Genealogía
de la violencia
Vicente Torres Mariño, Doctor en Literatura y Civilización francesas de la Universidad de París III – Sorbonne Nouvelle, es profesor asociado e investigador del Departamento de Lenguas y Cultura. Es compilador, junto con Andrea Padilla Villarraga, del libro Marguerite Yourcenar y la ecología. Un combate ideológico y político. Bogotá, Ediciones Uniandes, 2007. Tiene actualmente a su cargo el curso CBU Épsilon El Animal en el paisaje colombiano.
Cuando se observa el recorrido de la cambiante historia de la humanidad, constatamos que uno de los elementos inmutables es la violencia bajo las más diversas formas en general, y hacia la naturaleza y los animales en particular. En estas líneas quisiera abordar someramente algunas de las fuentes que inauguran dicha violencia: la religión, la filosofía, la ciencia, y la tecnología.
DESDE LOS ALBORES DE LA CREACIÓN, TAL Y COMO SEPERCIBE EN LA CONSTRUCCIÓN DEL DISCURSO DEL ANTIGUO TESTAMENTO -el cual atraviesa las Tres religiones del Libro, constatamos que Dios entrega los animales y las plantas al hombre para su propio usufructo y bienestar, en ningún caso para su defensa o protección 1 . Este primer gesto “divino” inaugura el antropocentrismo especista 2 cuya eficacia y consecuencias resuenan hasta nuestros días. Como todo está interconectado, recordemos que la mujer surge como un apéndice del hombre y su papel sombrío consiste en inducirlo a la transgresión con la complicidad de una serpiente. Mujer y serpiente quedarán íntimamente asociadas al demonio en el imaginario religioso, social y artístico; dicha hostilidad encenderá las hogueras
1. La entrega de los recursos naturales para la explotación por parte del hombre tiene lugar en el libro del Génesis: “27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28-Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
29-Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
30-Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así”. Génesis (Cap. 1), Biblia Reina Valera, 1960, https://www. bibliatodo.com/la-biblia/Reina-valera-1960/genesis-1
2. El especismo es la discriminación hacia los animales basada en la “superioridad” de los animales humanos.
inquisitoriales y animará los graves odios en el mundo musulmán, bajo formas insidiosas como el feminicidio (añadamos a este hecho, los crímenes de odio contra todas las expresiones que no se inscriben en la heteronormatividad y cuya visibilidad data de tiempos recientes). El gran Creador es el artífice de esa primera conflagración que se extenderá a través de los tiempos y prefigura ya el destierro moral al que se relegarán las minorías, incluidos los animales.
Desde la misma perspectiva, Jacques Derrida, en el marco de la deconstrucción 3 , señala la violencia que atraviesa la relación entre humanxs y animales. Apasionado por las asociaciones etimológicas, acuña el término de carno -falogocentrismo (“comer carne, poseer la virilidad y la razón”). Y lo ilustra con un pasaje que tiene igualmente lugar en el Génesis: Abraham, en el cumplimiento de su fidelidad hacia Dios, obedece al mandato divino de sacrificar a su hijo Isaac. Antes de realizar el gesto fatal, intercede un ángel y le susurra algo al oído. ¿De qué secreto se trata?, se pregunta Derrida 4 . ¿Qué pacto inefable han sellado Dios y Abraham? ¿Por qué un cordero es inmolado -primera pena de muerte en el Antiguo testamento y en la Historia- en lugar de Isaac? Lo que sí es claro, es que la complicidad Dios/hombre respecto al sacrificio animal no hace más que repetir aquí la orden primigenia.
Abordemos a hora , desde el siglo XVII, el pensamiento cartesiano y su estandarte, la razón. Descartes, ante la necesidad de justificar la existencia de la inmortalidad, le arrebata el alma a los animales (alma está en la etimología de animal). El cogito
3. Derivado de deconstruir, operación textual que consiste en desmontar estructuras que hemos recibido como únicas e incuestionables y desemboscar ocultaciones del lenguaje. Etimológicamente significa sacar del bosque (de las palabras, en este caso, para encontrar otros sentidos entreverados).
4. Jacques Derrida, Donner la mort, Galilée, p. 161-167.
ergo sum “pienso, luego existo” es un atributo exclusivamente humano, el cual pone en duda la existencia sensible de cualquier otro ser vivo. A partir de este hecho y en el marco de las teorías mecanicistas, Descartes elabora la concepción de los animales máquina, es decir que al no poseer un alma, no sienten placer o dolor. Esta pasión errática por la razón abre el camino para la experimentación con animales vivos en laboratorios, en el siglo XIX, a cargo del fisiólogo francés, Claude Bernard, quien hace de la medicina experimental el lugar del suplicio animal en aras del progreso científico. Inaugura las vivisecciones
El cogito ergo sum “pienso, luego existo” es un atributo exclusivamente humano, el cual pone en duda la existencia sensible de cualquier otro ser vivo
practicadas en los centros educativos colombianos hasta tiempos relativamente recientes; Bernard tenía una verdadera obsesión por los perros a quienes les sustraía los órganos estando vivos -las cuerdas vocales, por ejemplo-, practicaba con ellos el envenenamiento o incluso los quemaba vivos para medir a cuántos grados de calor se producía su muerte. En su obra Introducción a la medicina experimental (1865), reclama el derecho a “dislocar los organismos vivos” para poder introducirse en ellos. ¿Tenemos el derecho a hacer experimentos y vivisecciones con los animales? […] Muy extraño sería que se reconociera el derecho que tiene el hombre para utilizar a los animales en todas las prácticas de la vida, en los servicios domésticos,
en la alimentación, y que le prohibieran recurrir a ellos para instruirse en una de las ciencias más útiles de la humanidad. No hay por qué dudar: la ciencia de la vida solo se constituye a través de experimentos y no se puede salvar de la muerte a los seres vivos sin haber sacrificado a otros.5
En resonancia con esta forma de ciencia sacrificial se desarrollan otras modalidades de explotación animal, como la tecnología industrial para la producción de alimentos de origen cárnico:
5. Claude Bernard, Introduction à l’étude de la médecine expérimentale [1865]. Paris, Flammarion, coll. « Champs », 1990, pp. 149-156. (Trad. V. Torres).
la forma en que es conducido y luego abatido el ganado en los mataderos (los empaques brillantes de las porciones de carne que adquirimos en los supermercados y que llegan hasta nuestras mesas, ocultan la tortura a la que han sido expuestos); los criaderos de gallinas atiborradas de hormonas, en espacios exig uos bajo una permanente luz eléctrica, poniendo huevos en serie en medio de sus excrementos, privadas a menudo del pico y las uñas para que no ataquen a sus compañeras de cautiverio; el paté de hígado de ganso o de pato (foie gras), patrimonio gastronómico protegido en Francia (2012) que se obtiene por la sobrealimentación forzada hasta que el hígado del animal alcance el tamaño deseado, suplicio que toma de diez a catorce
días. Este procedimiento conduce a insuficiencia hepática progresiva , debido a la cirrosis que desencadena6 . En cuanto a la industria cosmética, el uso, antaño, de las pieles animales provenían en gran parte de focas que eran cruelmente abatidas y muchos de los productos de belleza han sido a menudo de origen animal. En tiempos relativamente recientes, a partir del reconocimiento de la sentencia animal y la responsabilidad mora l a la que esto conlleva, derivado de la bioética animal y del debate sobre el reconocimiento de los animales como sujetos de derechos, grandes avances en torno a su defensa tienen lugar. Como lo señala la senadora colombiana animalista, Andrea Padilla, En los últimos quince años, la reivindicación social por la defensa de los animales ha logrado importantes resultados políticos y legislativos en todo el mundo. El crecimiento de este reclamo se ha plasmado, notablemente, en leyes de protección animal, políticas y en el posicionamiento del debate público7 .
Ante el creciente deterioro de la tierra, el agua y el aire que se traduce en sequías, inundaciones, incendios, huracanes, extinción vertiginosa de bosques y especies animales -la tragedia amazónica actual lo ilustra ampliamente-, un combate esencial por la justicia social,
6. ConsoGlobe, consommer mieux – vivre mieux,
https:// www.consoglobe.com/concilier-foie-gras-et-bien-etreanimal-cg
7. Andrea Padilla Villarraga, Derecho sintiente. Los animales no humanos en el derecho latinoamericano, Bogotá, Siglo del Hombre Editores; Universidad de los Andes-Facultad de Derecho, 2022, p. 33. .
económica y ambiental está comenzando a tomar forma a partir del escenario de la naturaleza; es ahí donde todxs estamos llamadxs a librar acciones contra la virilidad tradicional dominante, que posee la razón y la violencia, consume carne, se enriquece a través de la tierra, y la arruina para exhibir su poderío. El ecofeminismo ya traía el germen de esta lucha que debe ampliarse a todos los sectores de la sociedad.
Los inmensos latifundios que enriquecen solo a unxs cuantxs a costa del abuso en la explotación de los recursos de la tierra, empobreciendo a multitudes enteras, no puede dejarnos ya indiferentes. Es menester que la educación -desde la escuela hasta la academia-, hasta ahora poco receptiva o poco pragmática ante la cada vez más inminente catástrofe ambiental, suscite en profesores y estudiantes la conciencia de la super vivencia a través de la formación, la investigación, el debate, la denuncia y sobre todo a través de acciones decididas y aguerridas.
Ha llegado el momento de poner en duda las dinámicas entre las relaciones binarias tradicionales de corte cartesiano -sociedad vs. naturaleza , civilización vs. barbarie, mujeres vs. hombres, animales humanos vs. animales no humanos… Cuestionemos la eficacia de cierta s postura s filosóficas, científicas y tecnológicas y construyamos nuevas brechas, fraternales y fecundas.