Editorial
Incoherencias dentro y fuera del país: protestas, vacunas, y propiedad intelectual
Por: Carolina Urrego-Sandoval, Profesora Asistente Departamento de Ciencia Política
Para mí, sin duda, este semestre ha sido el más desafiante de la pandemia y no creo estar solo en este sentimiento. Esto últimos meses dicté un seminario sobre el «Desarrollo internacional a la sombra del Covid-19». En clase hablamos sobre la economía política de la pandemia, de dónde vino el virus; cómo los estados han respondido, o no lo han hecho, a la crisis de salud pública; y cómo y por qué el Covid-19 ha reflejado, pero también exacerbado, las preexistentes desigualdades globales.
Consideramos además las consecuencias en la política y la economía de las sociedades del Sur Global. Fue inevitable hablar, en este contexto, sobre el costo personal que la pandemia ha cobrado en nuestras vidas. En estas discusiones, tanto en clase como en el horario de oficina, muchos
estudiantes me expresaron su cansancio por las largas jornadas al frente de sus computadores asistiendo a clases virtuales; su falta de concentración y motivación; y, en algunos casos, hablaron sobre sus luchas con la ansiedad y la depresión.
¿Quién puede culparlos? Han tenido muchas cosas en sus mentes este semestre. Muchos se han visto afectados directamente por la pandemia: algunos han contraído el virus o conocen a alguien de su familia que lo haya hecho. Además de todo esto, también han tenido que tratar de mantenerse enfocados en sus estudios, en un momento en el que el país no solo atraviesa una crisis de salud pública y económica, sino también política. La avalancha de videos perturbadores en sus redes sociales, que a menudo muestran la violencia estatal contra los manifestantes, ha sido abrumadora y una fuente casi diaria de ansiedad y distracción.
Pero no puedo decir que este semestre haya sido completamente sombrío. Es importante enfatizar que la juventud colombiana ha sido impulsora central de las protestas populares en todo el país. Como tal, los estudiantes colombianos se han unido a otros miembros de su generación para protestar en las calles contra las reformas gubernamentales. Han participado activamente en el Paro, tanto dentro como fuera de la Universidad de Los Andes y, al hacerlo, han establecido o fortalecido lazos de solidaridad con sus colegas y han afinado sus propias ideas políticas.
He encontrado que su coraje y compromiso en estas luchas políticas son inspiradores y he aprendido mucho al hablar con ellos sobre cómo entienden el momento político actual y qué tipo de país esperan construir.
Aún así, he sido testigo del temor que algunos pueden estar sintiendo por el futuro del país. Y por extensión, del suyo propio. No están solos en esto. El futuro se ha convertido en un asunto complicado para muchos de nosotros durante los últimos quince meses, mientras intentamos navegar por esta pandemia. Es difícil planificar algo cuando hay tantas cosas desconocidas e inciertas.
Pero a pesar de todos los desafíos de este semestre, una cosa que las crisis políticas del momento, tanto en Colombia como más allá, me han dejado claro es que el trabajo que hacemos en la Universidad, y especialmente dentro de nuestro Departamento, nunca ha sido más importante. Esto, y ver a algunos de mis colegas acercarse a personas más allá de la universidad a través de clases abiertas sobre asuntos coyunturales ha reafirmado de dos maneras mi fe en el valor del trabajo que hacemos.
Primero, he llegado a apreciar cómo nuestro trabajo como politólogos, cuando se hace correctamente, puede ayudar a proporcionar a los estudiantes y a la comunidad en general las herramientas necesarias para comprender mejor los rápidos y dramáticos cambios socioeconómicos y políticos que estamos viviendo. Una buena educación en Ciencia Política puede ayudar a las personas a imaginar alternativas más justas para el futuro.
En segundo lugar, la ausencia de clases presenciales me ha recordado que, en esencia, nuestro trabajo como maestros consiste en establecer conexiones humanas con nuestros estudiantes. La interacción en el campus es tan o mas importante que nunca, no solo por la oportunidad de construir allí un espacio intelectual en el que podamos compartir y debatir nuestras ideas; sino para fomentar en la comunidad la empatía y solidaridad que permita hacer la incertidumbre más llevadera.
Análisis e Investigación
Apoyos electorales, red de poder y éxito electoral en las alcaldías del Oriente Antioqueño
Por: Miguel García Sánchez y Pedro Juan Mejía Aguilar
Desde 2019 investigadores del Observatorio de la Democracia de la Universidad de Los Andes en asocio con colegas del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquía venimos desarrollando el proyecto de investigación “Pedagogía electoral, elecciones locales y participación política en el posacuerdo. El caso del Oriente Antioqueño”. Uno de los objetivos de este proyecto ha sido entender cómo se articula el poder político en esta región del país, teniendo como punto de referencia los partidos políticos y las relaciones ente los poderes local, regional y nacional. Para ello, el componente del proyecto a cargo del Observatorio de la Democracia ha intentado desentrañar varias preguntas: ¿Cómo es el mapa de conexiones de los candidatos a las alcaldías con políticos del nivel local, regional y nacional? ¿Cuál es la relación entre estas conexiones y el éxito o fracaso electoral de los candidatos a las alcaldías locales? ¿Qué nos dicen las redes de apoyo electoral sobre la estructura de distribución del poder en la región?
Para el desarrollo de este análisis usamos dos insumos. El primero es lo que llamamos apoyos políticos. Este se refiere a los respaldos individuales o colectivos (partido o movimiento) que recibió cada candidato a la alcaldía para las elecciones de 2019. Los apoyos políticos se clasificaron en tres niveles: municipal, departamental y nacional. El segundo insumo se refiere a lo que llamamos grupos políticos, los cuales corresponden a las principales facciones partidistas del departamento. Estos grupos generalmente se articulan alrededor de un líder político que ha tenido una carrea exitosa a nivel nacional o departamental. A partir de esta información, usamos la metodología de redes sociales para representar las diferentes conexiones que establecieron los candidatos con las personas, grupos y partidos que los apoyaron, y los grupos políticos a los que pertenecen los candidatos aquí analizados. Nuestra exploración nos permitió establecer tres hallazgos:
Los ganadores son, en promedio, aquellos con una buena red de apoyos.
En la red política del Oriente Antioqueño sobresale, inicialmente, un gran componente que reúne 372 nodos, de los cuales 286 corresponden a los apoyos que recibieron los 86 candidatos (Gráfica 1). El 82,8% de los alcaldes elegidos se encuentran dentro de ese componente principal, resaltado la relevancia de las conexiones políticas para ganar una elección. Vemos también que en la periferia de la red se agrupa la mayor cantidad de perdedores, la cual coincide con candidatos que contaron con uno o ningún apoyo político. La probabilidad de éxito electoral se vincula entonces con tener el apoyo de otros políticos.
Gráfica 1
Componente principal y componente periférico de la red
Rojo: candidatos perdedores
Verde: candidatos ganadores
Morado: Apoyos políticos
En las elecciones locales pesa más tener apoyos locales, que regionales o nacionales.
En el nivel municipal, se registraron 275 apoyos protagonizados por políticos locales o listas al concejo. Los apoyos en el nivel local fueron de tipo uno a uno; es decir, el político local o lista al concejo que brindó su apoyo político sólo avaló a un candidato a la alcaldía en su municipio. Esto quiere decir que los apoyos locales no sobrepasan las fronteras municipales. En 114 de 275 casos de apoyos locales los candidatos beneficiarios fueron elegidos. Esto supone una efectividad de 41,45%, la mayor de los tres niveles. La efectividad de un grupo político se refiere a la proporción de candidatos de un grupo que fueron electos sobre el total de candidatos presentados. En otras palabras, los apoyos locales son muy importantes a la hora de ser elegido alcalde en el Oriente de Antioquia.
La política del Oriente de Antioquia es de naturaleza bipolar, pero….
La red de apoyos permite ver que, para las elecciones locales de 2019, la política de la región se articuló en torno a dos grupos políticos representados por Aníbal Gaviria y Andrés Guerra. Es decir, un grupo de tradición Liberal y otro cercano al Centro Democrático. La existencia de estos dos polos políticos se distancia de la idea común de que Antioquia, y el Oriente en particular, es territorio exclusivo del uribismo. La red de apoyos evidencia también que se dieron bastantes conexiones entre estos polos políticos (Gráfica 2) y que tanto el grupo liderado por Andrés Guerra como el liderado por Aníbal Gaviria agruparon distintos partidos políticos. Por ejemplo, los nodos del Centro Democrático (celeste) y los de la Casa Ramos hicieron parte de las comunidades políticas conectadas con Andrés Guerra, mientras que los miembros de las comunidades cercanas a Aníbal Gaviria pertenecían a diversos partidos políticos como: Alianza Verde, La U., y el partido Liberal. Los miembros del Partido Conservador (azul oscuro), como ya parece ser habitual para esta colectividad, se ubicaron justo en las comunidades intermedias entre estos dos polos de poder, tal vez tratando de ser los comodines de la política de la región.
Gráfica 2
Comunidades de la red
Fuente: elaboración propia
Dato de la semana
Golpes de estado: otra dimensión de la maldición de los recursos
El artículo titulado “Oil Wealth, Risk Acceptance, and the Seizure of Power”, de Jonathan Powell, Rebecca Schiel y Salah Ben Hammou, fue publicado en el Journal of Global Security Studies en enero de este año. Se trata de un análisis sobre una dimensión poco estudiada de la “maldición de los recursos”, la incidencia de los golpes de estado. Los autores se percataron de que en los países con mayor dependencia al petróleo son más frecuentes los intentos de tomar el poder por la fuerza. Sin embargo, los golpes en petroestados son también menos exitosos. Esto se debería a una combinación de tentación a tomar el control de las riquezas en medio de ambientes altamente corrompidos y de débil institucionalidad, pero en el que el poder está fuertemente centralizado. El artículo de Powell, Schiel y Ben Hammou puede consultarse aquí.
Para más datos actualizados y de libre acceso sobre golpes de estados y conspiraciones en el mundo, pueden revisar la base de datos del Coup D’état Project del Cline Center en la Universidad de Illinois.
Estudiantes
Algunas conclusiones de haber estudiado Ciencia Política
Por: Valeria María Pacheco Barrea, estudiante de octavo semestre de Ciencia Política y Antropología
El pasado 28 de mayo terminé, en teoría, mi carrera universitaria. A decir verdad, todavía no he podido asimilar qué significa terminar las clases de mi carrera ni tampoco qué representa, para mí, acabar otra etapa de mi vida, especialmente gracias al hecho de que la finalicé encerrada en medio de una pandemia. Empecé a estudiar en la universidad en el 2017, tras decidir de manera espontánea la institución a la cual iba a asistir; vale la pena aclarar que, yo no tenía ningún conocimiento previo del pensum de Ciencia Política en Los Andes ni tampoco de cómo funcionaba la universidad. Hoy reflexiono seriamente sobre la decisión que tomé cuando estaba en once, pues, se me hace muy interesante el hecho de que a mis 17 años hubiese escogido la carrera que 4 años después me titularía como politóloga. En este orden de ideas, considero estas decisiones son una carga un poco irreal para una adolescente, en tanto si bien se pueden tomar a la ligera, realmente conllevan un peso considerable para el resto de tu vida. En mi caso, puedo asegurar que no fue una mala decisión, en tanto terminé estudiando en Los Andes y aprendí, de a poco, a querer lo que hacía y lo que estudiaba.
No voy a mentir y admitiré que estudiar en nuestra universidad ha sido una montaña rusa de emociones. En primer semestre aprendes a moverte por el campus y por la zona, socializas y estableces nuevas amistades, y, más que todo, te das cuenta de cuán distinto puede llegar a ser tú forma de aprender y conocer el mundo. Ahora, tal y como lo mencioné, entrar a Ciencia Política tuvo muchas ventajas y trajo nuevas experiencias a mi vida, más debo resaltar que estudiar también ha sido un arma de doble filo. Después de finalizar mi primer semestre, de poco a poco quién pensaba era yo entró en una crisis con quién aspiraba a ser, y los siguientes semestres para mí fueron un proceso de reconexión con quien era Valeria. Hubo muchas veces en las cuales me pregunté y cuestioné si lo que estaba estudiando realmente me gustaba, como también si tenía la capacidad de seguir estudiando. A pesar de esto, encontré enfoques que me engancharon a la carrera, y luego de cuatro semestres comencé a apreciar mi día a día y los diferentes temas que mis clases abarcaban. No voy a decir que fue fácil adaptarse al ritmo de Los Andes, pero cuando logré encontrar algo que me apasionaba lo suficiente para continuar, logré terminarlo.
Viendo en retrospectiva mis 4 años dentro de la carrera de Ciencia Política, quisiera terminar dando mis opiniones acerca de lo que me llevo del pregrado. En primer lugar, considero nunca es tarde para aplicar lo que te enseñaron en las clases, muchas veces he podido utilizar lo que aprendí para dar contexto a las discusiones familiares. En segundo lugar, aunque muchas veces pierdas el rumbo en la carrera, nunca es imposible volver a encontrarse (sugiero visiten a sus consejerxs). Finalmente, traten de tomar los semestres con calma y estudien porque quieren, no por obligación.
Egresados
Marcela Ceballos Medina
Marcela se graduó como politóloga en 1998, es Magíster en Estudios Políticos del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. Candidata a Doctora en Estudios Sociales de América Latina, Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Tiene 20 años de experiencia en investigación, activismo y cabildeo para los derechos de poblaciones migrantes, principalmente población refugiada y desplazada. Actualmente es investigadora del Instituto Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana y hace parte del equipo docente de la Maestría en Estudios Críticos de las Migraciones Contemporáneas. Durante 6 años se ha desempeñado como docente de la Maestría en Derechos Humanos de la Universidad Industrial de Santander. Fue becaria CLACSO y fue parte del programa Crisis de los Estados del London School of Economics.
Su tesis doctoral indaga las trayectorias migratorias de sectores empresariales de Venezuela radicados en Bogotá y su vinculación a redes de activismo político. Su campo de interés es la relación entre procesos migratorios, acción colectiva y construcción de paz. El enfoque territorial y la perspectiva crítica hacen parte fundamental de las investigaciones en este campo.
Ha participado en consultorías para la construcción del Plan Marco de Implementación del Acuerdo Final de Paz; en la ONG CODHES (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento) en instancias de diálogo e interlocución con el gobierno nacional, agencias de Naciones Unidas y de Cooperación Internacional, para la construcción de políticas y programas que incorporaran las demandas de la población desplazada y refugiada. Acompañó al pueblo Cofán (Putumayo) en la elaboración del Plan de Salvaguarda (en seguimiento a la Sentencia T-025 de la Corte Constitucional sobre desplazamiento forzado) y en la consulta previa con la petrolera Columbus en zonas de conflicto armado. Asesoró al Centro Nacional de Memoria Histórica y al Consejo Noruego para los Refugiados en el diseño metodológico de investigaciones y caracterizaciones de población desplazada y refugiada. Asesoró al Ministerio de Educación y al movimiento estudiantil en las metodologías de diálogo para crear consensos en torno a las reformas solicitadas en el marco del Paro Nacional de 2019.
Colombia internacional en Abstract
La política de la generosidad. El discurso oficial colombiano hacia la migración desde Venezuela 2015-2018
Por: Mauricio Palma-Gutiérrez
Objetivo/contexto: como un paso para entender la naturaleza del poder y la acción política frente a la movilidad humana a gran escala, el artículo analiza cómo la migración desde Venezuela emergió en el discurso oficial colombiano entre 2015 y 2018. Se busca determinar los orígenes de la política migratoria en Colombia, ampliamente entendida como una respuesta generosa a una crisis humanitaria. Metodología: se realizó un análisis contextual de más de 400 piezas de información producidas por tres entidades de alto nivel dentro del Gobierno colombiano. Las unidades de análisis fueron definidas siguiendo la aproximación de Van Dijk (1997) al análisis del discurso político, mientras su codificación se estableció a partir de literatura crítica sobre fronteras. Conclusiones: el discurso oficial colombiano entre 2015 y 2018 fue formulado pragmáticamente. Se enfocó en generar un esquema específico de gubernamentalidad a través de tres fenómenos interrelacionados: la construcción de una imagen precarizada de la migración desde Venezuela, la consolidación de una estrategia de irregularización y la “generosidad” como premisa para legitimar la acción política.
Noticias
El pasado 5 de junio la profesora Sandra Borda dialogó con el diario La Estrella de Panamá junto a Radio Panamá sobre la situación actual de Colombia. Lea aquí el artículo.
A propósito del Paro Nacional, el pasado 7 de junio, el profesor Carlo Nasi publicó un artículo para el medio Razón Pública titulado “El Paro: ¿un laberinto con o sin salida. Léalo aquí.
Ayer la profesora Sandra Borda publicó su columna quincenal en el diario El Tiempo. En esta ocasión, Sandra analiza la estrategia del Gobierno frente al Paro Nacional. Léala aquí.
Agenda
El jueves 10 de junio a las 9:30 a.m. se llevará a cabo el panel “Adhesión de Corea del Sur como Miembro Asociado de la Alianza del Pacífico: Relevancia e implicaciones”. Ingrese aquí.
The Latin American Centre de la Universidad de Oxford invita a la conferencia “The Second Short Wave of Democratisation in Latin America 1943-1963.” El evento se llevará a cabo el jueves 10 y el viernes 11 de junio a través de Zoom. Inscríbase aquí.
Oportunidades
La Revista de Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales tiene convocatoria abierta del 1 al 15 de junio para la recepción de artículos, el tema es libre. Aquí para más información.
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Miguel García Sánchez
Asistente Editorial
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Fanny Medina Ariza
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