Editorial
Luis Javier Orjuela
Colombia aún debe liberalizarse
A finales del siglo XIX, Rafael Núñez sintetizaba la situación de la sociedad colombiana con la conocida frase “regeneración o catástrofe”; donde la regeneración era una muy precaria modernización económica, acompañada del restablecimiento del orden tradicional y confesional católico, y la catástrofe era el avance de las fuerzas progresistas del liberalismo.
La revolución liberal fracasó en Colombia con la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Aún no hemos reflexionado, suficientemente, sobre las implicaciones de largo plazo de esta derrota. Pero una cosa es clara: desde entonces el pensamiento y la actitud liberal sólo han podido subsistir en el país, automoderándose, de la mano del conservadurismo. Una consecuencia de ello, sería la insuficiente liberalización de la cultura política y de las relaciones sociales, lo cual ha impedido, hasta la actualidad, el desarrollo de una cultura de tolerancia y respeto para la autonomía de vida y acción en nuestra sociedad, que sea receptiva a la aceptación de la diversidad y el reconocimiento de los derechos de los diversos sujetos sociales contemporáneos.
Entre 1930 y 1946, se vuelve a intentar la modernización liberal, con el proyecto de “la revolución en Marcha”, del gobierno de Alfonso López Pumarejo, que representó el esfuerzo de una elite modernizante para ejercer una hegemonía más incluyente, que se apoyara en la clase obrera, fomentara su formación e intentara elaborar políticas redistributivas del ingreso y de la tierra. Sin embargo, este intento también fracasó, debido a la férrea oposición de los sectores de la élite que se benefician de la continuidad de la sociedad agraria y el orden tradicional. Así mismo, fracasó el intento populista de Jorge Eliecer Gaitán, quien fue asesinado cuando el movimiento de masas estaba ascendiendo, lo cual fue uno de los factores que retardó la democratización del régimen político colombiano.
A finales de la segunda mitad del siglo XX, las fracciones tradicional y modernizante de la élite, pragmáticamente, pactaron e institucionalizaron la hibridación de tradición y modernidad, con la creación del Frente Nacional en 1957. Desde entonces, y hasta 1991, la sociedad colombiana se caracteriza por una fuerte cultura política tradicionalista y excluyente, con un leve tinte liberal. Ello se ha expresado, entre otras cosas, en la reticencia de la clase dirigente para realizar la reforma agraria, redistribuir el ingreso y abrir espacios de participación política para la izquierda, los sectores populares y las nuevas opciones de vida.
En este contexto histórico, la Constitución liberalizante de 1991 ha sido la piedra en el zapato de la sociedad colombiana. Su expresión liberal por antonomasia, el derecho al libre desarrollo de la personalidad (Artículo 16), ha desatado enconadas posiciones en favor y en contra. Y habría que investigar si, en los veinticinco años de su vigencia, las últimas han sido mayores que las primeras. Pero, en todo caso, en los últimos años, las posiciones en contra del derecho a expresar la diferencia, parecen haberse incrementado, a la par que los intereses e ideas de extrema derecha se han ido organizado y expresando, lamentablemente, sin mucha lucidez, pues la condición sexual no se cambia por la presiones de muchedumbres o por el texto y las ilustraciones de cartillas de educación sexual, no obstante que estas últimas, contrario a lo que sostienen las muchedumbres tradicionales, si pueden incentivar el respeto al diferente, que era en realidad su verdadero propósito. Pero en un país como Colombia, tan polarizado por tantos temas cruciales atinentes a la conflictiva organización de nuestra convivencia, como la paz y la sexualidad, y donde la defensa del tradicionalismo lleva, incluso, a tergiversar las ideas del adversario, bien cabe recordar una frase de Kant, quien figura entre los más importantes padres del pensamiento liberal: “Nuestra época [la modernidad] es la época de la crítica, a la que todo tiene que someterse. La religión por su santidad, y la legislación por su majestad, quieren generalmente sustraerse a ella. Pero entonces suscitan contra sí sospechas justificadas y no pueden aspirar a un respeto sincero, que la razón sólo concede a quien ha podido sostener libre y público examen” (Kant, Crítica de la razón pura, México, Editorial Porrúa, 1996, p. 6).
Los problemas de las encuestas y de su divulgación
Por: Juan Carlos Rodríguez Raga (juanrodr@uniandes.edu.co)
A raíz de la publicación en días recientes de la encuesta “Colombia Opina”, contratada por RCN y la revista Semana, el pasado fin de semana la columna de Daniel Coronell* en esta revista (re)abrió una necesaria e importante discusión sobre las encuestas de opinión, sobre sus muestras y metodologías y, en consecuencia, sobre lo que se puede y no se puede inferir a partir de sus resultados.
La controversia es particularmente necesaria en esta coyuntura, tan cargada políticamente, en la que los colombianos serán pronto llamados a votar el plebiscito para la paz. Y es especialmente importante porque contribuye de alguna forma a elevar los estándares con que se manejan estas encuestas. Que estos se cumplan, sin embargo, no es sólo responsabilidad de las firmas encuestadoras, sino también de las organizaciones que las contratan y de los medios de comunicación que reportan sus resultados.
Una de las críticas centrales de la columna consiste en señalar que la encuesta mencionada se habría presentado como una encuesta electoral cuando en realidad es un sondeo de opinión que incluye una pregunta sobre cómo votarían los encuestados en el plebiscito. En estricto sentido, todas las encuestas divulgadas en los últimos meses (y me concentro en las realizadas por Datexco, Polimétrica e Ipsos) comparten esa característica: la pregunta por el plebiscito es apenas una de muchas sobre diversos temas de coyuntura. Ese rasgo metodológico, sumado al hecho de que falta aún mucho tiempo para el día de la elección y ni siquiera se conoce el texto de la pregunta que será sometida a consideración de los colombianos, hace que todas estas encuestas sean apenas distantes aproximaciones a lo que en realidad sucederá en el plebiscito. Ninguna de ellas constituye, al menos por ahora, un buen instrumento para pronosticar los resultados.
A esta incertidumbre se agrega la confusión que generan datos tan disímiles entre los estudios publicados. Esta variación no sólo se explica por la volatilidad de la opinión a medida que pasa el tiempo y suceden eventos coyunturales que afectan las percepciones de las personas, sino también, en gran medida, por las diferencias en el texto exacto de las preguntas formuladas, y por los diseños muestrales y la técnica de recolección de los datos. Datexco, por ejemplo, suele tener muestras de 700-900 encuestados en 23 ciudades grandes y medianas, y los instrumentos son administrados telefónicamente. Ipsos entrevista a 1000 personas que representan a dos terceras partes de la población urbana adulta, encuestando cara a cara en estratos bajos y telefónicamente en los altos. Finalmente, las muestras de Polimétrica, de alrededor 1500-1600 encuestados, se enfocan en la población que efectivamente dice haber votado en las elecciones recientes, los que podríamos llamar votantes habituales a quienes se encuesta presencialmente, aunque sólo en las cinco principales ciudades del país.
Aunque las firmas encuestadoras publican sus fichas técnicas como lo prescriben las regulaciones vigentes, al momento de presentar los resultados deberían ser mucho más explícitas al describir el universo de su muestra (¿a quiénes representan sus encuestados?) y en detallar cuáles son las limitaciones de dicho universo. De hecho, ninguna de las encuestas mencionadas puede hablar en representación nacional en la medida en que, por ejemplo, ninguna puede decir absolutamente nada sobre la población rural del país (y no creo que se pueda partir del supuesto de que, frente a todos los temas, en Colombia los habitantes del campo piensan y opinan lo mismo que quienes viven en las ciudades).
También deberían ser más transparentes en relación con las implicaciones de recolectar la información por teléfono en lugar de hacerlo mediante entrevistas cara a cara en hogares, en términos de representatividad y de confiabilidad de dicha información.
Un conjunto más exigente de estándares de transparencia podría incluir además la publicación de los instrumentos utilizados —de tal manera que todos sepamos exactamente qué preguntas se les formularon a los encuestados y en qué orden— así como del margen de error de cada una de las respuestas. Esto último no es difícil de estimar y mucho menos de mostrar, como lo hemos hecho en el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes al divulgar los estudios del Barómetro de las Américas**.
Ahora bien, ningún esfuerzo de estas firmas por alcanzar estándares de transparencia más exigentes tendrá efecto sobre una información más precisa las opiniones de los colombianos si, por una parte, las organizaciones contratantes no son más conscientes de qué es lo que les piden a las firmas encuestadoras y, por otra, si los medios de comunicación no asumen la responsabilidad de prepararse mínimamente para informar de manera veraz y prudente acerca de los resultados de estos estudios.
Algunas de las aparentes “anomalías” que denuncia la columna de Coronell no estaban ocultas detrás de un supuesto velo de opacidad tendido por la firma encuestadora con el ánimo de desinformar malintencionadamente al país, sino que son características del estudio que están expuestas a la luz pública. En una entrevista en la W, dice Coronell*** que en su conversación con Javier Restrepo, gerente de Ipsos, éste le “confiesa” que su encuesta no es nacional. En realidad, una lectura juiciosa de la ficha técnica, que indica que este estudio representa al 67% de la población urbana adulta (es decir, 50% de la población adulta del país), no sólo permite saber eso de antemano sino que ese conocimiento debería hacer que los periodistas y los medios modulen la manera como informan acerca de los resultados de una encuesta con estas características.
Lamentablemente, no creo que a los lectores les quede difícil imaginar un escenario en el que, a pesar de que Ipsos hubiera hecho explícitos todos los rasgos y limitaciones de su estudio y hubiera publicado sus cuestionarios y los márgenes de error por pregunta, los medios de comunicación, en su afán de producir noticias, habrían titulado los resultados de la encuesta de la misma manera**** como lo hicieron*****.
La polémica desatada ha llevado a que algunos líderes de opinión denuncien desinformación intencional por parte de las firmas encuestadoras y clamen por una regulación más estricta de su actividad. Sinceramente no veo que se hayan cometido irregularidades. Las firmas encuestadoras han sido contratadas para realizar estudios rápidos que, por lo mismo, tienen inevitables limitaciones; producen lo que les piden.
Más allá de imponer requisitos para la publicación de resultados de encuesta que resulten engorrosos, quizás inútiles y probablemente contraproducentes, elevar los estándares de transparencia en el sentido expuesto aquí constituye una condición necesaria para fomentar una ciudadanía mejor informada. Como lo reconoce el mismo Coronell, esto no será suficiente mientras que en los medios de comunicación la posibilidad del titular llamativo sea más tentadora que la prudencia a la hora de interpretar estos resultados.
Aclaración: El Observatorio está llevando a cabo el estudio de 2016 del Barómetro de las Américas-LAPOP en Colombia y la firma Ipsos está actualmente realizando el trabajo de campo para este estudio en 47 municipios del país. Sin embargo, el diseño de la muestra y del cuestionario, la supervisión en tiempo real del trabajo de campo, el análisis de los datos y la divulgación de los resultados corren por cuenta, y son responsabilidad, del Observatorio de la Democracia, no de Ipsos.
*http://www.semana.com/opinion/articulo/los-problemas-de-una-encuesta/487648
**http://www.obsdemocracia.org/pulso/page/cifras
***http://www.wradio.com.co/escucha/archivo_de_audio/no-hay-juez-valido-para-evaluar-lo-publicado-por-encuestadores-daniel-coronell/20160816/oir/3218123.aspx
****http://www.semana.com/nacion/galeria/plebisicito-por-la-paz-50-votaran-no/485058
*****http://www.rcnradio.com/nacional/campana-del-plebiscito-arranca-ventaja-no-encuesta-colombia-opina/
LA FOTO
Crédito: Mauricio Salinas Rozo
El pasado 25 de agosto se realizó el primer Seminario DePolítica del semestre, “Visiones legales en cambio: Transformación judicial y juicios por violaciones a Derechos Humanos en América Latina”. Contó con la participación del conferencista Ezequiel A. González-Ocanto, profesor asociado de la Universidad de Oxford.
Noticias
Fabrício Chagas publicó un capítulo en The SAGE Handbook of Diplomacy
El texto titulado “Latin American Diplomacy” corresponde al capítulo 30 del libro para la sección sobre relaciones diplomáticas. Cuenta con Sean W. Burges como coautor.
Enlace:https://us.sagepub.com/en-us/sam/the-sage-handbook-of-diplomacy/book242760#description
Angélika Rettberg viajará a Medellín el 8 y 9 de septiembre para participar en dos foros sobre el tema de la paz
Los eventos están organizados por Pronantioquia y el Parque Explora.
Congreso Visible y el Observatorio de la Democracia trabajaron en conjunto para realizar un Diccionario de la paz
La infografía fue publicada en el medio 070 y puede ser consultada en el siguiente enlace:https://cerosetenta.uniandes.edu.co/las-palabras-de-la-paz/
Uniandes presente en el IV Congreso Nacional de Ciencia Política
Una delegación de aproximadamente 40 personas, conformada por profesores y estudiantes de Ciencia Política, estará en el próximo Congreso Nacional de Ciencia Política que se llevará a cabo entre el 21 y el 23 de septiembre. El encuentro tendrá lugar en la Universidad Javeriana sede Bogotá y permitirá conocer el trabajo de las personas interesadas en las Ciencias Políticas en Colombia.
Enlace:https://faciso.uniandes.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=87&Itemid=1168
El pasado lunes 22 de agosto se realizó el evento “Voces del Ejército Nacional: errores y aciertos de la institución en su relación con la población civil colombiana”
Crédito: Mauricio Salinas Rozo
Organizado por la Maestría en Post conflicto, el Departamento Antropología y el Ejército Nacional, contó con la participación de Francisco Leal, Ana María Forero y Angelika Rettberg.
El Comité de Discusión Política presenta el Programa de Investigación de Política Exterior en Colombiana
Esta iniciativa estudiantil busca promover la investigación sobre dicho tema analizando, desde diferentes posturas y disciplinas, el devenir, los avances y los retos de la PEC y las RRII. Con el rastreo histórico, el análisis de las decisiones tomadas, su éxito y su fracaso en relación a los intereses del país y su impacto para los colombianos, se pretende hacer un análisis crítico que dé cuenta de las fortalezas, las debilidades y los retos que la entidad institucional (Ministerio de Relaciones Exteriores) y sus propuestas en política exterior tienen. Este proyecto es apoyado por profesores y expertos, tales como: Fabricio Chagas Bastos, Arlene Thicker, Camille Boutron y Jules Falquet.
Para mayor información pueden consultar el enlace:
https://docs.google.com/document/d/1YdacmmH7jhxHONPTgP5OqDptASP3pBqxIpmL6i-KcnU/edit?usp=sharing
DePolítica se disculpa por los siguientes errores y omisiones:
- En el pasado número del boletín, apareció una foto incorrecta en lasección de Análisis de Investigación. Debía aparecer un diagrama del Trilema de la regulación en la era digital. En vez, estaba la foto del profesor Pablo Kalmanovitz.
- El apellido de Pablo Kalmanovitz apareció como Kalmonovitz.
- Las fotos publicadas en el boletín #201 de Jean-Marie Chenou, Íngrid Bolívar y Fabrício Chagas fueron tomadas por Mauricio Salinas.
Se abre la convocatoria para la Copa Marx
Recuerden que los equipos deben estar compuestos de mínimo siete personas, máximo quince. Hasta el 50% de los integrantes de la plantilla pueden ser de diferente unidad académica a la facultad de Ciencias Sociales.
La Universidad del Rosario invita a los estudiantes del departamento de CPOL a asistir a su lectio inauguralis de la Maestría en Estudios Políticos e Internacionales
La conferencia se titula «The social Dynamics of civil war» y que estará a cargo de Jeffrey Checkel, teórico de la disciplina de las Relaciones Internacionales. El evento se realizará el 22 de septiembre a las 10 de la mañana en el Aula Máxima.
Para inscribirse al evento puede consultar el enlace:
Análisis de Investigación
Un examen a las actitudes conservadoras de los colombianos
Por: Observatorio de la Democracia
Decir que Colombia es una sociedad conservadora no sorprende a nadie. Por ejemplo, los colombianos expresan sistemáticamente menos favorabilidad hacia a la eutanasia, el aborto, la homosexualidad, el consumo de marihuana, el matrimonio igualitario y el divorcio que los uruguayos, argentinos o chilenos. No obstante, este tipo de sentencias tienen la capacidad de esconder la diversidad que hay detrás de un promedio. Con el propósito de entender mejor qué hay detrás de nuestro machacado conservatismo, e inspirados (o mejor indignados) por la andanada homofóbica de hace unos días, en el Observatorio de la Democracia del departamento de Ciencia Política nos dimos a la tarea hacer una suerte de disección de las actitudes de los colombianos hacia la homosexualidad.
En primer lugar, encontramos que existe una correlación entre nivel educativo y aprobación de la homosexualidad. Es decir, las personas con un nivel de escolaridad más alto suelen tener opiniones menos homófobas que quienes apenas accedieron a la educación primaria. Este hallazgo está en directa sintonía con la conocida relación positiva entre educación y tolerancia política. Igualmente, logramos identificar que las personas más jóvenes son más abiertas a la homosexualidad. Por ejemplo, en el rango de edad entre 18 y 25 años, la favorabilidad hacia el matrimonio igualitario es 2.5 veces mayor que en entre los colombianos de más de 66 años. La Gráfica 1 resume estas dos relaciones.
Otro aspecto que pudimos constatar es que las actitudes hacia la homosexualidad sufrieron un cambio positivo entre 2010 y 2014. En 5 años hubo un aumento de 12 puntos, en una escala de 0 a 100, en la aprobación de los colombianos hacia la homosexualidad. ¿Qué puede estar detrás de este cambio? A la luz del párrafo anterior podríamos decir que eso se debe a un aumento en los niveles de escolaridad y a un efecto efecto de cohorte o relevo generacional que hace que los jóvenes tengan más peso en el promedio nacional. Sin embargo, creemos que decisiones de la Corte Constitucional que recoconen los derechos de las parejas del mismo sexo (matrimonio y adopción), también deben estar detrás del cambio de actitudes de los colombianos. Para darle un poco de sustento a esta sospecha identificamos el momento en que se produjo una sentencia sobre esta materia y los contrastamos contra los datos de nuestras encuestas. Como lo muestra la gráfica 2, hay indicios de que después de las decisiones de la Corte Constitucional las actitudes hacia la homosexualidad sufrieron un cambio.
En síntesis, aunque todavía vivimos en un país al que le cuesta trabajo convivir con la diversidad, parece que nos movemos lentamente hacia una sociedad más tolerante. La pregunta es si ese camino no sufrirá retrocesos en momentos en los abanderados de la homogeneidad ganan visibilidad. El estudio 2016 del Barometro de las Américas nos dará pistas al respecto.
Gráfica 1: Aprobación del matrimonio igualitario según el rango de edad
(Muestra nacional 2014)
Gráfica 2: Evolución de las actitudes hacia la homosexualidad de 2010-2014 y sentencias de la Corte sobre matrimonio igualitario y adopción por parte de parejas del mismo sexo
Opinión y Análisis
Video: Colombia ceasefire: Citizens to vote on peace agreement
Por: Angelika Rettberg | Al Jazeera
After reaching a historic peace agreement with FARC rebels, Colombia’s President Juan Manuel Santos has announced a definitive ceasefire.
Enlace:http://video.aljazeera.com/channels/eng/videos/colombia-ceasefire%3A-citizens-to-vote-on-peace-agreement/5099990247001
Video: «Es mejor un modelo de justicia que resulte de la negociación»
Por: Iván Orozco | Revista Semana
Iván Orozco, profesor de la Universidad de los Andes, cuenta cómo acabará la impunidad que genera la guerra.
Enlace:http://www.semana.com/nacion/acuerdos-de-paz-con-las-farc/multimedia/acuerdos-de-paz-con-las-farc-justicia-y-victimas-explicado-en-video/491106#
Dato de la semana
Congreso Visible le cuenta las claves del Plebiscito para la Paz
Congreso Visible agrega, en un solo lugar, respuestas a preguntas como: ¿en qué consiste el mecanismo?, ¿qué decidirán los colombianos?, ¿quiénes podrán participar?
Enlace: https://www.thinglink.com/scene/825754741341421570
Agenda
Conversatorio: Endangered City – Lanzamiento
Fecha: 7 de septiembre, 2016.
Hora: 4:00 PM a 6:00 PM.
Lugar: Edificio Mario Laserna – Auditorio C.
Encuentro Psicología: The Dark Side of Morality
Fecha: 7 de septiembre, 2016.
Hora: 12:00 PM a 2:00 PM.
Lugar: Por confirmar, Universidad de los Andes.
Armonización del lavado de activos en la Alianza del Pacífico
Fecha: 15 de septiembre, 2016.
Hora: 10:00 AM a 12:00 PM.
Lugar: Edificio Mario Laserna – Auditorio C.
Seminario presidencia Virgilio Barco: 30 años después
Fecha: 15 de septiembre, 2016.
Hora: 2:30 PM a 7:15 PM.
Lugar: Auditorio Mario Laserna.
Inscripción:http://eventos.uniandes.edu.co/s/1384/events/social2.aspx?sid=1384&gid=26&pgid=15459&crid=0&calpgid=61&calcid=11304
Conferencia Mapas Parlantes
Fecha: 19 de septiembre, 2016.
Hora: 9:00 AM a 11:00 AM.
Lugar: Edificio Santo Domingo.
Lectio inauguralis de la Maestría en Estudios Políticos e Internacionales: «The social Dynamics of civil war»
Fecha: 22 de septiembre, 2016.
Hora: 10:00 AM.
Lugar: Aula Máxima, Claustro Universidad del Rosario.
Inscripción:http://www.urosario.edu.co/Home/Principal/Eventos/Facultades-CPG-RI/Lectio-inauguralis-de-la-Maestria-en-Estudios-Poli/
Visita guiada al Congreso de la República
Fecha: 23 de septiembre, 2016.
Hora: 8:30 AM.
Lugar: Portería del Edificio Franco.
Inscripción: contacto@congresovisible.org
Oportunidades
El Centro de Español está organizando para la semana de trabajo individual una actividad denominada “campamento de tesis”, ideal para los estudiantes que están actualmente escribiendo sus tesis de maestría o de doctorado. La fecha límite para inscripción es el 14 de septiembre de 2016 a las 5:00 p.m. Para mayor información, escribir a:centrodeescritura@uniandes.edu.co
The Institute of Science, Technology and Policy en ETH Zurich tiene convocatorias abiertas para dos posiciones de doctorado. El primer puesto se enfoca en investigación de diseño y seguridad urbana, la investigación se debe centrar en Colombia y Sudáfrica. El segundo puesto se centrará en estudiar la reducción de la violencia urbana, esta investigación también busca estudiar Colombia y Sudáfrica. La fecha límite para aplicar es 19 de septiembre.
Para mayor información, consultar los enlaces:
https://apply.refline.ch/845721/4803/pub/1/index.html
https://apply.refline.ch/845721/4804/pub/1/index.html
La Revista Económica Supuestos convoca a estudiantes, profesores y colaboradores de la Facultad y la Universidad para hacer parte de la decimoquinta edición impresa. El tema central son elecciones presidenciales de Estados Unidos y sus implicaciones para Colombia y Latinoamérica. Se recibirán artículos, columnas, caricaturas y fotografías relacionadas con las elecciones o cualquier otro tema relevante de coyuntura hasta el viernes 30 de septiembre de 2016 al correo revistasupuestos@uniandes.edu.co.
Actualmente están abiertas las convocatorias para los programas de postgrado que ofrece la Facultad de Ciencias Sociales: Maestría en Ciencia Política, Maestría en Estudios Internacionales y Maestría en Construcción de Paz. La fecha límite de inscripción es el 7 de octubre.
Para mayor información, consultar los enlaces:
MEI: https://cei.uniandes.edu.co/index.php/mei/admisiones
CPOL:https://c-politica.uniandes.edu.co/index.php/programas/maestria-en-ciencia-politica/admisiones
MPAZ: https://paz.uniandes.edu.co/index.php/es/programa/admisiones
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