Editorial
Luis Javier Orjuela Escobar
Profesor del Departamento de Ciencia Política
De historia, masacres, bananos y contrastes
Esta imagen le dio la vuelta al mundo el 7 de diciembre de 1970. Se trata del, en ese entonces, canciller alemán Willy Brandt (del partido Socialdemócrata, SPD), arrodillado ante el monumento a las víctimas del levantamiento de los judíos del gueto de Varsovia en 1943. Fue el primer canciller alemán en visitar Polonia, después de la Segunda Guerra Mundial, y la visita tenía como propósito firmar un acuerdo de convivencia pacífica y respeto mutuo de las fronteras.
Por su política de distensión con los países de Europa del Este y la Unión Soviética, Brandt obtuvo el Premio Nobel de Paz en 1971. Lo que el protocolo había previsto para esa visita era, simplemente, que el mandatario depositara una corona de flores ante el monumento. Pero después de hacerlo, e inesperadamente, el Canciller tuvo un gesto que sorprendió a todos: se arrodilló y permaneció, por un largo rato, en actitud reflexiva. Parecía que el Canciller estuviera orando, pero también que estaba pidiendo perdón, en nombre del pueblo alemán, por todas las víctimas del holocausto judío. Y ese gesto de reflexión y perdón resulta significativo, dado que en Alemania también ha existido una amplia corriente de opinión que niega la existencia histórica del holocausto, el cual, con su actitud, el Canciller Brandt estaba reconociendo.
Contrasta ese reconocimiento con la negación, por parte de la representante María Fernanda Cabal, del carácter de masacre que tuvieron los hechos violentos de las bananeras colombianas en 1928. En su primera mención a esta cuestión, dentro del debate con el senador Alex López, del Polo Democrático, la representante María Fernanda Cabal afirmó que la masacre de las bananeras es un mito histórico producto de “la narrativa comunista”, y a continuación, controvirtió el elevado número de víctimas que se le han atribuido al hecho[1]. Posteriormente, luego de las críticas que diversos sectores de opinión le hicieran a dicha afirmación, la representante matiza y dice que en realidad lo que sucedió fue una confrontación armada y no una masacre: “se han inventado que fue una masacre”, dijo[2].
Tanto el contraste entre la actitud del mandatario alemán y la de la representante colombiana, como el contexto en que dichas actitudes se dieron, me sirve para formular una vieja pregunta que, desde el siglo XIX, ha desatado un gran debate: ¿qué es la historia? Y para abreviar, asumo la respuesta del historiador E. H. Carr: la condición de un hecho histórico “dependerá de una cuestión de interpretación. Este elemento interpretativo interviene en todos los hechos históricos”[3]. Es decir, la historia es el hecho o dato, más la interpretación del historiador. Pero ambas cosas se condicionan: sin hechos no hay interpretación. Así que la representante Cabal tiene derecho a su interpretación de que el conflicto de las bananeras no fue una masacre, sino un enfrentamiento armado impulsado por intereses comunistas.
Pero, ciertamente, interpretaciones más contextualizadas históricamente y menos conspirativas, mejores lecturas de los hechos, más complejas y menos simplistas, son posibles. En un ensayo que publiqué hace algunos años[4], afirmaba que una de las características de los gobiernos de la época de la hegemonía conservadora (y de los del Frente Nacional) era su tratamiento represivo de los conflictos laborales, que se incrementaban al ritmo del proceso de modernización y como efecto de las respuestas de un régimen político que no lograba comprender dicho proceso. Más que como resultado de una problemática social compleja que requería cambios sustanciales en la estructura económica e institucional del país, el Gobierno de Abadía Méndez (1926-1930) consideraba dichos conflictos como problemas de orden público y por ello entregó su manejo a Ignacio Rengifo, su ministro de guerra, de carácter autoritario. A la huelga de los obreros y artesanos de 1919 se sumaron otras como las huelgas de los trabajadores de la Tropical Oil Company, en 1924 y 1927, con el fin de lograr mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales. El punto culminante del manejo represivo de los conflictos sociales de la época, lo constituyó la famosa huelga de las bananeras, organizada por los trabajadores de la United Fruit Company, en 1928. En ella participaron 25.000 obreros que entre sus peticiones exigían la remuneración de su trabajo en dinero y no en especie, lo cual era indicativo del escaso grado de generalización de la relación salarial en la actividad productiva del país y, por lo tanto, de una relación obrero-patronal moderna y capitalista. La compañía, que no quería sentar un precedente de negociación, invocó el apoyo del gobierno de Abadía, quien declaró turbado el orden público en la región y ordenó disparar contra los manifestantes, dejando un saldo de miles de muertos[5]. Este hecho agudizó la crisis de legitimidad del régimen conservador, la cual se agravó por la crítica que los liberales hicieron a su inadecuado manejo de la política económica. A lo anterior hay que agregar que esa manera de tratar el conflicto social, era el reflejo de un fenómeno más profundo; no solo de una polarización social, sino de una estructura de clases excesivamente rígida, racista y oligárquica, que era casi un sistema de castas, lo cual impedía que surgieran los mínimos nexos de solidaridad social y unidad política como para construir una concepción moderna de nación y una economía nacional.
Desde Tucídides en la Guerra del Peloponeso, hasta la Alemania de Willy Brandt, pasando por las Alabaoras de Bojayá, las sociedades han honrado a las víctimas de sus conflictos. Honremos nosotros también, como generación presente, a aquellos que en 1928 en el Magdalena, cualquiera que haya sido su número, perdieron injustamente la vida en el intento de modernizar y racionalizar las relaciones entre capital y trabajo. Tal vez, en los actuales momentos de polarización política y de empecinada violencia y victimización, haga falta que un mandatario colombiano, o algunos de nuestros dirigentes políticos, en nombre de la sociedad colombiana, asuman la actitud de Willy Brand frente a todas las victimas de nuestros propios holocaustos ocurridos entre los siglos XIX y el XXI, cuyas víctimas sobrepasan, por mucho, la cifra de 3.000, mencionada por nuestro Nobel de Literatura.
1 Cfr. https://www.youtube.com/watch?
2 Cfr. https://www.youtube.com/watch?
3 Edward H. Car, ¿Qué es la historia?, Barcelona: Editorial Ariel, 2014, p. 82
4 Luis Javier Orjuela, “La tensión entre tradición y modernidad” (1904 – 1945) en: José Fernando Ocampo (editor), Historia de la ideas políticas en Colombia, Bogotá: Taurus – Instituto Pensar, Universidad Javeriana, 2008, p.p. 181-220
5 Germán Colmenares, “Abadía y Ospina: la política en el decenio de los veinte”, en: Nueva Historia de Colombia, Bogotá, Editorial Planeta, vol. I, 1989, pags. 259-260. Reinaldo Espitaletta, columnista de El Espectador, cita varias cifras: el gobierno de la época reconoció 9 muertos; según el General Cortés Vargas, Jefe militar y civil de la Provincia de Santa Marta, fueron 47; pero según el embajador de Estados Unidos en Colombia de esa época y la misma United Fruit Company, los muertos eran más de 1000 (https://www.elespectador.com/
La foto
Primer Seminario DePolítica. Mia Schöb
Crédito: Mauricio Salinas
El jueves 15 de febrero tuvo lugar el primer Seminario DePolítica del año. Nos acompañó Mia Schöb, pasante de investigación en el Departamento de Ciencia Política, y candidata a doctorado del Graduate Institute of International and Development Studies, en Ginebra, Suiza. Su conferencia llevó por título Construyendo la paz desde los guerreros: un análisis de prácticas de reintegración y formación de ciudadanos en Colombia.
Análisis de investigación
La justicia transicional en el régimen de gobernanza global y el lugar de las élites empresariales
Por: Lina P. Chaparro-Martinez
Apenas terminábamos de celebrar que vivimos en “el tiempo más pacífico de la historia”, cuando se alzaron las voces que advirtieron: “no tan rápido.” Los conflictos armados, así como los gobiernos autoritarios siguen ocurriendo y, con ellos, las violaciones de derechos humanos de las poblaciones que los afrontan, superando, en mucho, la capacidad de los Estados y la comunidad internacional para solucionarlos y poniendo en entredicho el sueño contemporáneo de la justicia global.
En este escenario, la transición a una situación de no violencia es hoy en día reconocida como una ‘meta’ global, una ‘obligación’ de los Estados y un ‘deber’ de los ciudadanos. Sin embargo, esta aspiración que nos resulta ya tan familiar, es esquiva y difícil, en un escenario de justicia transicional que implica la negociación entre actores diferentes en condiciones de asimetría de poder, y con visiones contradictorias sobre la manera es que se responderá a las violaciones de derechos humanos ocurridas en el pasado, algunas con responsabilidad de los mismos actores llamados a negociar.
La investigación en curso se pregunta por el lugar de las élites empresariales en la construcción de la justicia transicional frente los desafíos de la gobernanza global. Para ello, se explora la hipótesis de acuerdo con la cual una de las razones que explican la participación de las élites empresariales en los procesos de justicia transicional es la actuación estratégica de las mismas, al emplear la justicia transicional como un mecanismo de identificación y legitimación de su actividad en el marco del discurso de los derechos humanos. Esto, a su vez, permite discutir la necesidad de la incorporación de las elites empresariales como actores relevantes en el diseño e implementación de los modelos de justicia transicional.
Noticias
Víctor Mijares miembro de comité ejecutivo de LASA
A partir de la fecha y hasta 2020, Víctor Mijares, profesor asistente del departamento de Ciencia Política, será miembro del comité ejecutivo de la sección de estudios venezolanos de LASA. ¡Felicitaciones Víctor!
Publicación de Ervyn Norza en revista académica
El estudiante doctoral Ervyn Norza publicó su artículo “Criminología ambiental y homicidio en la ciudad en la ciudad de Bogotá” en la Revista de Estudios Sociales. ¡Felicitaciones Ervyn!
Pueden leer el artículo aquí:
https://revistas.uniandes.edu.
Elecciones 2018: el implacable termómetro Google. Observatorio de la Democracia y Revista Semana.
La Revista Semana en asociación con el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes publicó un artículo a propósito de las elecciones presidenciales de mayo de 2018. La idea central del artículo es que las búsquedas en el portal de internet más importante del mundo son un buen indicador del interés de los ciudadanos en los candidatos. El artículo relaciona los niveles de búsqueda de los candidatos más opcionados para acceder a la presidencia con momentos importantes en la campaña presidencial. Así mismo, compara las búsquedas sobre candidatos con los equipos de fútbol más populares en Colombia.
El vínculo del artículo es: http://www.semana.com/nacion/
Dato de la Semana
Crédito: Observatorio de la Democracia
El Observatorio para la Democracia comparó las búsquedas de los colombianos en Google, en los últimos tres meses sobre los dos candidatos que puntean en las encuestas, Gustavo Petro y Sergio Fajardo, con el interés que despiertan los dos equipos de fútbol más populares del país: Millonarios y Atlético Nacional.
Al paralelo entre el interés en la política y el fútbol se sumó la comparación con las búsquedas sobre los mismos dos temas y en el mismo periodo en México, país que el 1 de julio próximo celebrará elecciones presidenciales. Se analizaron las búsquedas de los dos candidatos que lideran la intención de voto: Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, y los dos equipos de fútbol que disputaron la final del Torneo Apertura de 2017: Monterrey y Tigres.
El ejercicio produjo las siguientes conclusiones:
- En ninguno de los dos países las búsquedas en Google sobre candidatos son significativas, incluso en campaña.
- En Colombia la gente definitivamente busca mucho más que la política. En México la brecha es mucho menor, pues en algunos momentos el interés por aquella llega a igualar el del deporte, como se observa en el caso de las búsquedas de López Obrador
Agenda
Evento: Seminario DePolítica. No una fiebre del oro, sino muchas: Pequeña Minería del Oro y Respuesta Estatal en Bolivia, Colombia y Perú
Conferencista: Eduardo Dargent
Fecha: 21 de Febrero
Hora: 12:00 m. – 2 p.m.
Lugar: Por confirmar
Inscripciones en: http://ow.ly/8N9j30ioMN7
Evento: Debate de candidatos al senado
Fecha: 22 de febrero
Hora: 9:00 a.m. – 12 m.
Lugar: Universidad de los Andes. Auditorio Mario Laserna
Para asistir al evento es necesario inscribirse previamente. Aquí puede hacerlo https://www.ticketcode.co/ev…/
Oportunidades
Gestor Regional laboratorios de reconciliación y empresa
Más información en:
https://docs.google.com/forms/
Internship Opportunities for students
Más información en: https://www.goeco.org/tags/
Feria de estudios en el Reino Unido
Más información en: https://www.britishcouncil.co/
Convocatoria para asistente de investigación del Área de Seguridad y Política Criminal
Más información en:
https://docs.google.com/forms/
Directora
Laura Wills-Otero
Editor
Carlo Nasi
Asistente
Juan Felipe Monroy Simbaqueba
Diseño Gráfico
Víctor Gómez