Editorial
Simone Souto Pitta
Candidata a Doctora en Ciencia Política – Universidad de los Andes
Elecciones 2018 en Brasil: la democracia al borde del abismo
El próximo domingo 28 de octubre más de 147 millones de brasileños decidirán quién será el próximo presidente del país. La disputa es entre el exmilitar Jair Messias Bolsonaro, que picó en punta con un 46 por ciento de la votación en primera vuelta, y el profesor universitario Fernando Haddad, exministro de educación en el Gobierno Lula, del Partido de los Trabajadores, que quedó rezagado con un poco más de 29 por ciento.
En las calles, los bares y entre la lluvia de fakenews en las redes sociales y grupos de WhatsApp, el debate sobre las elecciones se apodera de la cotidianidad brasileña, lo cual, sumado a lo que se divulga por radio y televisión, lleva a politizar y polarizar todo. La polarización ha tomado incluso la forma de confrontación física con noticias y denuncias de violencia a electores, elevando el aire toxico de intolerancia e incertidumbre sobre la estabilidad democrática de Brasil. Y desafortunadamente no podía ser diferente. La decisión de los electores se decantó por los extremos: de un lado, un candidato de ultraderecha nacionalista que promete mano dura para combatir la violencia y la corrupción, acompañado de un discurso mesiánico de recuperar los valores de la familia tradicional; y, del otro lado, un candidato cuya estrella roja en su bandera le imprime a la campaña un aire de lucha de clases en defensa de la revalorización del trabajador brasileño, y que apuesta a formar un frente democrático suprapartidario contra su rival.
Con un significativo aumento de la intención de voto durante las tres semanas que estuvo hospitalizado luego de sufrir un ataque a cuchillo a principios de septiembre, Bolsonaro se ha convertido en un verdadero mito-fantasma que gana electores convencidos[1] sin hacer campaña. O la hace de una manera totalmente novedosa e inesperada para los especialistas en el tema, concentrando sus energías en el uso de redes sociales y la producción de noticas falsas, dejando en segundo plano los medios oficiales de prensa. La polarización entre Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Social Liberal (PSL) -éste último hasta ahora un partido desconocido-, repercutió en el parlamento. Hoy los dos partidos tienen las mayores bancadas del Congreso, con 56 diputados el PT y 52 el PSL. Hubo una verdadera renovación y un giro conservador con casi mitad de la cámara integrada por diputados jóvenes y novatos. El efecto Bolsonaro fue capaz de agrupar a las fuerzas de una derecha conservadora brasileña que salió del clóset con un discurso antisistema, con la bendición del voto, y bien posicionada en el Congreso y en las asambleas legislativas estatales del país.
El peligro, sin embargo, no reside en la polarización política respetuosa, sino en la transición hacía un gobierno autoritario. Muy probablemente los electores que votaron por Bolsonaro en la primera vuelta lo harán también en la segunda, lo que evidencia un ascenso de valores antidemocráticos[2] que se inscriben en una agenda de oposición a los movimientos identitarios (como el feminismo, el movimiento negro y la comunidad LGBTI) y a cualquier movimiento o partido de izquierda[3]. El discurso “anticomunista” de Bolsonaro, más que reflejar una aversión a cualquier proyecto o partido político de centro izquierda, se vale de una combinación de falta de memoria histórica y una forma de hacer política que deshumaniza a los oponentes políticos eliminando las posibilidades de dialogo.
En su discurso posterior a la primera vuelta, Bolsonaro declaró que su misión como presidente será resolver los estragos de 30 años en los que la izquierda corrompió a la democracia (el período desde nuestra redemocratización) y estancó la economía, así cómo poner fin a todo tipo de activismos del Brasil. El gurú de Bolsonaro, Paulo Guedes, un “Chicago Boy” que posiblemente sería nombrado ministro de Economía, ya señaló que, con relación a la reforma tributaria y a la pensional, el norte está marcado por la mínima intervención del Estado en el mercado, reducción de los derechos de los trabajadores, y reducción de los impuestos a los ricos, una política económica muy similar a la adoptada por los militares en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX.
Cuando inicié mi proyecto de tesis hace dos años, pretendía estudiar los matices en la relación difusa y compleja entre sociedad política y Estado en distintos contextos en América Latina, con el objetivo de comprender el concepto del enemigo político interno desde una perspectiva histórica. No me imaginaba que al iniciar mi investigación de campo en Brasil (uno de los estudios de caso), los eventos históricos que antecedieron el golpe de Estado y la instauración de la dictadura militar en abril de 1964 resonaran tanto en el Brasil de 2018. Igual que antes, hay un profundo sentimiento de intolerancia política y una necesidad de “limpiar el sistema de ideologías dañinas,” lo cual, sumado a un populismo moral de derecha, gana fuerza en medio del descontento social generalizado y la crisis económica. Un gran y angustioso interrogante es si sobrevivirán ilesas las instituciones de control que preservan a la democracia, puesto que varios oficiales activos de las fuerzas armadas brasileñas declaran una cierta nostalgia por aquellas épocas en que “tutelaban” la democracia.
[1] El perfil del elector de Bolsonaro corresponde a hombres blancos, con escolaridad media, renta igual o mayor a dos salarios mínimos y se concentra en la región Sudeste del país. Si el electorado fuera compuesto por apenas hombres con renta superior a cinco salarios mínimos, Bolsonaro ganaría la elección en la primera vuelta. Según las encuestas, son las mujeres de baja renta (hasta dos salarios mínimos) las que impiden una mayor ventaja del candidato. Información disponible en: Jornal Folha de Sao Paulo, 14 de septiembre (https://www1.folha.uol.com.br/poder/2018/09/midia-espontanea-ajuda-a-embalar-as-candidaturas-de-bolsonaro-e-haddad.shtml), y en Jornal O Globo, 03 de octubre (https://g1.globo.com/politica/eleicoes/2018/eleicao-em-numeros/noticia/2018/10/03/pesquisa-datafolha-veja-perfil-dos-eleitores-de-cada-candidato-a-presidente-por-sexo-idade-escolaridade-renda-e-regiao.ghtml).
[2] Entre las declaraciones misóginas, racistas y nostálgicas del régimen militar por parte de Bolsonaro están: que “el error de la dictadura fue torturar y no matar” (2016); “a nosotros, el pueblo, la sociedad brasileña no nos gustan homosexuales”; en referencia a una comunidad afrodescendiente dijo: “No hacen nada! Yo creo que ni para procrear sirven.” (2017); también afirmó que no violaría a una congresista por considerarla fea, y que la mujer debe recibir salarios menores que los hombres porque queda embarazada (2018). El candidato a vicepresidente, el general retirado del Ejercito, Antonio Hamilton Martins Mourao (del partido PTRB), también dio declaraciones desastrosas, como la de que las familias pobres formadas por madres y abuelas y sin referentes masculinos son fábricas de desadaptados, y criticó el derecho a la prima del trabajador como un lastre brasileño. Ver Jornal Extra, 17 de mayo.https://extra.globo.com/noticias/brasil/saiba-mais-veja-algumas-das-declaracoes-mais-polemicas-de-bolsonaro-22692579.html; Jornal Folha de Sao Paulo, 2 de octubre, disponible en: https://www1.folha.uol.com.br/poder/2018/10/vice-de-bolsonaro-volta-a-criticar-13o-e-diz-que-com-ele-todos-saimos-prejudicados.shtml
[3] En su programa del gobierno Bolsonaro defiende el protagonismo de las Fuerzas Armadas y asocia a los gobiernos de izquierda con el aumento de la violencia y el narcotráfico en el país y en la región. Ver el programa de gobierno en: http://www.tse.jus.br/eleicoes/eleicoes-2018/propostas-de-candidatos
Análisis de investigación
La construcción de la legitimidad de la Corte Constitucional Colombiana: un enfoque experimental
Por: Sofía Forero Alba
Durante el primer semestre de 2018 participé en la investigación profesoral “La construcción de la legitimidad de la Corte Constitucional colombiana, un enfoque experimental” con el profesor Juan Carlos Rodríguez-Raga. La investigación estudia a la Corte Constitucional y su relación con la opinión pública, y a lo largo del semestre llevé a cabo una amplia revisión de literatura y participé en el diseño de una metodología experimental, basada en un fallo hipotético de la Corte Constitucional.
La principal motivación para desarrollar este proyecto es el vacío que existe en la literatura acerca de los mecanismos por medio de los cuales los ciudadanos le otorgan legitimidad a la Corte Constitucional Colombiana, debido a que la gran mayoría de trabajos empíricos sobre el tema se centran en la Corte Suprema de Estados Unidos. Así pues, a través de un enfoque experimental, el proyecto de investigación pretende determinar bajo qué condiciones los ciudadanos proveen un apoyo difuso a la Corte, o en qué grado esta legitimidad es, básicamente, estratégica, dependiendo de la naturaleza de cada fallo (apoyo específico). Dicha investigación busca establecer si la legitimidad de la Corte Constitucional se ve afectada por la manera en que ésta enmarca o justifica sus decisiones, es decir, el tipo de argumentos en que basa sus fallos (científicos, legales, religiosos o de opinión pública). Asimismo, intentamos proveer un mejor entendimiento acerca de las actitudes de las personas y la opinión pública acerca del rol que la Corte Constitucional desempeña en Colombia, teniendo en cuenta la importancia de dicha institución como garante de derechos.
La foto
Coctel con graduandos del Departamento de Ciencia Política
Crédito: Laura Wills
El martes 16 de Octubre se reunieron los graduandos, profesores y administrativos del Departamento de Ciencia Política para celebrar la finalización de sus estudios en pregrado y maestría. En total 59 personas se gradúan, de ellos 12 de Maestría (6 hombres y 6 mujeres), 25 politólogas y 22 politólogos.
De las 47 personas que se gradúan de pregrado, 16 lo hacen con opciones en los siguientes campos: periodismo, estudios asiáticos, gestión pública, políticas públicas, gobierno, economía, estudios sobre el desarrollo, economía, filosofía, sociología, literatura, derecho, estudios internacionales, lenguas y cultura japonesa y medios. ¡Felicitaciones a todos!
En los siguientes vínculos encuentran las palabras dichas en este evento por Sofía Forero y Juan David Forero, estudiantes con mayor promedio general en pregrado y posgrado respectivamente.
Noticias
El Departamento de Ciencia Política cumple 50 años
El Departamento de Ciencia Política celebra sus 50 años de existencia el próximo martes 23 de Octubre. Será una jornada en la que tendremos conversatorios con los fundadores y primeros profesores; con expertos en los temas que hemos trabajado a lo largo de los años; con alumnos de pregrado, maestría y doctorado, y con egresados de diferentes épocas que han desarrollado sus carreras en distintos ámbitos. Además, rendiremos un homenaje a quienes dejaron un legado enorme, y presentaremos la colección de uno de los fundadores. También habrá una exhibición de los libros producidos por los investigadores del Departamento a lo largo del tiempo.
¡Todos están muy invitados a esta celebración!
En el siguiente vínculo encuentran la información del evento publicada en la página web de la Universidad:
https://uniandes.edu.co/es/noticias/historia-lenguaje-y-cultura/departamento-de-ciencia-politica-celebra-sus-primeros-50-anos
Dato de la Semana
Crédito: Observatorio de la Democracia
Las Juntas de Acción Comunal son las organizaciones en las que se reporta la mayor participación cívica de los habitantes del Bajo Cauca
Agenda
Programación celebración de los 50 años del Departamento de Ciencia Política
En el siguiente link pueden revisar toda la programación. Muy invitados todos.
https://c-politica.uniandes.edu.co/images/insumos/FINAL_agenda50.pdf
Directora
Laura Wills-Otero
Editor
Carlo Nasi
Asistente
Juan Felipe Monroy Simbaqueba
Diseño Gráfico
Víctor Gómez