felipe Giraldo
Es politólogo y especialista en Periodismo de Los Andes, con amplia experiencia en el sector público, especialmente trabajando con comunidades vulnerables. Trabajó durante cuatro años en la Fiscalía General de la Nación, primero como parte de la Oficina de Protección a Víctimas y Testigos y luego en la Sección de Información y Análisis del CTI. Entre 2005 y 2007, asesoró a la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (actual DPS) para los proyectos de reubicación de la población en Bojayá y Cúpica, Chocó, y la construcción de la central hidroeléctrica de Guapi, Cauca.
Además, cuenta con experiencia en investigación y docencia universitaria. Fue Director del Centro de Investigaciones Socio-Jurídicas de la Corporación Universitaria Republicana y Profesor y Director del Programa de Ciencia Política de la Universidad de Ibagué.
Como periodista, fue editor y redactor de la revista digital Krak Media y publicó dos crónicas en la extinta revista cultural Número. Con una de ellas, titulada «Historia de un asesinato anunciado: Never Ríos Carrascal» recibió Mención de Honor del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en la categoría de mejor crónica.
Actualmente, está terminando la Maestría en Ciencia Política y Sociología de FLACSO Argentina y publica columnas de opinión recurrentemente en su blog personal linotipia.com.
Colombia International en Abstract
Contribuciones de los estudios globales al análisis de la política exterior: una aproximación metodológica
Objetivo/contexto: Este trabajo examina la contribución que una aproximación desde los estudios globales (EG) puede realizar para obtener una mirada más amplia y comprehensiva de la política exterior (PE) latinoamericana, al incorporar el nivel global a los ámbitos internacional, regional y nacional comúnmente observados, y cuestionar las distinciones tradicionales, limitadas para explicar el comportamiento y la toma de decisiones en Estados periféricos. Propone la construcción de un modelo de análisis para la interpretación de la PE de los países periféricos. Metodología : La investigación es de tipo cualitativa, con una lectura crítica de las aproximaciones existentes en PE y EG. Utiliza un método documental, con el propósito de profundizar en las teorías existentes para derivar conocimientos nuevos. Es un trabajo teórico que, a partir de una metodología analítica e inductiva y de una discusión epistemológica, busca construir un método de análisis para la PE latinoamericana incorporando las contribuciones de los EG. Conclusiones : Profundiza sobre los estudios de PE y los desafíos emergentes frente a las problemáticas y procesos globales que demandan nuevos métodos de análisis. Desarrolla una estrategia metodológica interdisciplinaria para un enfoque global de la PE y de la inserción internacional en América Latina a partir de la consideración de espacios multinivel. Originalidad: La originalidad del trabajo radica en el desafío de aportar a las escasas aproximaciones metodológicas para el estudio de la PE, planteando el estudio de espacios multinivel, trascendiendo la esfera estatal, y en especial, pensando un modelo para ser aplicado a las realidades de los países latinoamericanos.
PALABRAS CLAVE: Globalización, política exterior, estudios globales, metodología,Noticias
Laura Wills-Otero, directora del Departamento, acaba de publicar un capítulo en el libro Democracias en vilo: la incertidumbre política en América Latina , publicado por el Instituto Mora, de Conacyt. El capítulo discute el poder y la perduración de los partidos políticos en Colombia, a partir de los resultados de las elecciones legislativas de 2018.
La profesora Sandra Borda fue entrevistada por Cerosetenta a propósito de la tutela que logró que la Corte Suprema se pronunciara sobre la violencia policial y de la cual Borda es una de las accionantes. En la entrevista, que puede ver acá, habla sobre similitudes y diferencias de las recientes protestas con otras en el pasado y sobre el desacato del Ministro de Defensa al fallo de la Corte.
El pasado 8 de octubre, el profesor Felipe Botero fue invitado a Noticias RCN para analizar el proyecto de reforma política que avanza en el Congreso y la propuesta de reforma al Senado. También fue entrevistado en el programa Puntos Capitales, de Canal Capital, que puede revivir aquí.
Ayer publicó su columna en El Tiempo la profesora Sandra Borda. En este caso, analiza los mensajes que ha mandado el gobierno colombiano recientemente a propósito de la campaña electoral en Estados Unidos y explica los peligros que implica volver una relación bilateral un tema de política interna. Léala aquí.
Agenda
Mañana a las 10am se realizará el panel titulado «Colombia en la Guerra de Corea: 70 años de historia». Estará moderado por la profesora Carolina Urrego-Sandoval y contará con la participación del Embajador de la República de Corea en Colombia. Inscríbase a través de este enlace.
Hoy a las 6pm tendrá lugar el primer coloquio de la serie «Metodologías de construcción de paz», organizado por la Maestría en Construcción de Paz. Este tratará sobre las capacidades locales e institucionales para la justicia transicional. Para acceder, dé clic acá.
Mañana 15 de octubre a las 10am continúa la Cátedra de Paz. En esta ocasión, la sesión girará en torno del arte como herramienta para tramitar el dolor de las víctimas, ejercicio de reparación simbólica y mecanismo para promover la convivencia. Para mayor información haga clic aquí.
El Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh y la Sección de Instituciones Políticas de LASA invitan al conversatorio «Threats to Democracy in Colombia» el próximo lunes 19 de octubre a las 5pm. Éste contará con la participación de la profesora Angelika Rettberg. Acceda aquí.
El Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Florida ofrecerá una sesión informativa mañana a las 5pm sobre su programa de doctorado. Los interesados se deben inscribir aquí para recibir una invitación de Zoom. El objetivo de la charla será brindar detalles sobre el proceso de postulación y será dictada en español.
El miércoles 4 de noviembre a las 10am se llevará a cabo la presentación del número 74 de la Revista de Estudios Sociales, la publicación de la Facultad de Ciencias Sociales, que lleva por tema «La erosión de la democracia» y cuenta con la participación de autores de México, Uruguay, Estados Unidos, Brasil y Colombia. Acceda a la reunión aquí.
Oportunidades
El Gender, Justice & Security Hub abrió convocatorias para nuevos proyectos de investigación relacionados con temas de género, paz, justicia y seguridad que requieran financiamiento. La convocatoria está abierta hasta el 27 de noviembre y puede encontrar todos los detalles de la misma acá.
El Departamento Nacional de Planeación -DNP- abrió convocatorias para realizar pasantías durante el semestre 2021-1. Los interesados pueden postularse hasta el 30 de octubre a través del Servicio Público de Empleo.
Directora
Laura Wills-Otero
Asistente Editorial
Santiago Vanegas
Diseño Gráfico
Andrés Felipe Montoya
Ossman Aldana